Devocionales

Aprendiendo tanto del sufrimiento como de la diversión

Annie F. Downs 2 de febrero de 2021
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen… Hebreos‬ 5:7-9‬ (NVI‬‬)

Sabía que mis detectores de humo funcionaban porque acababa de probarlos y unos meses antes había cambiado las baterías. Pero supe REALMENTE que funcionaban cuando me desperté a las 3 de la mañana con el sonido enloquecedor de cuatro detectores de humo en mi casa.

Todas las luces y electrodomésticos estaban apagados, y no vi humo ni llamas. Pero olía a plástico quemado. Esa descarga de adrenalina de las 3 de la mañana y yo apenas despierta, se combinaron para hacer que corriera descontroladamente de habitación en habitación, orando con pánico y algunos gritos.

Llegaron los camiones de bomberos. Ellos irrumpieron en mi casa. No me enamoré de ninguno de ellos (esta ha sido una pregunta frecuente ya que aún no estoy casada, y ocho hombres estuvieron en mi casa esa mañana. Pero hasta la fecha, no se escribirá ninguna película de Hallmark sobre esta historia). No encontraron nada fuera de lugar ni nada en llamas, pero sí podían percibir el olor. Al día siguiente, la compañía de reparación de calefacción central envió a un especialista que encontró el problema y lo arregló.

Es difícil saber realmente lo que harías en una emergencia hasta que estás en ella. Al igual que es difícil creer que los detectores de humo funcionarán hasta que haya humo en tu casa. Lo mismo es cierto para ti y para mí, aprendemos de qué y para qué estamos hechas cuando las cosas realmente van mal.

Eso también fue cierto para Jesús. Como registra Hebreos 5:7-9, Jesús sufrió, y así fue como aprendió a confiar en la obediencia:

En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen…

Queremos aprender en los mejores días, en las fiestas y cuando nos estamos divirtiendo. Queremos que las lecciones que nos cambien se den en una mesa con nuestros mejores amigos, riendo y compartiendo queso (me encanta compartir queso). Pero no es así como sucede.

El detector de humo no suena con el sonido de la risa; suena cuando hay humo. Quiénes somos realmente, para qué y de qué estamos hechas, se revela cuando hay humo, cuando hay lucha y cuando hay sufrimiento.

Me encanta hablar de diversión. Creo profundamente que una de las formas de sobrevivir lo peor de esta vida es encontrando un poco de diversión en cada día. Pero tenemos que equilibrar las cosas — los gozos y los sufrimientos.

Los momentos de sufrimiento nos enseñan y nos fortalecen; los momentos de diversión nos recuerdan que debemos ser vulnerables, humanos, abiertos y completos. El equilibrio es necesario; necesitamos ambas cosas. Necesitamos reírnos alrededor de una mesa, pero también necesitamos obedecer cuando nos duele.

Ser plenamente humano es aferrarse tanto al sufrimiento como a la diversión, apreciando TODOS los momentos. Debemos permitir que la diversión florezca y que el sufrimiento haga su trabajo. Así es como nos convertimos en lo que siempre hemos querido ser... así es como crecemos, y así es como aprendemos.

Padre Celestial, el sufrimiento no es nuestro método preferido de aprendizaje, pero sabemos que es poderoso. Jesús lo modeló muy bien para nosotras, y caminamos en Sus pasos. Recuérdanos hoy que cuando una prueba o dolor se manifieste, que nos apoyemos en Ti, que aprendamos de Ti y elijamos obedecer confiadamente por encima del temor. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Isaías 41:10, Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (NVI)

2 Corintios 4:8-10, Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo. (NVI)

Como devocional patrocinado, las dos secciones siguientes pueden contener enlaces de contenido sólo en inglés.

Recursos Adicionales

Para más ideas sobre cómo aprender del sufrimiento mientras se busca el gozo, échale un vistazo al nuevo libro de Annie F. Downs, That Sounds Fun.

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Annie tiene muchos invitados en su podcast That Sounds Fun que cuentan sus propias historias de sufrimiento, gozo y obediencia confiada. ¡Únete a la conversación (hay nuevos episodios todos los lunes y jueves) cuando sea que te guste escuchar los podcasts!

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© 2021 por Annie F. Downs. Todos los derechos reservados.

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