Devocionales

Poniéndote en la brecha en oración

Sharon Jaynes 1 de julio de 2020
Busqué a alguien que pudiera reconstruir la muralla de justicia que resguarda al país. Busqué a alguien que se pusiera en la brecha de la muralla para que yo no tuviera que destruirlos, pero no encontré a nadie. Ezequiel 22:30 (NTV)

Una tarde, estaba retocando mi maquillaje en el tocador, antes de salir a dirigir un estudio bíblico con un grupo de mujeres. Estaba pasando por uno de esos momentos cuando, al mirar en el espejo, empezaron muchos pensamientos a dar vueltas en mi cabeza. ¿Qué hago yo aquí? ¿Qué podía decir yo a todas estas mujeres que pudiera cambiar algo en sus vidas? No soy capaz de salir al podio esta noche.

¿Alguna vez te has sentido incapaz de cumplir la obra a la cual Dios te ha llamado? Creo que respondiste que sí, así que quédate conmigo aquí en el tocador para que veas lo que pasó.

Mientras estuve dándole vueltas a las mentiras que el diablo me contaba sobre no ser lo suficientemente buena, sonó mi celular. Era mi amiga, Mary.

«Quiero que sepas que Dios me interrumpió mientras estuve preparando la cena y me dijo que debía orar por ti,» dijo Mary. «No solo eso, me dijo que debía llamarte para decirte que estoy orando por ti». Me imaginé a Mary en su cocina, removiendo la salsa boloñesa hirviendo a fuego lento en el fogón, deteniéndose en medio del proceso. Quizás ella discutió con Dios y le preguntó si no podía esperar hasta después de terminar de cocinar la cena. Pero Él insistió, y ella obedeció.

Dios quería que yo supiera que no entraba a solas en la batalla. Él motivó a Mary para que se pusiera en la brecha por mí – a luchar en oración por mí y pelear junto a . En ese momento, Mary y yo entrelazamos nuestros escudos de la fe por medio de las palabras y entramos a la batalla juntas.

El profeta Ezequiel escribió estas palabras de Dios: Busqué a alguien que pudiera reconstruir la muralla de justicia que resguarda al país. Busqué a alguien que se pusiera en la brecha de la muralla para que yo no tuviera que destruirlos, pero no encontré a nadie (Ezequiel 22:30).

Dios salió a buscar a alguien para orar o ponerse en la brecha a favor del pecaminoso Jerusalén, pero creo que podemos aplicar esas palabras a nuestras vidas también. ¿Te diste cuenta que Dios dijo, “busqué a alguien? Puede ser que tú eres ese alguien que podría ponerse en la brecha a favor de otra persona, intercediendo por ella.

Pablo entendía el poder de ponerse en la brecha. Él le rogó a sus amigos en Roma que oraran por él: Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se unan conmigo en esta lucha y que oren a Dios por mí (Romanos 15:30, NVI).

Además, cuando escribió a la iglesia en Éfeso, él dijo, Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame valerosamente como debo hacerlo (Efesios 6:19-20, NVI).

La palabra griega que Pablo usa para “luchar” en Romanos 15:30 es sunagonizomai, que significa “luchar en compañía de, ej., ser socio (ayudante), luchar juntamente con”. La raíz de la palabra significa “esforzarse para lograr algo: luchar, trabajar fervientemente, esmerarse”.

Acceder a orar por alguien no es simplemente un cliché bonito haciéndole saber que estamos pensando en ella, o una simple palmadita en la espalda dándole ánimo. Cuando decimos a alguien que vamos a estar orando por ella, accedemos a ponernos la armadura de Dios y salir al frente de la batalla en su lugar.

Muchos antiguos escudos tenían soportes a los lados que los soldados usaban para atar y unir los escudos durante una batalla. Cuando estaban unidos y atados juntos, los soldados se movían al unísono, formando una barrera contra el enemigo. A solas, el escudo era una defensa pequeña. Atados y entrelazados, era una barrera humana.

Cuando nosotras entrelazamos nuestros brazos en oración con nuestras amigas, unimos nuestros escudos y formamos una muralla fuerte de defensa. Es lo que hizo mi amiga Mary aquella noche por mi y es lo que podemos hacer unas por otras.

Padre Celestial, muéstrame por quién quieres que interceda en oración esta semana. Cuando le diga a alguien que oraré por ella, ayúdame a saber qué orar y cuándo orar. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Efesios 6:18, Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. (NVI)

Salmo 50:15, Luego llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria». (NTV)

Recursos Adicionales

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Reflexiona y responde

Pídele a Dios el nombre de la persona por quien te está llamando a orar. Luego mándale un mensaje, o llámale para hacerle saber que estás intercediendo en oración por ella.

Piensa en un momento cuando sabías que alguien estaba orando por ti. ¿Qué diferencia hizo en tu vida? ¡Comparte tu historia en los comentarios!

© 2020 por Sharon Jaynes. Todos los derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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