Devocionales

Esperando lo mejor de Dios

Sarah Geringer 26 de junio de 2020
Fuera de ti, desde tiempos antiguos nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actúe en favor de quienes en él confían. Isaías‬ 64:4‬ NVI

Cuando preparé mi agenda para el año nuevo, un hecho sorprendente me conmovió: había estado esperando en oración durante 18 meses.

Un año y medio antes, jamás habría imaginado que podía orar tanto tiempo sin obtener respuestas concretas. Pero Dios me había llamado a orar por una persona en particular durante ese período, y yo había persistido por más de 500 días.

Los primeros meses, estaba abrumada.

Dios me llamó a obedecer un día a la vez, sin entender todos los detalles. Cada día, me instruía para entrar en mi armario de oración privado y elevaba a la persona en oración.

Mientras persistía, Dios me dio más detalles. Me mostró cómo esta persona estaba luchando. Mis oraciones hacían una diferencia aunque no podía ver los detalles. Hace seis meses pensé que había terminado, pero Dios quería que siguiera orando, con más intensidad y mayor fervor.

Continué en este viaje de oración, esperando una respuesta en cualquier momento. La impaciencia me tentó. La frustración me llamó por mi nombre. Sin embargo, Dios quería que fuera fiel. Me pidió que confiara en Su visión soberana y amplia de las cosas más grandes de lo que podía imaginar, si simplemente esperaba a que Él actuara (en lugar de actuar yo misma).

Un año después, sentí más paz y certeza. Seguramente, recibiría una respuesta pronto. Sin embargo, Dios me instruyó para que orara sin parar. Dios me enseñó a desearle más a Él que las respuestas a mis plegarias.

Esos 18 meses fueron un período de prueba, esperando lo mejor de Dios. En temporadas anteriores de mi vida, he sucumbido a la tentación y he elegido la segunda opción.

Ha habido momentos en los que me he resistido durante un tiempo, e incluso he pedido ayuda a Dios, pero he tomado un atajo cuando me he sentido abrumada. Cada vez, pagué un precio por adelantarme a lo mejor de Dios.

Una y otra vez, los israelitas también decidieron adelantarse a lo mejor de Dios para ellos. Se cansaron de esperar que Dios cumpliera Sus promesas. Se preguntaban si Dios tenía lo mejor para ellos, o si se podía confiar en Él. Pero Isaías les ofreció esperanza:

Fuera de ti, desde tiempos antiguos nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actúe en favor de quienes en él confían. (Isaías‬ 64:4‬ NVI)

Isaías quería que los israelitas elevaran su perspectiva de Dios para que aprendieran a confiar más en Él. Ningún otro dios puede hacer lo que Dios puede hacer. Nadie puede percibir, oír o ver el plan de Dios hasta que Él lo revele. Sólo Él sabe lo que es mejor porque nadie se compara con Él.

Cuando entendemos que Dios es bueno, podemos confiar en que Sus planes son para nuestro bien. Cuando lo conocemos como el Señor soberano sobre nuestras oraciones, planes y esperanzas, podemos creer que quiere lo mejor para nosotros. Cuando esperamos que Dios actúe en nuestro nombre, recibimos la plenitud de Sus bendiciones.

Tal vez estás luchando por esperar lo mejor de Dios. Todo en tu corazón, mente o carne puede estar pidiendo a gritos un atajo, uno que alivie las presiones de la vida en este momento.

Cuando estés tentada a adelantarte a lo mejor de Dios, Él nunca está lejos de una oración corta y espontánea. Ayúdame. Sálvame. Consuélame. A Dios le encanta escuchar tus cortas y dulces oraciones de confianza. Cuando te apoyes en Dios en lugar de tus propios deseos, Él actuará en tu nombre.

Aunque no puedas oír, percibir o ver el plan maestro de Dios para tu vida, hoy puedes confiar en Él en medio de tus luchas. Entrégale a Dios todas tus esperanzas y deseos. Sigue orando por el tiempo que sea necesario. Si decides esperar, Su presencia será un consuelo incomparable.

Señor, creo que tienes lo mejor en mente para mí. Cuando mis deseos anhelen lo segundo mejor, recuérdame clamar a Ti. Ayúdame a confiar en que si espero a que Tú actúes, te veré revelar un plan asombroso hecho a la medida. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Salmos‬ 37:7a, Quédate quieto en la presencia del SEÑOR, y espera con paciencia a que él actúe. ‬(NTV)‬‬‬‬‬‬

Isaías‬ 33:2‬, Pero tú, SEÑOR, ten misericordia de nosotros, porque hemos esperado en ti. Sé nuestro brazo fuerte cada día y nuestra salvación en los tiempos difíciles. (NTV)‬‬‬‬‬

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