—No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos. 2 Reyes 6:16 (NVI)
Una llamada telefónica, y mi vida se derrumbó en una pila de polvo fácilmente arrastrada por la conmoción y la incredulidad. En un momento, mi confianza en Dios fue probada como nunca antes. ¿Podría confiarle esto a Él?
Confiar en Dios ciertamente sería más fácil si pudiéramos ver a Él y a Su ejército de ángeles cara a cara. Pero a pesar de que no podemos verlos en el reino físico, podemos confiar en que están en el reino espiritual, un reino más poderoso que cualquier cosa que podamos imaginar. Incluso cuando no vemos a Dios trabajando, podemos estar seguras de que lo está.
Dios nos muestra una visión poderosa de ese reino espiritual en 2 Reyes 6:8-18. El antiguo Aram (Siria moderna) estaba luchando contra los israelitas, y Dios usó a Su profeta Eliseo para predecir cómo atacarían los arameos, para advertir al ejército israelita.
La Biblia explica que esto enfureció al rey de Aram, entonces comenzó a planear un ataque a la ciudad e impidió que Eliseo ayudara a Israel.
Pero Dios intervino y protegió a Eliseo y a su criado e incluso cambió lo que les era permitido ver.
Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad. —¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer? —No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos. Entonces Eliseo oró: «SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea». El SEÑOR así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo. (2 Reyes 6:15-17, NVI)
Yo me he sentido así antes. ¿Y tú? Circunstancias difíciles que presionan por todos los lados. «¡Esto es demasiado para mí!» Clamo, «Ya no puedo hacer esto. Ni siquiera quiero salir de mi casa. ¿Dónde estás Dios? Prometiste que nunca me dejarías ni me abandonarías, pero no siento Tu presencia. ¿Por qué no estás haciendo algo? ¡Quiero salirme de esta historia!»
Honesto. Crudo. Algo vergonzoso para admitir. Estar rodeadas de problemas que no podemos resolver y personas que no podemos controlar nos puede hacer sentir que tenemos enemigos a nuestro alrededor.
El criado de Eliseo probablemente sintió lo mismo.
Su fe era tan endeble como las puertas de las tiendas de campaña detrás de las cuales estaba parado. Eliseo era tan fuerte como la clavija que anclaba el lienzo de la tienda en su lugar.
—No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos. (2 Reyes 6:16)
¿Lo captaste? No tengas miedo. Dios es más poderoso.
¿Cómo podemos confiar mejor en Dios durante los tiempos de prueba? Recordando, Los que están con nosotros son más que ellos (v. 16b). Eliseo sabía que había más poder y fuerza en la realidad invisible de la hueste celestial que en la realidad visible del ejército enemigo.
Eliseo no oró para que Dios enviara un ejército, porque los ángeles guerreros en carros de fuego ya estaban allí. Eliseo simplemente oró para que su criado pudiera verlos trabajando.
Siempre imaginé al ejército de ángeles y a los arameos en laderas opuestas, mirando hacia abajo y cuadrándose. Pero eso no es lo que dice la Biblia. En realidad, los enemigos rodearon a Eliseo en un círculo. Al mismo tiempo, los ángeles de guerra rodeaban a los enemigos: un círculo alrededor de otro círculo.
Amiga, Dios está rodeando cualquier situación difícil que te rodea. Jesús pintó esta misma imagen en Juan 14:20 cuando Él dijo, En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes (NVI).
Lo más probable es que Dios no retire la cortina que separa el reino físico del espiritual para que podamos ver, pero podemos estar seguras: estamos rodeadas por una hueste celestial de ángeles, lista para protegernos en nuestras luchas más profundas.
Señor, abre mis ojos para que pueda ver lo que ya está allí. Abre mi corazón para que pueda creer lo que ya está allí. Fortalece mi fe para que pueda confiar que Tú estás rodeando lo que me rodea. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Juan 5:17, Pero Jesús respondió: «Mi Padre siempre trabaja, y yo también». (NTV)
Recursos Adicionales
Si disfrutaste el devocional de hoy y te gustaría leer más acerca de confiar en Dios, el reino espiritual o cómo tenemos la victoria en Cristo, lee los devocionales a continuación:
Conocerlo es confiar en Él, por Alicia Bruxvoort
La batalla por lo invisible, por Nicki Koziarz
Para cuando no te sientes ni te ves victoriosa, por Madi Vincent
Reflexiona y responde
Considera escribir el versículo clave de hoy en varias notas adhesivas y colócalas donde puedas verlas con frecuencia.
¿Cuál es una situación actual en tu vida en la que tienes problemas para confiar en Dios? ¿Qué palabras de sabiduría podría Dios estar hablando a tu corazón acerca de Su conocimiento de tu situación y Su protección en tus circunstancias? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!
© 2020 por Sharon Jaynes. Todos los derechos reservados.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.