«Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones». Jeremías 1:5 (NVI)
Estaba sentada en el sofá de mi sala de estar, en mi séptimo mes de embarazo, y no podía creer lo que estaba viendo. Dos aviones se estrellaron en las Torres Gemelas... a propósito.
Mi bebé nacerá en dos meses, pensé dentro de mí. ¿En qué clase de mundo cruel vivirá? ¿Mi hijo lo resistirá?
Llamé a una amiga. Ella estaba tan aturdida y desconsolada como yo. Procesamos nuestros pensamientos en voz alta... y oramos.
10 años después.
Los teléfonos inteligentes se convirtieron en la última novedad. Literalmente el internet estaba en la palma de nuestra mano; así como nuestro acceso al pecado. La idea de criar a mis hijos en esta era obsesionada por la tecnología empezó a agobiarme.
Llamé a mi amiga (la misma a quién llamé después del 9/11). Ella comprendió mis temores y, una vez más, me permitió procesar mis pensamientos en voz alta.
Incluso si mis hijos no intenten buscar alguna cosa inapropiada, ¿qué pasaría si un compañero de aula bromeando se las muestra? Y si ellos se quedan enganchados,¿entonces qué pasaría?
«¿En qué clase de mundo estamos criando a nuestros hijos?», le pregunté a mi amiga. «¿Mis hijos lo resistirán?»
Mi amiga me recordó que la perversidad y tentación no son nada nuevo. Basta con leer el Antiguo Testamento. Sin embargo, Dios siempre da a Sus hijos la fuerza para vencer.
¿Recuerdas a la esposa lujuriosa de Potifar? Ella no dejó en paz a José, pero, Dios le dio a José la sabiduría y el discernimiento para huir de ella.
Dios sabía que hoy tendríamos que enfrentar desafíos. Si continuamos orando y permaneciendo en los principios fundamentados en Su Palabra, Dios nos dará la misma sabiduría y favor que le dio a José.
Mi amiga y yo terminamos nuestra conversación orando por nuestros hijos.
Otros 10 años después.
Estamos en el 2020. Estoy conduciendo a casa desde el trabajo, todavía intentando procesar lo que acabo de ver. Pasillos vacíos de leche, carne y papel higiénico, por no hablar de las colas para pago serpenteando por la mitad de la tienda. Se sintió apocalíptico. ¿Qué está pasando? ¿Una pandemia?
Llamé a mi amiga (sí, la misma amiga fiel). Le expresé mis pensamientos: «se supone que en dos meses mi bebé se gradúa de la escuela secundaria». ¿En qué clase de mundo vivirá?
Nosotros nos recordamas mutuamente esta verdad: Dios sabe todas las cosas. Él sabía que esto iba a pasar... y que todos nosotros seríamos parte de ello.
En Jeremías 1:5, Dios le dice a Jeremías, «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones». Aún antes que Jeremías naciera, Dios sabía que Jeremías sería el “profeta llorón” y que hablaría en contra del mal durante tiempos de rebeldía en la historia de Israel.
Además, Dios creó a Ester conociendo perfectamente que su vida no sería fácil. Él sabía que ella quedaría huérfana y que estaría en un concurso de belleza compitiendo por el título de reina. Pero como el tío de Ester le recordó, ella nació «para un momento como este», y nosotras también (Ester 4:14, NVI).
Dios sabía que mi hijo mayor estaría a dos meses de graduarse de la escuela secundaria y que mi hijo menor estaría a una clase de obtener su licencia de conducir - todo en medio de una pandemia.
Dios sabía nuestros planes y sabía que cambiarían.
Pero Dios nos ha dado a nosotros y a nuestros hijos todo lo que necesitamos, no sólo para superar esta temporada, sino para progresar y ser Su voz de esperanza.
Esa noche, cuando llegué a mi casa después del trabajo, mi amiga y yo hicimos lo que siempre hacemos en tiempos de incertidumbre. Nos unimos en oración.
Nada de esto desconcierta a Dios.
Antes de que Él nos creara, nos conocía y sabía lo que nos esperaba. Nosotras hemos sido elegidas “para un momento como este”.
Señor, gracias por la esperanza que tenemos en Ti. Cuando Tú nos creaste, Tú sabías los tiempos difíciles en los que viviríamos. Equípanos y permítenos ser Tu voz de esperanza para el mundo que nos rodea. Te pedimos que nos cubras con Tu paz y protección. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Efesios 2:10, Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (NVI)
Ester 4:14, Si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!» (NVI)
Recursos Adicionales
¿Qué hacemos cuando la preocupación parece ser la voz más ruidosa en nuestra mente? Recordemos quién es nuestro Dios. Descarga el recurso gratuito, “De la preocupación a la alabanza” — un devocional de 7 días que te ayudará a encontrar la paz, luchar contra el temor y practicar la confianza en Dios.
Reflexiona y responde
¿Cómo están afectando los eventos recientes tus sentimientos respecto al propósito que Dios te dió? Toma un momento para preguntarle al Señor por maneras creativas y prácticas para continuar caminando en tu propósito y ser una luz para el mundo que te rodea.
¡Comparte tus pensamientos! ¿Qué te está enseñando Dios últimamente a la luz de todo lo que está ocurriendo en el mundo? Nos encantaría saber de tí.
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Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.