Devocionales

Cuando Dios te da más de lo que puedes soportar

Lysa TerKeurst 8 de noviembre de 2018
Nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. 2 Corintios 1:9 (NVI)

Estaba segura de que debía haber un terrible error, no tenía ningún antecedente familiar de cáncer de mama. Soy (relativamente) joven y saludable. Y ya estaba atravesando una temporada increíblemente difícil en mi matrimonio que hacía que la vida se sintiera imposiblemente pesada.

Y aun así, allí estaba yo, sentada en una silla rosada pensando en qué se supone que debes hacer después de recibir un diagnóstico de cáncer.

No podía dejar de pensar en esa frase que a todos les encanta decir en tiempos como este: “Dios no te va a dar más de lo que puedes soportar”. Sin embargo, esta frase no se encuentra en la Biblia.

Dios dice que Él no nos va a permitir ser tentados más allá de lo que podemos soportar y que Él siempre nos proveerá una salida (1 Corintios 10:13). Pero esto no es lo mismo que decir que Dios no nos dará más de lo que podamos manejar.

Dios no lo causó, pero Él lo estaba permitiendo y muchas veces permitirá más y más.

Mientras escribo estas palabras sé que no soy la única que siente que se le ha dado más de lo que puede soportar.

El mundo está lleno de personas a las que se les ha dado más de lo que pueden manejar y sorprendentemente la Biblia también.

El apóstol Pablo escribió: Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos (2 Corintios 1:8-9, NVI).

No, Dios no espera que nosotras manejemos esto, Él quiere que se lo entreguemos a Él.

Él no quiere que nos apoyemos en nuestra propia fuerza. Él quiere que nos apoyemos únicamente en Su fuerza.

Si continuamos nuestra vida creyendo que Dios no nos va a dar más de lo que podemos soportar, esto nos hará sospechar de Dios. Sabemos que estamos enfrentando cosas que son demasiado para nosotras.

Después de mi diagnóstico tuve unos días muy difíciles. Necesitaba que Dios me mostrara Su perspectiva para poder así establecer mi perspectiva, pero no llegó de inmediato, y eso me frustró. Estaba llena de miedo y preguntas como, ¿Por qué esto? ¿Por qué ahora? ¿Por qué a mí?

La historia que comencé a contarme era que la vida nunca mejoraría.

Pero, pensar en todo lo que no sabía no me estaba llevando a ningún lugar. Entonces, comencé a hacer una lista de las cosas que sí sabía, ¿Y lo principal que sí sabía? Sabía que Dios es bueno. No sabía los detalles de los buenos planes de Dios, pero podía hacer de Su bondad el punto de inicio para renovar mi perspectiva.

Ahora, déjame contarte la historia de los eventos más recientes en mi vida usando la bondad de Dios como tema central. Si las cosas no hubieran estallado unos meses antes en mi matrimonio, yo nunca hubiese puesto una pausa en mi vida para ir a hacerme una mamografía. Pero como lo hice en ese momento exacto, los doctores descubrieron un cáncer que necesitaba ser hallado. Y como lograron descubrir un cáncer que necesitaba ser hallado, yo tenía todas las posibilidades de combatir y vencer este cáncer.

Como puedes ver, todas estamos viviendo una historia, pero también está la historia que nos contamos a nosotras mismas. Necesitamos asegurarnos que la historia que nos estamos contando es la correcta. Sí, Dios nos dará más de lo que podemos manejar, pero eventualmente Él siempre tiene presente lo bueno.

No nos tiene que gustar, pero sabiendo esto nos puede ayudar a sobrellevarlo.

Querido Señor, hoy escojo entregarte todas las cosas que no entiendo y que me parecen muy abrumadoras. Declaro Tu bondad sobre mi situación hoy, creyendo que Tú estás trabajando todas las cosas para mi bien y para Tu gloria. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

2 Corintios 12:9, pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (NVI)

REFLEXIONA Y RESPONDE

¿Cómo cambia tu perspectiva hoy al saber que aunque Dios nos dé más de lo que podemos manejar, Él no te pide que lo manejes sola?

© 2018 por Lysa TerKeurst. Derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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