Y sabemos que Dios hace que todas las situaciones ayuden para bien a los que Lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a Su propósito. Romanos 8:28 (RVA-2015)
Yo estaba desalentada.
Había empezado a servir a Dios con todo mi corazón y a pasar más tiempo que nunca en Su Palabra. ¡Pero en lugar de que las circunstancias mejoraran, se pusieron mucho más difíciles!
En el transcurso de dos meses, mi vida cambió: antes era maravillosamente satisfactoria y se volvió completamente al revés.
Mi computadora se volvió loca y algunos documentos muy importantes desaparecieron.
No se logró el contrato para un libro del que yo estaba muy emocionada.
Nuestro pozo de agua se descompuso y pasamos varios días sin agua.
En ese tiempo mis hijos eran mucho más pequeños y requerían de más energía de la que yo les podía dar debido a mi desgaste emocional. Cargaba un sentido de culpa por no ser una mamá más paciente y divertida.
Me sentí atrapada en un torbellino de emociones.
No sabía si reír o llorar. Una amiga le dio al clavo cuando dijo, “Lysa creo que cuando vas con Dios a un nuevo nivel, enfrentas un nuevo diablo.”
Mientras que no estoy segura si lo que dijo era teológicamente correcto, sé que Satanás odia a las almas que son radicalmente obedientes. Odia cuando una persona se salta la barda de complacencia y va hacia el centro de la voluntad de Dios. Una batalla espiritual nos rodea y es por eso que la vida puede ser difícil. Aunque darle el sí a Dios nos trae bendiciones, no es nada fácil.
Si nuestro deseo de obedecer simplemente nos nace por el deber, nos rendimos más rápido. Especialmente cuando todo en la vida parezca ser un desastre. Sin embargo, si nuestro deseo nos nace de la alegría, de una relación amorosa que arde profundamente en nuestras almas, no será extinguida – sin importar el costo.
Una de mis historias favoritas en la Biblia es la de Jacob y Raquel. El amor de Jacob por Raquel le dio un propósito y una perspectiva, lo que condujo a una persistencia increíble. Jacob sirvió al padre de Raquel por muchos años para ganarse el derecho de casarse con ella porque la amaba tanto: “Así trabajó Jacob por Raquel siete años, los cuales le parecieron como unos pocos días, porque la amaba” (Génesis 29:20, RVA-2015).
Como verás, un verdadero signo de madurez espiritual es buscar en Dios un propósito y una perspectiva y no en obtener comodidad y conveniencia.
Escucha: entiendo el pedirle a Dios que te de comodidad y conveniencia, pero he visto que muy seguido esto me lleva a la complacencia. Una vez que Dios resuelve mis problemas, sigo adelante y olvido buscar lecciones que necesito trabajar en mí para poder aprender de lo que acabo de enfrentar.
Pero buscar en Dios un propósito y una perspectiva me obliga a aprender lecciones cruciales en perseverancia y madurez. Entonces puedo aprender el significado de Romanos 8:28, “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito” (RVA-2015). Esto no quiere decir que todo lo que nos pase será bueno, si no que Dios obrará en y a través de cada situación para traer algo bueno de todo aquello.
Y no pasemos por alto las últimas cuatro palabras de ese versículo, donde se nos recuerda de que todo es “conforme a Su propósito”. Dios tiene un propósito, y Sus planes para lograrlo son perfectos. El confiar en el propósito de Dios y el tratar de entender que Él toma todos los eventos de nuestra vida y orquesta el bien de ellos, nos conduce a una perspectiva cambiada.
Así que aunque puede ser difícil mantener una actitud positiva cuando la tecnología nos causa problemas y no hemos limpiado la casa por varias semanas; es importante buscar en Dios ese cambio de perspectiva. Podemos confiar en que algo bueno saldrá de todas las cosas que parecen estar mal.
Querido Señor, Te agradezco por el propósito que colocas en todo. Dame Tu perspectiva hoy mientras lucho con algunas cosas que no están “bien”. Sé que tienes un plan más grande a través de todo. Te amo y anhelo vivir por Ti. En el Nombre de Jesús, Amén.
VERDAD PARA HOY
Santiago 1:2-3, Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. (RVA-2015)
1 Tesalonicenses 5:16-18, Estén siempre gozosos. Oren sin cesar. Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús. (RVA-2015)
REFLEXIONA Y RESPONDE
La alabanza puede ayudar a cambiar nuestra perspectiva. ¿Cómo puedes alabar a Dios hoy – incluso en medio de grandes pruebas?
Escribe acerca de una época en tu vida en la que viste a Dios utilizar circunstancias difíciles para tu propio bien. Si recordamos Su fidelidad en el pasado, esos recuerdos nos pueden alentar y fortalecer en medio de nuestras luchas actuales.
© 2016 por Lysa TerKeurst. Todos los derechos reservados.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.