Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, Soberano de toda la tierra, se posen en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se cortarán, porque las aguas que descienden de arriba se detendrán como en un embalse. Josué 3:13 (RVA-2015)
El título de la noticia me llamó la atención: “Las personas con ‘síndrome de la cueva’ son reacias a volver a la vida normal después de COVID”. Pensé, lo entiendo completamente. Durante más de un año nos han dicho: «No salgas de tu casa. No salgas». Separados de nuestra familia, amigos, iglesias y oficinas, hemos permanecido alejadas para mantenernos a salvo.
A medida que el mundo se abre de nuevo, me pregunto, ¿será que no se supone que debemos regresar al modo de antes? ¿Qué pasa si parte del propósito de Dios para nosotros no es retroceder, sino avanzar?
Al comienzo del libro de Josué, lo “normal” para los israelitas acaba de terminar. Moisés, su líder durante más de 40 años, ha muerto. ¿Cómo será el futuro ahora? Sabían qué esperar del liderazgo de Moisés, pero ¿cómo sería con el de Josué?
Josué comienza su nuevo rol con este mandato a los oficiales del pueblo, …“Preparen alimentos, porque dentro de tres días cruzarán el Jordán para entrar a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR su Dios les da para que la posean” (Josué 1:11, RVA-2015).
Suena genial, excepto que cruzar el río Jordán sería una experiencia muy aterradora; es la época de inundación. (Josué 3:15) La resistencia habría atravesado el campamento. Sin embargo, el pueblo responde, “… —Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos a dondequiera que nos envíes” (Josué 1:16, RVA-2015). Sabían que la vida que Dios tenía para ellos solo podía obtenerse si seguían adelante.
Mientras el pueblo de Dios se dirigía hacia lo desconocido, Él había prometido que haría que su pueblo “… [conociera] que el Dios vivo [estaba] en medio de ellos …” (Josué 3:10, RVA-2015). Dios dijo que pondría Su presencia delante de ellos con los sacerdotes y el arca del pacto yendo por delante (Josué 3:11). Él prometió que el agua dejaría de fluir y se atascaría para que pudieran pasar, como dice nuestro versículo clave: “Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, Soberano de toda la tierra, se posen en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se cortarán, porque las aguas que descienden de arriba se detendrán como en un embalse” (Josué 3:13). Sin embargo, observa el único requisito antes de que suceda algo de esto: las plantas de sus pies tenían que tocar el agua primero.
Dios prometió protegerlos mientras cruzaban las aguas. Lo que Dios no prometió fue primero quitarles el miedo a las aguas turbulentas.
En cambio, prometió dar Su paso después de que ellos tomaran el suyo.
Efectivamente, tan pronto como sus pies “… se mojaron en la orilla del agua …” las aguas “… se detuvieron como en un embalse, muy lejos…” (Josué 3:15,16, RVA-2015). Cualquier temor que hubieran tenido, se fue flotando por el Jordán mientras cruzaban el río en tierra seca.
Tal vez la resistencia que algunas de nosotras sentimos acerca de volver a la normalidad sea en realidad un regalo de Dios, una oportunidad como la que tuvieron los israelitas para avanzar con fe y encontrar nuestro camino nuevo hacia adelante.
Es posible que tengamos que dar un paso de fe antes de que Dios dé un paso adelante para cumplir Sus promesas.
Es posible que Dios no quiera que algunas de nosotras volvamos al ajetreo de la normalidad, sino que ha estado usando esta temporada para revelar una parte de la vida que antes nos perdíamos.
Para mí, al detenerse todo hallé más tiempo con la familia y más tiempo para invertir en una organización local que ayuda a las mujeres a construir vidas nuevas después de salir de los muros de la prisión. He tenido más espacio para poder amar a aquellos que necesitan compasión y apoyo en mi comunidad local.
En esta temporada, cada una de nosotras tiene una oportunidad única de preguntarle a Dios cómo quiere que avancemos. Es posible que quiera darte una nueva perspectiva sobre cómo pasar tus momentos e invertir tus días para Su gloria.
Toma un momento ahora para preguntarle cómo es para ti sumergir tus pies en el agua. ¿Cómo quiere Él que sigas adelante? No importa cómo se vea, puedes confiar en que Él estará contigo en cada paso del camino.
Jesús, a medida que el mundo a mi alrededor se acelera de nuevo, revélame cómo están las cosas frente a mi. Dame la fe para dar un paso en esa dirección. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Salmos 32:8, Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; Te aconsejaré con Mis ojos puestos en ti. (NBLA)
Proverbios 4:25, Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. (NVI)
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Reflexiona y responde
¿Cuál es un aspecto de la vida con el que estás luchando cuando se trata de "volver a la normalidad"? Pregúntale al Señor cómo quiere hablarte sobre esta lucha. ¿Hay algo que puedas aprender? ¿Hay algo que Él quiere que dejes atrás?
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© 2021 por Lynn Cowell. Todos los derechos reservados.
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