Devocionales

Una oración navideña de alabanza al Hijo

Sarah Geringer 25 de diciembre de 2020
También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. 1 Juan 5:20 (NVI)

En este día de Navidad, te alabo, Jesús, como el Hijo de Dios.

Antes de la creación del mundo, fuiste apartado por el Padre.
Tú eres el Mesías, El enviado para salvarme.

Como Emanuel, Dios con nosotros, Aquel por quien fueron creadas todas las cosas,
Decidiste dormir en un pesebre y morir en una cruz por mí.
Voluntariamente dejaste a un lado Tu majestad para entrar en mi mundo.

Tus inocentes sufrimientos y muerte fueron un alto costo
Intencionalmente pagaste para que me convirtiera en Tu amada.
Tu amor incondicional no tiene precio.

Al creer en Ti, tengo el regalo de la vida eterna.
¡Cuán asombroso es Tu poder y Tu gloria!
Que siempre te tenga en reverencia como el Hijo de Dios.

Te alabo, Jesús, como el Hijo de David.

Tu nacimiento fue predicho por muchos profetas que nunca te vieron con sus propios ojos,
pero recibieron la verdad acerca de Ti por medio del Espíritu Santo.
El Padre conservó Tu patrimonio generación tras generación.
Cumplió Su promesa a Abraham, Isaac y Jacob
para darles innumerables descendientes que te seguirían.

Eres el León de Judá, un Rey para siempre en la línea de David.
Aunque no estableciste un gobierno terrenal como muchos esperaban,
Trascendiste sus esperanzas con un Reino universal para siempre.

Eres el cumplimiento de innumerables profecías, oraciones y sueños.
Te alabo por invitarme a Tu familia eterna, Jesús.

Que siempre te honre como Hijo de David.

Te alabo, Jesús, como Hijo del Hombre.
El Hijo de José, un humilde carpintero de Nazaret
quien sacrificó su comodidad y demostró ser fiel.
El Hijo de María, una joven virgen de fuerte fe
que te sintió girar en su vientre y te vio sufrir en una cruz.
El Hijo que impresionó a los maestros de la ley
y asombró a Sus padres incluso cuando era niño.

El Hijo destinado hacer caer a muchos y levantar a muchos,
opuesto sin causa, pero glorificado, sobre todo.
El Hijo que comprende mis debilidades
y que enfrentó todas las pruebas que yo enfrento, pero nunca pecó.

El Hijo que fue condenado a morir
pero se levantó triunfante de la tumba al tercer día.

Como Hijo del hombre, ahora estás sentado a la diestra de Dios,
ofreciendo oraciones por mí día y noche como el Gran Sumo Sacerdote.

Eres mi escalera entre el cielo y la tierra,
la única forma en que tengo acceso al Padre.
Vas a regresar sobre las nubes del cielo para ofrecerme la vida eterna.
Que siempre te reverenciare como Hijo del Hombre.

Este día de Navidad, que mis pensamientos estén fijos en Ti, Jesús.
Pongo mi fe en Ti como el único Dios verdadero, el Señor sobre mi vida.
Confío en Ti con todas mis heridas y esperanzas.
Me ofrezco a Ti con el corazón entregado.

Que pueda caminar en comunión contigo, sabiendo que me entiendes perfectamente.
Que pueda seguir regocijándome en Tu nacimiento y resurrección,
esperando el día en que te pueda ver cara a cara.

En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Mateo 25:31, »Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. (NVI)

Lucas 1:32, Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David. (NVI)

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De parte de Proverbs 31 Ministries y Aliento para el día de hoy, ¡te deseamos a ti y a los tuyos una feliz Navidad!

¿Tienes una petición de oración? Por favor, deja tu oración en nuestra sección de comentarios y ora por la persona que dejó una oración antes que la tuya.

© 2020 por Sarah Geringer. Todos los derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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