¡Hola, amiga!
Soy lo que se podría llamar una nerd de las palabras, un ratón de biblioteca en todos los sentidos del término. Abro cada libro nuevo con un hormigueo de emoción porque significa que estoy a punto de embarcarme en otra gran aventura (lo anticipo así).
A medida que la historia se desenvuelve en las páginas, imagino cada escena en mi cabeza. Sé cómo suenan las voces de los personajes, cómo se ven cada uno y lo que constituye el núcleo de la esencia de quiénes son. Pero a veces me encuentro con un problema.
A veces, un autor revela información sobre un personaje que va en contra de lo que ya imaginé, y… no me gusta para nada. Ni un poquito. Pero tengo que reemplazar mi visión con la del autor porque sólo el autor puede decidir la verdad sobre los personajes creados.
¿Significa esto que no puedo tener una opinión? No. Pero mi opinión nunca puede superar la verdad.
Y por mucho que este concepto se aplique a los personajes de ficción, se aplica aún más a nuestra realidad. Porque nosotras también tenemos un Autor, y se trata nada menos que de Dios mismo, el Creador del universo Y de cada una de nosotras.
Nuestro autor tiene MUCHO qué decir sobre quiénes y qué somos. Es cuando no sabemos ni creemos esa Verdad, cuando comenzamos a caer en las opiniones de los demás y nos permitimos cubrirnos con etiquetas que realmente no nos quedan, como las que Lysa compartió en el cuarto capítulo:
“No fuiste deseada”.
“No eres aceptada”.
“No eres muy bonita”.
Sospecho que podrías agregar algunas declaraciones propias a esta lista. Sé que yo podría hacerlo. Pero como se nos recuerda en la página 73:
“Debemos dejar que la Palabra de Dios se convierta en las palabras que escriben nuestra historia”.
¡Si! Porque, como ves, la Palabra de DIOS, la Biblia, contiene la Verdad de quiénes somos.
El mundo puede decir que estamos completamente solas, pero DIOS dice que Él estará con nosotras siempre, hasta el fin de los tiempos (Mateo 28:20).
El mundo puede decir que no lograremos nada, pero DIOS dice que somos Su obra maestra, creadas para hacer las obras buenas que Él preparó de antemano a fin de que las pongamos en práctica (Efesios 2:10).
El mundo puede decir que no valemos la pena, pero DIOS dice que somos TAN valiosas que envió a Su Hijo Jesús a morir en una cruz para que pudiéramos estar a cuentas con Él y pasar toda la eternidad juntos con Él (Juan 3:16).
¡ESTA es la Verdad de quienes somos! Y apenas estoy vislumbrando la superficie con esto. Hay MUCHAS MÁS perlas de verdad ocultas en las Escrituras esperando ser descubiertas.
¡Llenemos nuestros corazones y mentes con estas verdades para que incluso en los capítulos más difíciles de nuestra historia, estaremos listas para declarar la verdad de lo que DIOS dice en medio de las dificultades!
Stacy
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.