Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Mateo 11:29 (NTV)

Para algunas de nosotras, una de las temporadas más difíciles es aquella que trae a colación el rol de los padres en nuestras vidas. A medida que se aproxima el día del padre, podrías experimentar un trasfondo de tristeza a causa de que tu papá quizás no haya sido el papá que esperabas que fuera. Y puede resultar difícil relacionarte con Dios como tu Padre celestial o recibir Su amor cuando no has experimentado un padre terrenal amoroso.

¿Alguna vez has pensado acerca de las cualidades del carácter de Dios que desearías que tu padre demostrara, como protección, provisión, enseñanza, consuelo y cuidado? Surge una profunda decepción cuando nuestro padre no ha demostrado estas cualidades. Sin importar si tienes la oportunidad de hablar con tu padre, sí puedes hablar con Dios sobre cómo Él desea demostrarte quién es Él en tu vida.

Dios desea recordarnos a ti y a mí que Él siempre supo quiénes serían nuestros padres; Él ya tenía un plan para nuestras vidas desde antes que existiéramos (Salmo 139:13-16). Tu lugar en tu familia no es un error. Tú traes una presencia espiritual a tu familia otorgada a ti por Dios.

En nuestros versículos clave, Jesús compartió, «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma (Mateo 11:28-29, NTV).

Allí donde un padre puede quedarse corto, Jesús es tierno con nosotras y ayuda a nuestras almas a reposar. Cuando nosotras soportamos la carga de no tener una buena relación con nuestro padre, Dios el Consolador interviene para sanar nuestros corazones, y Él nos sostiene en Sus brazos. Dios puede nutrirnos y ayudarnos a dar pasos para reconocerlo a Él e identificarlo como nuestro Padre.

Cuando siento carencia de amor en mi familia terrenal, he encontrado que es de gran ayuda recurrir a Dios el Padre y pedirle que me demuestre cómo Él me ama. En este día del padre, considera hablar con Dios de estas maneras:

1. Pídele a Dios que te ayude a llorar por la pérdida del padre que deseabas. Él puede ayudarte a perdonar a tu padre terrenal por no ser quién él debió ser.
2. Pídele a Dios que cumpla ese rol para ti en formas que tu padre no lo hizo. Dios promete renovar tu corazón y espíritu: “Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes” (Ezequiel 36:26, NTV).
3. Practica la gratitud. A nuestro Padre le encanta cuando nos deleitamos en Él. Podemos acercarnos a Él y cambiar nuestra perspectiva a medida que le agradecemos por cómo Él nos ama de las maneras que deseamos y necesitamos ser amadas.

 

Dado que se aproxima el día del padre, tal vez te estés preparando para honrar a tu padre terrenal. O tal vez el día del padre es doloroso para ti a causa de quién era o es tu padre. Incluso si tu padre terrenal te defraudó, puedes confiar en que tu Padre celestial jamás te abandonará ni desamparará, y Él jamás te decepcionará.

 

Lo que fuera que tu padre terrenal no haya sido, Dios lo es todo y más para ti.

Padre, ¿podrías concederme maneras tangibles para sentir Tu amor y sanar mi corazón como hija Tuya? Tú eres el Padre perfecto. Quiero agradecerte por estar en mi vida. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Isaías 64:8, Y a pesar de todo, oh SEÑOR, eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú, el alfarero. Todos somos formados por tu mano. (NTV)

¿De qué maneras ves que el amor de Dios te está cambiando? A pesar de que no siempre sea posible entablar tal conversación, si pudieras hacerlo, ¿cómo te expresarías ante tu padre como una hija profundamente amada por Dios? Comparte dejando un comentario aquí.

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