…No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. …Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.
Filipenses 4:6,8 (NVI)
Mi pecho estaba apretado y no podía respirar.
Era un domingo por la noche antes de una semana ocupada y estaba emocionada por todo lo que tenía por delante. ¿Por qué no podía respirar? Sentí que mi cuerpo gritaba: "¡Algo está mal!" Y mi mente corrió para descubrir qué. Con los brazos cruzados, me quedé quieta y oré. Efectivamente, al profundizar en mis patrones de pensamiento recientes, noté algo. Una mentira sutil había comenzado a ensombrecer todo.
¿Qué pasaría si fracaso? ¿Qué pasaría si no soy suficiente para este trabajo?
Si hubiera sido un pensamiento consciente, lo habría combatido y elegido la verdad: Dios elige a los menos calificados para obtener Su gloria. No tengo que estar a la altura. Pero la mentira me llevó a una espiral, y mi cuerpo reveló la ansiedad que me hizo salir de control.
El enemigo nos ha atrapado con estas pequeñas palabras: ¿qué pasaría si? Y pone a volar a nuestra imaginación con cuentos de fatalidad que nos esperan más adelante.
La ansiedad dice, “¿qué pasaría si?” ¿Qué pasaría si me acerco demasiado a esta persona y ella me manipula como la última amiga en la que confié? ¿Qué pasaría si mi esposo es infiel? ¿Qué pasaría si mis hijos mueren trágicamente? ¿Qué pasaría si mi jefe decide que soy reemplazable?
Ciertamente, hay niveles saludables de ansiedad que indican a nuestros cerebros que tengan miedo de cosas por las que realmente vale la pena tener miedo, como el tráfico que se aproxima en sentido opuesto.
Pero si eres como yo, seguimos encontrando nuevas inquietudes por las que preocuparnos, como si al afanarnos podemos prepararnos para lo que está por venir. Pero hay una mejor forma, porque tenemos una opción.
Podemos elegir a confiar en Dios para que nos de lo que necesitamos hoy, la semana que viene y dentro de 20 años, incluso si nuestras peores pesadillas se hacen realidad. Las promesas de Dios nos dan esperanza en toda circunstancia. Al final, Él resolverá todos los problemas que enfrentamos aquí en la tierra. Pablo escribió a la iglesia en Filipos acerca de esta verdad, y luego nos dio una guía para librarnos de los pensamientos ansiosos:
…No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. …Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio (Filipenses 4:6,8;).
Por un momento, concentrémonos en uno de estos pensamientos de reemplazo: “Consideren bien...todo lo verdadero”.
Lo que me mete en problemas es preocuparme por cosas que nunca podrían suceder. Pero la Verdad es el arma más poderosa que tengo contra el enemigo, que "es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!" (Juan 8:44c). Así que luchemos contra el enemigo con lo que sea verdadero – es decir ¡lo que sea real!
Cuando permitimos que nuestros pensamientos se salgan de control con preocupación y miedo, ya sea consciente o inconscientemente, tratamos de desempeñar el papel omnisciente que sólo Dios puede desempeñar. Olvidamos que en realidad la buena noticia es que Él tiene el control, y nosotras no.
Incluso cuando nuestros peores temores se hacen realidad, Dios sigue siendo nuestra esperanza inagotable. Nos dio una salida a nuestra ansiedad. Tenemos la opción de entregar nuestros temores a Dios.
Ahora, el cambio es difícil y puede venir lentamente. Pero debido a que somos nuevas criaturas, tenemos el poder del Espíritu para elegir la verdad. ¡Cambiar de pensamiento es posible! Podemos sacar los pensamientos de "qué pasaría si" de nuestras cabezas y reemplazarlos con lo que es verdad. ¡Al hacerlo, destruimos su poder sobre nosotras!
Señor, gracias por darme el Espíritu Santo para ayudarme a detener mis pensamientos ansiosos. Ayúdame a confiar en Ti completamente hoy. En el Nombre de Jesús, Amén
VERDAD PARA HOY
Romanos 12:2, No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (NVI)
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RECURSOS ADICIONALES
La mayor batalla espiritual de nuestra generación se lleva a cabo entre nuestros oídos. Una y otra vez, permitimos que los pensamientos falsos sobre quiénes somos influyan nuestros pensamientos sobre quién es Dios y cómo está obrando en nuestras vidas. Pero tenemos la oportunidad de detener nuestras mentes giratorias y escapar de los patrones de pensamiento tóxicos. Detén la espiral de pensamientos tóxicos con el nuevo libro de Jennie Allen, Get Out of Your Head, disponible ahora.
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REFLEXIONA Y RESPONDE
Toma uno de tus pensamientos ansiosos y escríbelo. ¿Cuál es el pensamiento? Ahora analiza el pensamiento: ¿es verdad?
Da un paso más y considera: ¿Qué dice Dios sobre este pensamiento? Luego, responde con las Escrituras, o responde procesando con personas de confianza en tu comunidad. Entonces tienes que elegir: ¿Le creerás a Dios o le creerás a la mentira?
© 2020 por Jennie Allen. Todos los derechos reservados.
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