No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Filipenses 4:6 (NVI)
Escuché un portazo, y mi corazón se detuvo.
Sintiéndome más que impotente, pude ver a nuestro hijo mayor caminando hacia los amplios acres de terrenos abierto más allá de nuestra propiedad.
Nosotros no damos portazos en nuestra casa, por lo que su acción fue algo muy fuerte. Claramente, él estaba muy molesto por algo, y yo ni siquiera sabía por qué, y mucho menos sabía qué hacer al respecto. Cuando él era pequeño, yo podía dejarlo llorar o hacer que se quedara en su habitación hasta que “se sintiera feliz,” o tal vez simplemente abrazarlo hasta que se sintiera mejor.
¿Pero ahora? Él tenía 17 años, y esas ideas ya no eran opciones. Yo desesperadamente quería rescatarlo, detenerlo de alguna manera, pero también me di cuenta de que necesitaba darle su espacio.
Impotente.
¿Había algo que pudiera hacer aparte de correr a mi habitación, arrodillarme y orar?
Y cuando digo “orar”, no me refiero a una oración básica de “bendice a mi hijo”, sino a una oración clamando “Señor, por favor ayúdalo” con lágrimas en mis ojos y angustia en mi pecho. Confiando en que Él toque a mi hijo en los lugares a los que no podría llegar aún si lo intentara.
Ese tipo de oración.
No creo haber entendido realmente el significado de “luchar en oración” hasta que tuve un hijo. No es que este niño nos haya dado tanto problema, pero como al igual que mucha gente en el mundo hoy, se enfrentó a muchas decepciones intensas, heridas, desafíos y tentaciones.
No es poca cosa ser un hombre joven en este tiempo en el que vivimos.
Muchas veces, su papá y yo nos quedamos despiertos en la noche clamando a Dios de parte de nuestro hijo. Oramos por protección, fortaleza y coraje para él. Y todavía lo hacemos, como nos insta Filipenses 4:6, No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. (NVI)
Tal vez el niño en tu vida es solo un pequeñín. Aún así, espero que comiences a orar por él hoy.
Luego, a medida que crezca, no te sorprendas de que necesitará tus oraciones más que nunca.
Pero también espero que no consideres la oración como un último esfuerzo en su crianza. No querrás esperar hasta que un hijo dé un portazo para comenzar a orar por él.
Sí, haz que la oración sea tu primer impulso, no el último, cuando se trata de amar a tu hijo. Y recuerda que, afortunadamente, no depende de ti mantener a salvo su corazón y su cuerpo sano. Él tiene un Padre Celestial que lo conoce y lo ama más de lo que tú podrías. No necesitas estar ansiosa, solo necesitas orar.
Entonces, ¿por qué no ir a Dios y hablar con Él sobre ese niño que amas? Expresa tus preocupaciones, tus esperanzas y tus deseos por él.
Nuestro hijo mayor ahora está en sus veintitantos. Él está caminando en integridad y esperando a su esposa. Y él te diría abiertamente lo agradecido que está de haber tenido una madre que ha estado orando por él. Él te diría que eso ha hecho una diferencia notoria en su vida. Estoy agradecida.
Mi amiga, puedes confiarle tu hijo a Dios. Levántalo en oración, con amor, comenzando hoy.
Querido Padre Celestial, quiero poner delante de Ti a mi hijo. Oro por protección y fortaleza para él. Por favor, dame sabiduría, orientación y gracia mientras le enseño a mi hijo a conocerte y amarte. Ayúdame a confiarte su corazón y su vida. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Colosenses 4:12, Les manda saludos Epafras, que es uno de ustedes. Este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes, para que, plenamente convencidos, se mantengan firmes, cumpliendo en todo la voluntad de Dios. (NVI)
Recursos Adicionales
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Reflexiona y responde
¿Tienes la costumbre de orar diariamente y por tu hijo? ¿Cuáles son algunas peticiones específicas que pudieras mencionar (protección, fortaleza, seguridad, pureza, etc.) mientras lo pones en oración diariamente? ¡Únete a la conversación en los comentarios!
Lisa Jacobson es una autora, oradora, y la fundadora y anfitriona de Club31Women.com, una comunidad en línea poderosa de autoras cristianas que escriben semanalmente sobre los temas de esposo, hogar, familia y verdades bíblicas: una voz fuerte para la feminidad bíblica.
© 2020 por Lisa Jacobson. Derechos reservados.
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