Devocionales

Aprendiendo a amar la vida buena con sus dificultades

Katherine Wolf 12 de febrero de 2020
Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas. Santiago 1:2 (NVI)

A pesar de lo que haya sucedido en el día, mi familia conserva su rutina para el momento de acostarse.

Y con esto no me refiero al tiempo valioso a la hora del baño, cepillado de dientes y lectura de cuentos. Con dos niños pequeños, la higiene y la calma usualmente no van juntas. Apenas logramos que se pongan sus piyamas y ponerlos a dormir.

Sin embargo, a través de los años hemos desarrollado la costumbre de orar en familia al finalizar el día. Aunque nuestros chicos han experimentado desafíos y escuchado acerca de situaciones difíciles, siempre su oración, al igual que la de la mayoría de nosotros, es: «Amado Dios, gracias por haberme dado un BUEN día hoy. Por favor ayúdame a tener un BUEN día mañana».

Si lo “BUENO” de un día es mencionado durante la oración en la noche, nosotros rogamos por ellos diciendo: «Y Dios, no importa que día tuvimos hoy, ni que día tendremos mañana; danos la fortaleza para enfrentarlo, pues sabemos que Tú estás con nosotros y nos provees de todo lo que necesitamos».

Por si acaso, mientras se duermen, agregamos esta última carga «… James y John, Dios les hizo para hacer cosas DURAS en la BUENA historia que Él está escribiendo para sus vidas».

Realmente, aquí también estamos dando esa carga a nuestros propios corazones.

Santiago escribe: Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada (Santiago 1:2-4).

Esta forma de ver nuestras dificultades parece imposible y poco natural. ¿Cómo podríamos ver nuestro sufrimiento, nuestras expectativas insatisfechas, y nuestras pérdidas como un regalo? A través de la vida, sabemos que donde nos encontremos, habrá tormentas. Es una realidad inevitable en este mundo. Así que, si no podemos cambiar las situaciones, o pedir que desaparezcan, ¿qué podemos hacer?

Comencemos por establecer la forma de cómo vemos la bondad.

La "buena vida" no es la ausencia de dificultades, más bien, estas son necesarias. Como lo menciona Santiago, estamos incompletas e inmaduras si no experimentamos desafíos. Y esa verdad no debe asustarnos.

Gastamos mucha energía mental al sentir temor por el futuro, o permanecemos atrapadas en la vergüenza y el arrepentimiento por lo sucedido en el pasado. ¿Qué tal entonces si decidimos ver en lo inevitable de nuestras dificultades el camino para experimentar la bondad de Dios de una manera aún más poderosa? ¿Como una avenida que nos lleva a nuestra sanación? ¿Como la fuente verdadera y abundante de vida?

Lo bueno de la vida no excluye las dificultades. Ambos coexisten en una tensión agridulce ya que tanto lo bueno como lo dificil nos permite tener una experiencia más profunda con Dios. Además nos ayuda a tener una mayor compasión hacia los demás, que de otra manera no podríamos experimentar.

Esta redefinición conduce a nuestro refinamiento. No sucederá de la noche a la mañana. No sucederá a menos que abramos nuestras manos entregando el control de lo que pensamos que debería ser nuestra vida, y entonces recibir a Dios más plenamente.

En este proceso encontraremos gratitud y alegría, pues sabemos que la perseverancia, el carácter y la esperanza nos acompañarán.

Querido Dios, danos valor para vivir las bondades y dificultades de la vida plenamente y con alegría. Oramos para mantenernos fieles en medio de los momentos duros que enfrentemos. Te rogamos por la sanidad de nuestra alma. Llénanos de Tu Espíritu y de Tu esperanza para poder compartir con el mundo. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Romanos 5:3b-5a, Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda[...] (NVI)

2 Corintios 4: 8-9, Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. (NVI)

Como devocional patrocinado, las dos secciones siguientes pueden contener enlaces de contenido solo en inglés.

RECURSOS ADICIONALES

¿Es posible aceptar el sufrimiento como un privilegio, y no como un castigo? El libro más reciente de Katherine y Jay Wolf, SUFFER STRONG: How to Survive Anything by Redefining Everything, ofrece lecciones universales sobre cómo prosperar en una vida, que nunca imaginamos vivir. Es un libro práctico y muy divertido. Únete a Katherine y su esposo Jay, mientras rompen el mito de que la alegría sólo puede ser encontrada en una vida sin dolor.

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Experimenta fortaleza siguiendo a Katherine en Instagram (@hopeheals), o recibe un abrazo de ella personalmente asistiendo a alguna de sus charlas durante sus eventos en vivo.

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¿Qué temor te impide vivir más abiertamente? ¿Qué dificultad te ha llevado a mayor madurez espiritual? Nos encantaría escuchar tu historia en nuestra sección de comentarios.

© 2020 por Katherine Wolf. Derechos reservados.

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