Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. Filipenses 4:7 (NBLA)
¿Puedo confesarte algo?
Las batallas, las discordias y las pérdidas de los años recientes han cobrado una factura a mi vida. El positivismo es una de mis fortalezas, pero recientemente experimenté un bajón.
Esta es un entrada en mi diario de uno de esos días desalentados en los que estuve con un estado de ánimo convaleciente:
Estoy agotado.
Estoy exhausto.
Siento que sigo marchando sin fuerzas.
No logro recuperarme de esto.
Mi mente está nublada.
Mi corazón está irritado.
Señor, ayúdame.
Tal vez tú, como yo, anhelas una sensación más profunda de paz en este mundo caótico. Una conexión más profunda con Dios.
De hecho, uno de los anhelos más verdaderos del corazón humano es lo que se llama “shalom”, la palabra hebrea que significa “paz”. Para el pueblo judío, “shalom” es un saludo habitual que implica un deseo de salud, riqueza y prosperidad. Pero la palabra significa más que eso. Shalom es la restauración de todas las cosas a su intención original. Es el jardín del Edén antes de la caída de la humanidad. Es una dimensión de la realidad que la Biblia llama el cielo.
Tendemos a pensar que la paz es un equilibrio emocional, y no quiero descartar esa dimensión interna. Pero shalom es la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).
En otras palabras, es una paz que no tiene sentido según las circunstancias. Una paz que no depende de lo que está sucediendo en el mundo alrededor de nosotros. Una paz en medio de la tormenta.
Pero la paz es más que una emoción. ¡La paz es una Persona!
¿Recuerdas el momento en el que Jesús detuvo la tormenta en el Mar de Galilea? Él reprendió al viento y dijo a las olas, «¡Cálmate, sosiégate!»! (Marcos 4:39, NBLA). ¿Quién transforma una tormenta en paz? Te diré, ¡el Príncipe de Paz! (Isaías 9:6).
En esencia, shalom es armonía relacional, comenzando con una relación correcta con Dios. Es lo único que llenará ese vacío a la medida de Dios en nosotros. O quizás sería mejor decir que shalom es el resultado de cuando Dios llena nuestros corazones, Consigo mismo.
El primer principio del Catecismo de Westminster dice que nuestro “fin principal es glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre”. Usualmente entendemos la parte de glorificar a Dios, pero la parte de disfrutarlo es más difícil de comprender. Es la convicción de que el máximo objetivo de Dios y nuestro deseo más profundo son la misma cosa. Como menciona John Piper en Sed de Dios, “Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en Él”.
¿Cuánto estás disfrutando tu relación con Dios? El crecer en tu relación con Dios es disfrutar Su Palabra, disfrutar Su presencia. Es disfrutar todo lo que nos ayuda a acercarnos a Él.
Puede que no se sienta posible disfrutar a Dios en este momento si estás luchando con el desaliento y la ansiedad, como a veces me ha pasado a mí. Pero el shalom de una relación correcta con Dios, una sensación de paz y bienestar plena, está disponible para nosotros. Podemos disfrutar a Dios, deleitarnos en Su Palabra, y aferrarnos a Su esperanza sin importar lo que esté pasando a nuestro alrededor.
«¡Cálmate, sosiégate!»! dice Jesús en medio de la tormenta. Podemos confiar en Él porque sólo Él ofrece el shalom que anhelan nuestros corazones.
Señor, mi corazón está a flor de piel y cansado. Anhelo la paz en mí y a mi alrededor. Anhelo la restauración de todas las cosas. Gracias por darme este anhelo, por cómo señala mi necesidad de Ti. ¡Me deleito en quién eres y cómo me has creado para encontrar la verdadera satisfacción solo en Ti! En el Nombre de Jesús, Amén.
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RECOMENDAMOS
Para un mejor entendimiento sobre shalom y sobre tener una relación correcta con Dios y con los demás, lee el libro de Mark Batterson: Please, Sorry, Thanks: The Three Words That Change Everything.
Mark será anfitrión de una clase avanzada en línea, la primera semana de mayo de 2023 para profundizar en Please, Sorry, Thanks. ¡Esperamos que te unas! Aprende más aquí.
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PROFUNDICEMOS
Marcos 4:39, Jesús se levantó y reprendió al viento, y dijo a las aguas: «¡Silencio! ¡A callar!» Y el viento se calmó, y todo quedó en completa calma.(RVC)
Isaías 9:6, Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. (NVI)
La entrada en el diario de Mark incluía breves declaraciones de lo que estaba experimentando y terminó con un llamado a Dios para que lo ayudara. Anota en tu diario tu propia entrada u oración breve sobre cómo te has estado sintiendo últimamente, y termina el escrito pidiéndole ayuda a Dios.
¿Cómo sería tu vida en este momento si tuvieras la paz que sobrepasa todo entendimiento?
© 2023 por Mark Batterson. Todos los derechos reservados.
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