Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra… Colosenses 3:2 (NVI)

Estábamos en la sección de niños de la librería cuando sonaron las sirenas.

Hice una pausa, buscando respuestas de los otros clientes desprevenidos.

Ninguno de nosotros parecía saber lo que estaba pasando.

No había señales de tormenta cuando entré a la tienda con mi pequeño varios minutos antes. Pero el hermoso día de verano sin nubes no contó la historia completa de lo que vendría.

Una voz alarmante se escuchó por el altavoz, anunciando que se había emitido una advertencia de tornado y que debíamos refugiarnos inmediatamente.

Sacando a mi pequeño de su cochecito, lo sostuve en mis brazos mientras nos sentábamos apoyados contra los estantes de libros, esperando que pasara la tormenta.

Pero antes de hacerlo, se le pidió a todos los clientes que abandonaran el edificio.

Un poco aturdidos por la rápida evacuación, todos nos encontramos afuera con una conciencia aún mayor del clima cambiante. Algunos simplemente se quedaron allí, mirando la tormenta que se acercaba, mientras que otros se dispersaron en todas direcciones para escapar de ella.

Llegamos a casa sanos y salvos en medio de las sirenas y del cielo cada vez más oscuro, y todo lo que pude hacer fue agradecer a Dios por su presencia y protección.

Tantas cosas sucedieron tan rápido, desde los sonidos fuertes e inesperados de las alarmas, el darnos cuenta de que estábamos en el camino de la tormenta inminente, hasta la pérdida repentina del refugio asegurado.

En ese momento, mi dependencia de Dios, mi necesidad de Su presencia y el valor de mantener Su Palabra en mi corazón fueron muy claros.

En ese momento, oré, pidiéndole a Dios que continuara manteniéndonos a salvo y agradeciéndole por hacerlo.

En ese momento, opté por no ensayar esa voz temblorosa que nos habló por el altavoz y, en cambio, escuchar atentamente a Aquel que prometió no dejarnos ni desampararnos nunca.

A menudo, cuando la vida viene rápidamente, podemos sentirnos abrumadas por lo que sucede a nuestro alrededor.

Cuando solo usamos nuestros sentidos naturales para experimentar lo que está sucediendo mientras estamos en medio de situaciones preocupantes, perdemos la oportunidad de depender únicamente de Dios y confiar en todo lo que Él nos ha prometido.

En Colosenses 3:2 se nos recuerda que "pongan sus mentes en las cosas de arriba, no en las de la Tierra".

Entonces, amiga, permanece atenta a las tormentas que estás experimentando, pero no te distraigas por ellas.

La presencia, el poder, la protección o la provisión de Dios no cambian.

De hecho, Él está contigo, mostrándote qué camino tomar y ofreciéndote refugio en medio de la tormenta.

Querido Señor, cuando hay caos a mi alrededor, sé que puedo depender de Ti para que permanezcas allí conmigo. Gracias por Tu amorosa presencia y por protegerme en cada tormenta. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Salmo 61:3-4, Porque tú eres mi refugio,mi baluarte contra el enemigo. Anhelo habitar en tu casa para siempre y refugiarme debajo de tus alas. (NVI)‬‬‬‬‬‬‬‬

Salmo 32:7, Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Selah. (NVI‬‬)‬‬‬‬‬‬‬‬

Recursos Adicionales

Lee estos otros devocionales sobre depender de Dios en tiempos inciertos:

Sentirse segura cuando las olas de la vida amenazan inundar, por Tracie Braylock.
El coraje para continuar, por Tracie Braylock.
Confiando en Dios en tiempos de prueba, por Sharon Jaynes.

Conectate

En Proverbs 31 Ministries, creemos que cuando las mujeres conocen la Verdad y viven la Verdad, todo cambia. Hemos escuchado las voces que piden contenido en español y firmemente creemos que el Señor traerá a las personas correctas a nuestro equipo mientras enseñamos a las mujeres a alinear sus vidas a la Verdad de la Palabra de Dios.

Si tienes interés en ser una voluntaria en nuestro equipo de traducción en español de Proverbs 31 Ministries, por favor llena esta solicitud. ¡Estamos ansiosas por tener noticias tuyas!

Reflexiona y responde

¿De qué tormenta necesitas que Dios te proteja ahora mismo? Considera invitarlo a tu situación y permitirle que te cubra. ¡Y comparte cómo podemos estar orando por ti en los comentarios!

© 2020 por Tracie Braylock. Todos los derechos reservados.