Meditaré en Tus preceptos, Y consideraré Tus caminos. Salmo 119:15 (NBLA)

«Corredoras, en sus marcas».

«Listos».

«¡Fuera!»

Escuché el pistoletazo de salida, pero no pude moverme.

No sólo sentía que había cemento en mis zapatos, sino que todo mi cuerpo parecía estar agobiado como si estuviera atada a la valla que rodeaba la pista.

Había pasado el último par de horas preocupada por la carrera. Y ahora parecía que mi mente había corrido tanto que mi cuerpo ya no era capaz de participar.

Mientras me esforzaba a seguir por la pista, parecía que estaba moviéndome en cámara lenta. Todo a mi alrededor se movía, pero por mucho que lo intentaba, no podía avanzar más rápido.

Definitivamente no fue mi mejor carrera, pero decidí seguir adelante y cruzar la línea de meta.

Después, pensé en lo que podría haber hecho de otra manera. Había dormido lo suficiente la noche anterior y había bebido suficiente agua antes de la carrera. Había hecho estiramiento, y había escuchado el sonido que indicaba el momento de abandonar los bloques de partida. Pero mentalmente había trabajado tanto en silencio que el estrés impidió utilizar mi cuerpo de la manera que deseaba.

Esa experiencia cambió algo dentro de mí. Por esa razón decidí proteger mis pensamientos antes de cada carrera, ya que era claro que había una conexión entre mis pensamientos y el rendimiento de mi cuerpo. Y no me gustaba la idea de permitir que mis pensamientos acelerados y de preocupación impidieran alcanzar mis objetivos.

¿Alguna vez has permitido que tus pensamientos se interpongan en tu camino o reduzcan tu capacidad para lograr algo?

Imagina lo lejos y lo rápido que podríamos avanzar si hiciéramos lo que se encuentra en el Salmo 119:15: “Meditaré en Tus preceptos, Y consideraré Tus caminos.”.

Amiga mía, ser intencional acerca de los pensamientos en los que meditas y fijar tu atención en los caminos de Dios, te protegerá de las percepciones distractoras que te estresan o te impiden completar tus asignaciones divinas. Más importante aún, el manejar tus pensamientos te anclará en la verdad sobre quién eres, de quién eres y de lo que eres capaz.

Estás corriendo tu propia carrera. Nadie puede competir con los planes que Dios tiene para ti, así que no hay necesidad de preocuparnos por lo que ocurra en los otros carriles.

Enfoca tu atención en Dios y no en lo que está ocurriendo en los carriles al lado tuyo. Sólo entonces podrás permanecer relajada y lista para responder a las señales de salida que Dios te da.

Corredora, en tus marcas.

Querido Dios, perdóname por permitir que mis pensamientos me distraigan. Gracias por Tu presencia y guía amorosa. Ayúdame a mantener mi atención centrada en Ti, modelando Tus pensamientos y caminos mientras navego por el camino de la vida. En el Nombre de Jesús, Amén.

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2 Corintios 10:5, Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. (NVI)

Isaías 55:7-8, Que abandone el malvado su camino y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al SEÑOR, a nuestro Dios que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia. «Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el SEÑOR—.(NVI)

¿Cuándo te cuesta meditar en la sabiduría y la guía de Dios? ¿Qué pensamientos actuales producen un impacto negativo en tu vida?

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