Devocionales

De preocupada a guerrera

Kelly Barbrey 13 de mayo de 2019
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 (NVI)

Vengo de una larga línea de mujeres que se preocupan. Al parecer nuestro ADN hace que nuestras mentes salten a las conclusiones más aterradoras e irracionales.

La primera noche en casa, después de dejar a mis hijas que están en la primaria en el campamento de verano por una semana, trajo a mi mente una avalancha de posibilidades irracionales y de peores escenarios; especialmente con respecto a mi hija menor que asistía al campamento por primera vez.

¿Qué pasa si las luces de emoji que conectamos sobre su cama causan un incendio y queman la cabaña? ¿Qué pasa si tiene que ir al baño en medio de la noche, olvida que está en una litera superior y se cae al piso, quebrándose las dos piernas? ¿Qué pasa si ella comienza a caminar dormida y cae directamente al lago?

Los “que pasaría si” de la vida nos dan la oportunidad de reaccionar de distintas maneras. Cuando vivía sola en mis 20s, si tenía muchas preocupaciones en mi mente, llamaba a mi mamá en medio de la noche. En los primeros años de mi matrimonio, mientras mi marido dormía profundamente obtenía un empujón, si el miedo o la duda me impedía dormir.

Y aunque ambos hacían todo lo posible por escucharme y ayudarme en esas primeras horas de la mañana, no fue hasta que mi fe se profundizó unos años más tarde, que comencé a buscar conversaciones con Jesús en medio de esas noches de insomnio.

Las Escrituras nos dicen que si presentamos nuestras peticiones a Dios (incluso si incluyen temores irracionales sobre luces de emoji), Él nos dará paz. Encontramos esto en Filipenses 4: 6-7, No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Y esta no es una paz ordinaria, sino una paz celestial que va más allá de todo entendimiento. Qué bendición es que podamos llamar a Dios en medio de la noche, y encontrarlo a Él con los brazos abiertos. Nunca existirá un momento en que nos ignore o tenga demasiado sueño para escuchar nuestras súplicas. Dios nunca menospreciará ni trivializará nuestros temores. Simplemente escuchará y nos pedirá que dejemos los problemas del día a Sus pies, llenándonos de su bálsamo relajante de comodidad y descanso.

Es posible que no puedas detener los pensamientos irracionales mientras ingresan en tu mente. Después de todo, eres humana. Pero puedes controlar cómo reaccionas ante ellos. Y la belleza de esto es que Dios, siempre está despierto y listo para escuchar tus más profundas preocupaciones, miedos y dudas, sin importar la hora, y sin importar cuán tontas parezcan.

La próxima vez que te encuentres mirando al techo, tentada a levantar el teléfono o despertar a tu esposo, busca a Jesús proactivamente y conviértete en guerrera contra la preocupación.

Querido Dios, perdóname por dejar que la preocupación se interponga en el camino de una vida alegre y un sueño reparador. Por favor, ayúdame a venir a Tí con cualquier carga que entre en mi cabeza. Ayúdame a poner mis miedos a Tus pies y descansar sabiendo que Tú eres mayor que cualquier temor que pueda tener y sosténme en la palma de Tu mano. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Mateo 6:25-27, »Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? (NVI)

Juan 16:33, Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (NVI)

REFLEXIONA Y RESPONDE

¿Te encuentras preocupandote por las mismas cosas repetidamente? Selecciona un área de tu vida que te esté causando angustia continua y comprométete a orar diariamente para que Dios te libere de la atadura de la preocupación en esta situación en particular.

Únete a la conversación y comparte tus pensamientos en nuestra sección de comentarios sobre cómo superar las preocupaciones.

© 2020 por Kelly Barbrey. Derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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