Hola amiga, ¡estoy contenta de que estés aquí hoy!
Aprendimos juntas que el estar destrozada no es el final. Es el comienzo que Dios usa para hacer algo nuevo. ¿Pero qué sucede con los momentos que tenemos que pasar mientras esperamos lo “nuevo”?
En el tercer capítulo, Lysa comparte lo que le ayudó. Por decirlo sencillamente — confiar en Dios. Cuando nos hallamos destrozadas, podemos elegir: enfocarnos en nuestro polvo O sinó confiar.
Con eso en mente, consideré concluir nuestra semana con dos cosas importantes cuando cambiamos nuestro enfoque del polvo a la confianza…
1. Tener un momento señalado
Lysa describe un “momento señalado” como:
“Un momento vivo y real al que podamos volver y recordarnos que hemos declarado nuestra confianza en Dios en medio de este sufrimiento. Con esta desilusión.
Compartí en la publicación anterior en el blog acerca de uno de mis momentos señalados. Lo que no conté, es que mis desilusiones no se desaparecieron de manera repentina. Durante un año más yo seguía atravesando por las desilusiones, esperando que Dios comenzara a transformar mi “yo destrozada” en un ministerio. En medio de eso, tuve que seguir redireccionando mis pensamientos a mi momento señalado, recordando mi confianza depositada en Dios.
2. Confiar en los tiempos, las maneras y el amor de Dios
Lysa nos recuerda:
“Confiar en Dios es confiar en Sus tiempos. Confiar en Dios es confiar en Sus maneras”.
Durante mi espera, hubo tiempos cuando yo no podía percibir el amor de Dios y quería continuar adelante a mi propia manera. Pero en retrospectiva, así como pasó con Lysa, estoy agradecida por comprender ahora que todas podemos declarar:
“Dios me ama tanto como para no responder mis oraciones en ningún otro tiempo que no sea el tiempo preciso, y en ninguna otra forma que no sea la correcta”.
¡Disfruté compartir contigo esta semana!
Kat
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.