Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir. Proverbios 31:25 (RVR1960)
Necesito hacer una confesión.
¿Prometes mantenerlo entre nosotras?
Durante años, hubo una parte de la Biblia que más o menos me saltaba.
Sí. La mujer “virtuosa” (Proverbios 31:10, RVR1960).
Uff. (Lo siento, ¿escribí eso en voz alta?).
¿Has visto el resumen de lo que se necesita para cumplir con su estándar? Aquí está una lista parcial de lo que ella hace regularmente:
Ella trabaja con textiles. (En octavo grado, reprobé la materia de economía doméstica).
Ella empieza a trabajar y a cocinar de madrugada. (Yo necesito al menos dos tazas de café antes de intentar funcionar).
Ella es poderosa con sus bienes y es una labradora. (Yo ni puedo mantener viva una planta).
Ella tiene brazos musculosos. (wow…).
Ella confecciona la ropa de su familia. (Recuerda mi fracaso de octavo grado).
Nunca estaba atrasada, y no solo se mantenía al día, sino que estaba adelantada en todo.
Es decir, ¿no podía yo simplemente ser una esposa de BUENA virtud y esforzarme un poco menos?
Como habrás adivinado, había muy poco de mí que era parecido a la mujer de Proverbios 31. Especialmente cuando se trataba de estar preparada.
Yo compraba comida que me sonaba genial. «¡Zanahorias! ¡Quiero comer saludable! ¡Nutella! ¡Me merezco un premio!»
Pero cuando llegaba a casa y trataba de crear platillos con esa mezcla de ingredientes, digamos que mis esfuerzos culinarios me habrían eliminado de Chopped (un programa televisivo de competencias culinarias). En realidad, habría sido una contendiente de Worst Cooks in America (traducido: Los peores cocineros en América).
Y si tenía un dólar, gastaba un dólar… y cincuenta centavos. Siempre estaba sobregirada. En mi cuenta bancaria, en mi calendario y en mis relaciones. Estaba constantemente pidiéndole prestado a mi futuro, siempre quedándome más atrás.
Justificaba esta falta de preparación diciéndome que estar preparada es para las personas que no confían en Dios.
Al leer esta sección de la Escritura de manera enfocada, logré ver que ella no estaba presumiendo o tratando de avergonzarme. Ella estaba cuidando de su familia para poder también cuidar de los demás.
Ella no solo estaba cuidando de sí misma. Ella estaba preparada para también ayudar a su comunidad.
Y luego, unos cuantos versículos más adelante, estas palabras me detuvieron.
Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir (Proverbios 31:25).
En lugar de vivir con miedo y poner excusas por no estar preparada, ella no solo preparaba a su familia, sino que estaba lo suficientemente preparada para ayudar a otros que no podían ayudarse a sí mismos.
Ella no estaba frenética. Ella no estaba en pánico. Ella podía reírse de los días que estaban por venir porque ella se encontraba en paz debido a su preparación.
He aprendido que solo necesito preocuparme por las cosas que puedo controlar. Cuando no puedo controlar las circunstancias, puedo descansar porque soy amada por Aquel que tiene el control. La combinación de sabiduría (saber qué hacer y cuándo hacerlo) y fe (saber lo que no puedo hacer y confiarle eso a Dios) produce una paz que el mundo no puede proporcionar.
Amiga, no te sientas abrumada por todo lo que necesitas hacer. Esfuérzate todos los días para preparar tu corazón y tu mente para los días que están por venir, y vive en paz.
Padre Celestial, muéstrame cómo estar fielmente preparada para no solo estar en paz conmigo misma, sino también para satisfacer las necesidades de los que me rodean. Quiero ser una fuerza poderosa de paz delicada en un mundo que Te necesita. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Proverbios 30:25, las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano. (NVI)
Tito 3:1, Recuérdales a todos que deben mostrarse obedientes y sumisos ante los gobernantes y las autoridades. Siempre deben estar dispuestos a hacer lo bueno; (NVI)
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Recursos Adicionales
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