¡Feliz viernes, amigas! Mi nombre es Missy Eversole, y soy una escritora contribuyente de Estudios bíblicos en línea de P31. ¡Estoy encantada de conocerte!
Cuando era niña, sufrí abuso verbal, mental y físico. Mi madre era alcohólica y cuando bebía se transformaba en una mujer vengativa – el opuesto de la mamá atenta y sobria que yo amaba. El abuso, especialmente el abuso verbal, me hirió profundamente.
Esas experiencias que enfrenté en mi niñez cambiaron la forma en que me comunicaba con la gente, pero no para bien. Es por eso que las palabras de Lysa en la página 85 de Perdona lo que no puedes olvidar resonaron tan fuertemente en mi:
“No podemos cambiar lo que hemos experimentado, pero podemos elegir cómo las experiencias nos cambian a nosotros.”
Al principio de mi matrimonio, cada vez que surgía un desacuerdo entre mi esposo y yo, los comentarios hirientes y crueles fluían de mi boca como lava de un volcán. No fue hasta reunir y conectar los puntos de mi pasado que me di cuenta, de que al igual que yo había sido un blanco verbal para mi madre, mi esposo se había convertido en uno para mí.
Después de haber sido testigo de primera mano de la devastación que las palabras negativas tienen en las familias, sabía que debía cambiar, pero no fue hasta enfrentar esos puntos dolorosos del abuso infantil que finalmente pude emprender la tarea de corregirlos, para que mis hijos no tuvieran que pasar por el mismo abuso que yo sufrí.
Gracias a Dios, el Señor me tomó bajo Sus alas, y con el apoyo de mi esposo, la maldición del abuso verbal fue destruida.
El enfrentar el dolor de nuestro pasado es algo que tratamos de evitar; sin embargo, te animo a reunir, conectar y corregir tus puntos. Por favor no apures el proceso. Al contrario, aférrate a Dios mientras Él te trae consuelo en cada paso del camino. Permite que Él Señor haga Su trabajo mientras restaura tu corazón y te sana de tu dolor.
Este fin de semana, continúa trabajando con tus puntos y anota todo lo que te llame la atención. Finalmente, lo más importante es que ores y busques la dirección del Señor. ¡Estás haciendo grandes avances, amiga! ¡No te rindas!
Bendiciones,
Missy
De corazón a corazón:
Mientras trabajas con tus puntos, ¿que experiencia pasada le entregarás al Señor y por qué?
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.