Devocionales

A la mujer que siente estar luchando sola

Nicki Koziarz 23 de diciembre de 2019
Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. Gálatas 6:2 (NVI)

Hay momentos en que nuestras lágrimas brotan de nuestras preguntas.

Y creo que una de esas preguntas llenas de lágrimas es, ¿Por qué me siento tan sola en esto?

Así me sentí hace algunos meses cuando parecía que la vida estaba empezando a sentirse demasiada abrumadora. Tiendo a distanciarme y aislarme cuando las presiones de la vida presionan.

En esa temporada, cuando me preguntaban como estaba, respondía con una sonrisa, fingiendo bienestar mientras sufría en silencio.

Es tan fácil el permitir que el orgullo nos convenza de que mientras tengamos a Jesús, todo está bien.

Esto puede ser cierto, si permitimos que sea.

Porque con Jesús, viene un ejército completo. Un ejército de ángeles, Su Verdad y sí, gente también.

De acuerdo con nuestro versículo clave de hoy, somos llamados a llevar las cargas los unos de los otros así como ellos también están llamados a ayudarnos a llevar las nuestras. Pablo, el autor de Gálatas, estaba escribiendo este versículo en un tono de instrucción con el fin de ser utilizado para nuestra corrección.

Una de las formas en que podemos fallar en el cumplimiento de este principio es al no permitir que otros vean las cargas que llevamos.

A lo largo de las Escrituras, vemos relatos de Dios en los cuales Él trae personas para ayudar a llevar las cargas emocionales, físicas y espirituales de la vida. Algunos ejemplos son:

Moisés y Aarón.

Noemí y Rut.

María, Marta y Lázaro.

Pero tal vez como yo, te preguntarás, ¿Cómo invitamos a otros a participar en nuestras cargas - sin sentirnos como una carga?

Aquí les comparto algunas cosas que me ayudan en la lucha contra esos pensamientos:

1. Podemos rodearnos con la Verdad.

Aunque Dios sí envía personas que nos ayudan a llevar la carga, tenemos que recordar que Él es el mejor portador de cargas.

Nunca va a haber ninguna carga que sea demasiado pesada para nuestro Dios. Y cuánto más nos recordemos a nosotras mismas de lo que dice Su palabra, más correcta es nuestra perspectiva de lo que significa caminar a través de lugares difíciles con Sus principios y promesas.

"Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana" (Mateo 11:30, NTV).

2. Podemos estar presentes en las luchas de otros.

No podemos esperar que otros nos acompañen si no estamos acompañándoles de manera consecuente.

Empieza con un gesto pequeño.

Hazte una meta de animar a alguien cada día. Comparte un devocional, un versículo bíblico o algo que hable palabras de esperanza a otros.

La meta es aparecernos consistentemente en las vidas de los demás como una voz de esperanza.

"Un amigo es siempre leal, y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad" (Proverbios 17:17, NTV).

3. Podemos pedir con gracia.

Esto es difícil para mi. Pero invitar a otros a ese lugar de nuestras necesidades es una de las peticiones más humildes que podemos hacer. No debemos pedir, "¿Puedes hacer esto por mí?", sino más bien, "¿Puedes ayudarme a ver la esperanza en medio de esto?".

Existe una postura de gracia al caminar juntas a través de la vida, y esto comienza al extender gracia a nosotras mismas. Ninguna de nosotras es lo suficientemente fuerte para hacer esto sola, pero eso no nos hace débil. Sé tan gentil contigo misma como lo serías con otra persona.

"Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión" (Mateo 5:7, NVI).

No es una carga sino una bendición el poder caminar con alguien a través de la vida y recordarle: No estás sola.

Porque sé con certeza que yo no podría hacer esto sola.

Querido Dios, gracias por enseñarme a compartir mis cargas con otros. Ayúdame a tener gracia y valentía para ser obediente en esta área de mi vida mientras doy y recibo. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Salmos 68:19, Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. (NVI)

Salmos 46:7, El Señor Todopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (NVI)

RECURSOS ADICIONALES

¡De parte del equipo de devocionales de Aliento para el Día de Hoy y Proverbs 31 Ministries, queremos desearte una Navidad bendecida! Oramos que experimentes gozo y paz mientras reflexionas en la llegada de Cristo como un bebé humilde...nuestro Rey que un día nos salvaría de nuestros pecados. ¡Aleluya! ¡Qué Salvador! 

REFLEXIONA Y RESPONDE

De las tres sugerencias que Nicki dió en cuanto a invitar a otros a nuestros lugares de dificultad, ¿con cuál de ellas te identificas más? ¿Por qué?

¿Qué puedes hacer hoy para estar presente en la vida de otra persona? ¡Por favor deja tu comentario a continuación! Nos encantaría escuchar tu respuesta.

© 2019 por Nicki Koziarz. Todos los derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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