Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Proverbios 31:30 (RVR1995)

¿Alguna vez te has sentido como si no estuvieras a la altura debido a lo que has vivido? Yo también.

Yo era una madre joven cuando leí por primera vez Proverbios 31, que describe a una mujer de carácter noble. Pensé que la mujer de Proverbios 31 era abrumadoramente perfecta.

A través de muchas otras temporadas y realidades difíciles por las que he caminado, me he encontrado no sólo intimidada por Proverbios 31 sino, a veces, incluso derrotada por esta mujer cuya vida entera parecía estar llena de alabanzas.

Es por eso que mi corazón siente compasión por aquellas personas que prefieren saltarse este pasaje de las Escrituras. Sé lo que es que estas palabras se asienten en tu corazón con una declaración resonante de “no soy suficiente”.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que el corazón detrás de Proverbios 31:10-31 es uno de celebración y no de condena?

Lo primero que quiero que tengamos en cuenta es que este no es sólo un capítulo sobre una esposa de carácter noble, a pesar de cómo la Biblia califica los versículos 10-31. Es un capítulo sobre una mujer de valor. Una mujer valiente. Una mujer de fuerza y dignidad.

El hecho de que estés leyendo este devocional, buscando a Dios y sanación para las circunstancias dolorosas por las que has vivido, es evidencia de que eres una mujer de valor, fuerza y dignidad. Por lo tanto, Proverbios 31 es para ti y para mí.

En la cultura hebrea, estos versículos se leían en voz alta en el Sabbat como una celebración dedicada a las mujeres. Esto de ninguna manera las condenaba por lo que no eran, sino que celebraba sus cualidades únicas y cómo vivían las virtudes detalladas en este capítulo en el día a día. Estas palabras no fueron escritas para decirle a una mujer que debería de ser más de los que es. Son una celebración de quién es.

¿No es así cómo debería ser?

Mujeres valientes que se celebran unas a otras. Mujeres valientes celebradas por las personas que aman. Todo bajo el propósito de honrar a Dios, servir por amor y sonreír al futuro. También me encanta cómo Proverbios 31:30 nos recuerda lo que verdaderamente vale la pena celebrar: “Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada”.

No se trata de una mujer con una casa impecable que debe ser alabada. No es la madre que nunca se salta páginas cuando lee libros a sus hijos, quienes se comportan perfectamente. Honestamente, ni siquiera es la mujer que está casada y tiene hijos.

La mujer que teme al Señor es la que debe ser alabada. Este no es un tipo de temor de "le tengo miedo a Dios". Este tipo de temor se refiere a tener un corazón completamente maravillado de Dios. Describe a una mujer que honra a Dios, buscándolo en todo lo que hace y confiando en Él de todo corazón con su vida. Ella tiene un corazón de reverencia que se desborda en una vida de madurez espiritual y sabiduría.

Y no olvidemos analizar los versículos de hoy dentro del contexto de por qué Dios nos dio este libro de la Biblia. El primer capítulo de Proverbios nos dice que existe para que podamos obtener sabiduría, instrucción, comprensión, entendimiento, conocimiento, discreción y guianza (v. 1-7). Proverbios 2:1-5 continúa recordándonos que, a medida que recibimos y aplicamos los mandatos de Dios, podremos entender cómo encontrar el conocimiento del Señor.

La sabiduría es tanto un don de Dios como un proceso de aprendizaje. Sé que este pasaje de la Escritura puede hacernos tropezar fácilmente. Pero, ¿qué pasa si le tomamos la palabra a Dios y elegimos creer que estas palabras contienen cosas buenas y agradables para nosotras? ¿Qué pasa si nos desafiamos a nosotras mismas a mirar Proverbios 31 de cerca, viendo qué parte de él es un regalo para nosotras y de qué versos necesitamos aprender? ¿Qué pasa si hablamos de estas palabras sobre nosotras mismas y sobre las otras mujeres en nuestras vidas como una forma de celebración en lugar de condenación, dándonos cuenta de que nuestras historias no nos descalifican?

Dios incluyó estas palabras en Su Palabra para toda la eternidad, querida amiga. Y eso me dice que son necesarias y están destinadas a nuestro bien. Pidámosle que nos ayude a aprender de ellas en este día.

Padre Dios, confieso que a veces veo a la mujer de Proverbios 31 y siento que nunca seré suficiente. Pero me doy cuenta de que el propósito no es avergonzarme por todo lo que creo que no soy. Su ejemplo está ahí para recordarme que debo mirar hacia Ti y vivir para Ti en todo lo que hago. Ayúdame a recibir estas palabras tuyas como un regalo. Y muéstrame cómo vivirlas de acuerdo con la forma única en que Tú me has diseñado. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Proverbios 31:25, Está vestida de fortaleza y dignidad, y se ríe sin temor al futuro. (NTV)

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