Una cena y el Dios de las cosas nuevas
Kia Stephens
He aquí que yo voy a hacer una cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Aun abriré un camino en el desierto, y ríos en la soledad. Isaías 43:19 (RVR1977)
He aquí que yo voy a hacer una cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Aun abriré un camino en el desierto, y ríos en la soledad. Isaías 43:19 (RVR1977)
El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro». Hechos 8:29 (NVI)
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis ansiedades. Salmo 139:23 (NVI)
Yendo un poco más allá, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú». Mateo 26:39 (NVI)
un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come». 1 Reyes 19:5c (NVI)
Desconcertados y maravillados, decían: «¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en su lengua materna? Hechos 2:7-8 (NVI)
En todo tiempo ama el amigo, Y el hermano nace para tiempo de angustia. Proverbios 17:17 (NBLA)
Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme? Jonás 4:11 (NVI)
Cuando José los vio a la mañana siguiente, notó que los dos parecían preocupados. —¿Por qué se ven tan preocupados hoy? les preguntó. Génesis 40:6-7 (NTV)
Una vez más Jesús se dirigió a la gente y dijo: ─ Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12 (NVI)
He aquí que yo voy a hacer una cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Aun abriré un camino en el desierto, y ríos en la soledad. Isaías 43:19 (RVR1977)
El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro». Hechos 8:29 (NVI)
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis ansiedades. Salmo 139:23 (NVI)
Yendo un poco más allá, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú». Mateo 26:39 (NVI)