Devocionales

No permitas que una mala actitud gobierne tu vida

Tracie Miles 3 de marzo de 2017
Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas. Santiago 1:2 (RVA-2015)

El año pasado me encontraba batallando con una muy mala actitud. Con frecuencia me ponía a pensar, si no existiera la mala suerte, no tendría nada de suerte. ¡Ah, puros problemas todo el año!

Los problemas abundaban en cada área de mi vida. Relaciones importantes se derrumbaron, sueños fueron destrozados, las finanzas eran limitadas, las fechas límites incumplidas, y hasta ciertos esfuerzos en el ministerio resultaron en decepción y frustración. Mi nevera antigua dejó de funcionar, y tuvimos múltiples accidentes de tráfico, en un espacio de tan solo tres meses. Llegó el día en que no sabía cuánto más podría soportar, y fue ese día cuando Dios me llevó a leer Santiago 1:2.

¿Puedo ser honesta contigo? Lo último que sentía hacer en ese momento era tener "por sumo gozo" el encontrarme con tantos problemas. No podía evitar pensar: ¿En serio, Señor?¿Cómo podría ser posible eso? Pero en vez de frustrarme y cerrar mi Biblia, sentí que Dios me alentaba a respirar profundamente y seguir leyendo. No tenía idea que allí encontraría el apoyo de Dios tan precioso y justo cuando más lo necesitaba.

Si leemos este versículo como una simple sugerencia fuera de su contexto, parece algo imposible de poner en práctica. Pero si leemos el contexto bíblico de este versículo, nuestra perspectiva se torna en algo completamente nuevo, y entonces pareciera que — con la ayuda de Dios — sí es alcanzable.

Nuestro versículo de hoy fue escrito por Santiago durante un tiempo cuando los cristianos habían permitido que sus frustraciones y disgustos de la vida les robaran el optimismo y el gozo. Pero en su defensa, estos creyentes tenían muchas razones serias y justificadas que les llevaban a tener malas actitudes.

Enfrentaban gran persecución, pruebas y sufrimiento implacables - desde asesinatos hasta encarcelamiento - a manos de Saúl, quien era ferviente en sus esfuerzos para destruir a la iglesia y a todos los relacionados con Jesús. Como resultado, estos cristianos estaban lidiando con una serie de emociones como el temor, duelo, confusión, soledad, y hasta la desesperanza.

Algunos huyeron de sus hogares por temor a perder la vida. Vivían en pobreza, forzados a rebuscar comida para sobrevivir. Algunos padecían de enfermedades, y todos estaban agotados. Tenían todo el derecho de ser negativos y pesimistas. No me queda más que imaginar que mientras ellos se hundían bajo el peso de los problemas y temores aparentemente insuperables, ha debido de estar hundiendo su fe también.

Santiago reconoció su sufrimiento, pero también quiso darles esperanza y aliento. Él les dijo que aún estaba a su alcance el gozo interno, si intencionalmente escogían tomar control de sus pensamientos y sus actitudes. Él los animó a hacer una pausa y volver a enfocarse en su fe.

Cuando la vida se pone difícil, cuesta mucho evitar que una mala actitud tome control de nuestros pensamientos y gobierne nuestras vidas. Tal vez no estamos experimentando persecución religiosa como los primero creyentes, pero tengamos en cuenta lo siguiente: la gente nos hiere, el pasado nos persigue, compañeros de trabajo nos maltratan, padres no nos aman, amigas no nos consideran, esposos no nos honran, hijos no nos aprecian ni respetan, las finanzas no nos mantienen, y nuestra salud no nos sostiene. Las instrucciones de Santiago para los creyentes de esos tiempos también nos pueden ayudar hoy.

Cerré mi Biblia, dándome cuenta de que yo tenía la opción de elegir mi actitud, y sabiendo que cuales sean las circunstancias que yo enfrentaba, no tenían el poder de regir mi actitud, a menos que yo lo permitiera.

Aunque el enfrentar los problemas con una sonrisa y sumo gozo en nuestros corazones puede ser difícil, el hacerlo nos fortalece como creyentes, y abre la puerta hacia un cambio transformador en nuestra actitud. Nuestras actitudes son proyecciones externas de lo que está ocurriendo en nuestros corazones. Cuando nuestros corazones están enfocados en el lugar correcto, nuestras actitudes también lo estarán. Lo único que podemos perder al optar por una actitud positiva es la actitud negativa.

Señor, líbrame de las cadenas de una mala actitud. Obra en mi corazón y mi mente para transformar mis pensamientos de lo negativo a lo positivo - a pesar de las luchas que estoy enfrentando. Lléname de ese gozo que proviene solamente de Tí. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Filipenses 4:8b, Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza. (NTV)

REFLEXIONA Y RESPONDE

¿Cuál podría ser una situación negativa en tu vida que está causando una mala actitud? Considera tres cosas positivas en las que puedes concentrarte, y pídele a Dios que te ayude a superar la tendencia al sentimiento negativo.

© 2017 por Tracie Miles. Derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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