Devocionales

Cuando dejamos de congregarnos

Stephanie Raquel 30 de enero de 2020
Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca. Hebreos‬ 10:25‬ (NTV‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬)

Absolutamente exhausta y demasiado cansada como para limpiar o alistarme para ir a la cama después de la cena.

Eso define mi sábado en la noche mientras me acomodaba en el sofá después de acostar a cinco niños. Todo eso continuaba con una combinación de insomnio a las 2 a.m. y finalmente logré quedarme dormida de nuevo a las 4 a.m (sólo para ser sorprendida por un niño pequeño con una bombilla fundida), y el despertador de mi marido quien se encontraba fuera de la ciudad, sonó a las 6 a.m. Un poquito de cereal azucarado sirvió de soborno para que los niños más pequeños me dieran unos minutos más de sueño.

Me desperté justo a tiempo para ir a la Iglesia, con un caso grave de tristeza del domingo por la mañana.

Uff.

Aunque vivimos sólo a cinco minutos de distancia, cada fibra de mi ser quería quedarse en casa, en mis pijamas.

Por favor Dios, no me hagas hacer esto. ¿Podría faltar hoy?

Traté de convencerme a mí misma que realmente no importaba si íbamos o no.

Finalmente decidí ir aunque fuera tarde y de milagro llegamos unos minutos antes que el sermón comenzara.

¿Y el tema? El hijo pródigo.

Oh, ¿no es esto lo que el enemigo de este mundo quisiera, que yo olvide cuánto me ama Dios cuando siento que quiero salir corriendo? ¿Para dejarme en un lugar espiritualmente aislado?

Durante el mensaje, el Espíritu Santo me recordaba que debía seguir orando por los hijos pródigos en mi vida -muchos de los que eran muy cercanos al Señor- ¡y también me recordaba que hacía unos días yo había ido a una cita de consejería con una amiga muy querida y habíamos vuelto a hablar por primera vez después de cinco años!

¿No querría el enemigo de nuestras almas que olvide que los hijos pródigos todavía pueden volver a casa, que nuestro Dios todavía está en el negocio de resucitar a los muertos y que todavía abunda en gracia?

No tenía duda alguna que el enemigo había trabajado tiempo extra para mantenerme fuera de la Iglesia ese fin de semana. Afortunadamente, me sentí rodeada de recordatorios acerca de la gracia de Dios.

El versículo clave de hoy, Hebreos 10:25 es un antídoto para los días en donde simplemente sentimos que preferimos faltar a la Iglesia. Dice “Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca”. Para mí, esto significa seguir conectándose y apoyándonos los unos a los otros hasta el regreso de Cristo.

Profundizando un poco más en los versículos anteriores, vemos a través de Jesús, que Dios orquestó un nuevo pacto para Su pueblo. El versículo 18 explica: Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios. ‬‬

Para los hebreos a los que se dirigía este libro, esta fue una noticia muy importante.

¿No más sacrificios? ¿La muerte de Cristo fue suficiente, de una vez para todos? Este recordatorio era completamente acerca de la infinita gracia de Dios. ¡Y estoy casi segura de que el mundo podría beneficiarse si nosotros extendiéramos más gracia a otros!

Ya sea el conductor loco que se me atraviesa en el tráfico, la amiga(o) que me ha defraudado o incluso mi propio corazón cuando no he sido tan amable con las personas en mi casa, aislarnos espiritualmente nos lleva a todo tipo de actividades que carecen de gracia. ¿Por qué es eso? Porque todos nos beneficiamos del caminar en gracia.

Vivimos en un mundo que nos tienta a abandonar la adoración en comunidad y a alejarnos de nuestra fe.

Sin embargo, este versículo nos muestra que Dios nunca diseñó la Iglesia o la adoración en comunidad para que nos causara un sentimiento de culpa. En cambio, la iglesia debería causarnos un sentimiento de gracia, un recordatorio para seguir reuniéndose, animándose y de continuar mostrando Su gracia infinita a todos los que nos rodean.

Porque cualquiera que sean las excusas que tengamos para no llegar allí, Dios tiene más que suficiente gracia para todos.

Señor, gracias por Tu gracia y gracias por diseñarla para todo el mundo. Oro que podamos seguir reuniéndonos y animándonos los unos a los otros hasta que regreses o nos acerques a casa. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Hebreos‬ 10:19, 23, Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús … Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa. (NTV)‬‬‬‬‬‬‬‬

2 Pedro‬ 3:9‬, En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan. (NTV)‬‬‬‬‬

REFLEXIONA Y RESPONDE

Pregúntate, ¿dónde quiere Dios que yo le muestre más gracia al mundo?

Lee Éxodo 20:8-11. Conociendo lo que la Palabra de Dios nos instruye en los 10 mandamientos acerca de apartar el Sábado, ¿cómo puedes hacer para asistir a la congregación (incluso una congregación en línea) una prioridad en tu vida durante las próximas semanas? Si ya es una prioridad constante para ti, ¿cómo puedes animar a alguien más -como una madre soltera que está muy ocupada u otra amiga en necesidad- para que vuelvan a congregarse? ¡Comparte tus ideas en los comentarios!

© 2020 por Stephanie Raquel. Derechos reservados.


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