Devocionales

Nosotros somos la iglesia

Binu Samuel 18 de enero de 2021
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Gálatas 6:10 (NVI)

Salimos del santuario y entramos al vestíbulo principal de nuestra iglesia. Pensé que mi esposo se dirigía hacia la esquina donde usualmente hablábamos con algunos de nuestros amigos después del servicio, pero él se dirigió a un lado distinto del vestíbulo. Cuando lo vi, noté que tenía su brazo sobre el hombro de un asistente de la iglesia. Los dos parecían absortos en una conversación.

Mientras conducíamos hacia la casa, no pude contener el querer preguntarle sobre esa conversación.

Mi esposo me puso al corriente: «Durante el servicio, me fijé en los calcetines de este hombre por los agujeros en sus zapatos. Sentí una necesidad enorme en mi corazón de comprarle unos zapatos nuevos; así que, le estaba preguntando su talla de zapatos.»

Hemos asistido a esta iglesia durante 20 años. Es una congregación grande con servicios a diferentes horas, así que, conocer gente no era nada nuevo para mi esposo; Pero ¿caminar hacia alguien con quien nunca había hablado y preguntarle su talla de zapatos? Eso era algo nuevo.

Continué preguntándole a mi esposo.. «Y.....¿él se sorprendió? ¿se sintió ofendido? o ¿simplemente le gustaban sus zapatos así?».

Mi esposo respondió «No, él no se sintió ofendido en lo absoluto. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su barbilla tembló un poco. Él de hecho parecía conmovido. Le di mi número y le pedí que me llamara, pues me gustaría que nos reuniéramos en el centro comercial.»

Dos días después mi esposo y el hombre se encontraron. Fueron a a la plaza de comidas y allí este hombre compartió un poco de su historia. Unas cuantas malas decisiones en su vida lo llevaron a donde estaba en ese momento. Estaba agradecido porque ya contaba con un trabajo estable, pero todavía le quedaba un largo camino por recorrer.

El hombre le dijo a mi esposo, «no reacciono bien a las donaciones. Acepté tu oferta porque supe que venía de parte de Dios. Debo ir a un funeral esta semana. El domingo pasado cuando te acercaste a mi, yo acababa de buscar en mi armario para ver si tenía un par de zapatos lo suficientemente decentes para asistir a ese funeral. No encontré nada; así que, le pedí a Dios si de alguna forma Él podría proveer un par de zapatos. Cuando me preguntaste por mi talla, supe que era Dios contestando mi oración. Estaba conmovido por Dios.»

Después de comprar los zapatos, mi esposo le preguntó a su nuevo amigo si necesitaba algo más. «No gracias», le contestó su amigo. «Estoy bien, sólo le pedí zapatos a Dios.»

Nuestro pastor nos recuerda cada tanto que la iglesia no es simplemente el lugar donde vamos a congregarnos y adorar. La iglesia somos nosotros. Tú y yo. Nosotros somos la iglesia, nosotros somos el cuerpo de Cristo, sus manos y sus pies. Cuando hay una necesidad, si podemos llenarla, la llenamos.

En Gálatas 6:10, el Apóstol Pablo anima a la iglesia de Galacia y a la iglesia de hoy: “Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe”.

Quizás tú has sentido ese tirón de querer ayudar y animar a un hermano o hermana en necesidad, pero has dudado porque no estás segura cómo podría reaccionar. Me gustaría desafiarnos hoy a dejar de un lado la incomodidad o la pena y actuar en oración según la inspiración de Dios.

O tal vez te encuentras sola y en necesidad. Quizás tus decisiones o las decisiones de otros te han llevado a ese lugar. No importa. Dios aún te escucha. Incluso, esas oraciones de desespero en silencio que oraste en tu clóset. Dios nos escucha.

Nuestro Dios dejará todo. Él dejaría a las 99 ovejas para buscarte a ti. Él incluso moverá los corazones de Sus hijos para atender las necesidades de uno.

Padre Celestial, gracias por amarme tanto como si yo fuera tu única hija. Sin embargo, no lo soy, soy parte de Tu familia mucho más grande. Ayúdame a amar a los demás, como tú los amas. Abre mis ojos y mi corazón para ver las necesidades a mi alrededor. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

1 de Juan 3:17, Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? (RVR1995)

Recursos Adicionales

Hoy honramos al Dr. Martin Luther King Jr. con un recordatorio de elegir siempre el amor en las palabras del Dr. King:  “La oscuridad no puede expulsar la oscuridad, sólo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar el odio, sólo el amor puede hacerlo.”

Si deseas leer más acerca de cómo podemos obedecer a Dios amando a otros, puedes revisar el libro de Lysa TerKeurst, Cuando las mujeres le dicen sí a Dios

Si te sientes sola y en necesidad puedes leer el libro de Lysa, Sin Invitación, también disponible en libro digital.

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Reflexiona y responde

¿Alguna vez te has sentido llamada a ayudar a alguien en necesidad, sólo para descubrir que tu ayuda fue una respuesta a sus oraciones? ¿Alguna vez has estado en la posición de recibir tanta amabilidad y generosidad? Nos encantaría escuchar un breve testimonio acerca de la fidelidad de Dios en tu vida, ¡en los comentarios de hoy!

© 2021 por Binu Samuel. Todos los derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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