Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el SEÑOR su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará». Deuteronomio 31:6 (NVI)
El cáncer no es chistoso.
Pero el humor es curativo.
Como alguien que ha pasado por un cáncer de mama — mastectomía, quimioterapia y reconstrucción — y que agradecidamente ha surgido bien al otro lado (salí bien aunque un poco dispareja), he aprendido de primera mano que la risa ayuda.
Y ayuda muchísimo.
Estando calva, me tocó ir donde nunca había ido antes, perdí 30 libras en 30 días de forma quimio-dietética, y en todo eso el humor ha sido una arma efectiva en mi lucha contra esta enfermedad que no hace acepción de personas.
Los sobrevivientes de cáncer con los que he hablado a través de los años dicen que lo que les ayudó en medio de su experiencia terrible fue la fe y a menudo el humor. Y estoy completamente de acuerdo. Pero esto no quiere decir que me haya reído durante toda mi experiencia con el cáncer. Pues ciertamente no lo hice.
Sin embargo, durante la mayor parte de mi experiencia terrible con el cáncer, la gente se maravilló de mi “buena actitud” y se preguntó cómo me podía mantener tan positiva y optimista durante la experiencia.
La respuesta es: Dios.
La otra respuesta es que no me vieron aquella noche solitaria y aterradora a las 3 a.m. en el hospital, después de mi segundo tratamiento de quimioterapia, cuando me enfrenté temerosamente a la posibilidad muy real de que podía morir.
A pesar de que mi esposo, Michael, se encontraba dormido en una camilla de hospital justo al lado de mi cama, no quise despertarlo, porque por mucho que me ame, sabía que él no podía evitar que la muerte me llevara.
Nunca me había sentido tan sola. Ni tan asustada.
De manera frenética, tomé mi Biblia de la mesita de noche y empecé a hojearla mientras interiormente clamaba a Dios, ayúdame, ayúdame.
Y Dios lo hizo, a través de las palabras del Salmo 18:6a, 16-17 (NVI), En mi angustia invoqué al SEÑOR; clamé a mi Dios … Extendiendo su mano desde lo alto, tomó la mía y me sacó del mar profundo. Me libró de mi enemigo poderoso, y de aquellos que me odiaban y eran más fuertes que yo.
La quimioterapia y la muerte eran mis enemigos y eran demasiado fuertes para mí, pero Dios prometió que me rescataría, y mi terror disminuyó. Mientras continuaba leyendo Su Palabra, los Salmos hacían eco de los gritos de mi corazón a Dios, A ti, SEÑOR, te pido ayuda; a ti te digo: «Tú eres mi refugio … Atiende a mi clamor, porque me siento muy débil; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo. Sácame de la prisión, para que alabe yo tu nombre (Salmo 142:5-7a, NVI).
En ese momento, mi miedo fue reemplazado por una maravillosa sensación de paz absoluta. Con una seguridad completa e inquebrantable sabía que mi Señor me rescataría.
No sabía cómo, sólo sabía que lo haría.
Ya fuera que me sanara o me llevara a casa para estar con Él, ya no tenía miedo, porque estaba convencida que pertenezco al Señor.
Soy Suya, y nada puede cambiar eso.
Ni el cáncer.
Ni la quimioterapia.
Ni la muerte.
Sí, la muerte podría llevarse mi cuerpo devastado por el cáncer y la quimioterapia, pero nunca podría tocar mi alma libre de cáncer. En Deuteronomio 31:6, el Señor prometió que nunca me dejaría ni me abandonaría, Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará».
Él nunca me ha dejado, y sé que nunca lo hará. Por eso, estoy eternamente agradecida.
Señor, Tu fidelidad perdura para siempre. Tu bondad amorosa es infinita. Me enseñas a reír cuando la alegría está escondida. Conviertes mi pena en alegría. Gracias por usar mi vida para ayudar a otros y para sanar lo que pretendía hacer daño. Alabo Tu Nombre Santo. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Proverbios 17:22, Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos. (NVI)
Job 36:15, A los que sufren, Dios los libra mediante el sufrimiento; en su aflicción, los consuela. (NVI)
Recursos adicionales
Para ser animada con fe, esperanza y una dosis saludable de risa, obtén una copia de la edición revisada y actualizada del libro Thanks for the Mammogram!: Living through Breast Cancer with Faith, Hope, and a Healthy Dose of Laughter.
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Reflexiona y responde
Cuando alguien está sufriendo, es difícil saber qué decir o hacer. ¿Cómo te gustaría que otra respondiera cuando estás pasando por circunstancias difíciles?
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© 2020 por Laura Jensen Walker. Todos los derechos reservados.
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