Devocionales

Libertad para sentir

Kelly Anne Burns 12 de abril de 2022
…donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. 2 Corintios 3:17b (NBLA)

Un gran lienzo de Ninfas de Monet, también conocido como “Nenúfares”, cuelga sobre el piano de mi sala. Me encanta esta pintura. Me encantan las cosas que me hacen sentir algo. Su cualidad mágica evoca una sensación de asombro e imaginación.

Pero en los últimos años, sentir cosas ha parecido, a menudo más doloroso que esperanzador, más como una carga que como una bendición… simplemente difícil.

Las relaciones rotas permanecen. Hay que procesar el dolor profundo. Y los límites deben mantenerse en su lugar. La confusión, el miedo y la duda amenazan mi paz. La vergüenza y el remordimiento buscan robarme el gozo. Y los momentos de desesperación son demasiado familiares. Me pregunto si alguna vez volveré a sentir el calor de la luz en mi rostro durante algo más que un breve momento.

Pero también hay sanidad.

El tipo de sanidad profunda que me hace sentir frágil y vulnerable. Y el tipo que me hace no querer sentir nada en absoluto.

En nuestro versículo clave, vemos que tenemos la libertad de sentir sin miedo: “…donde está el Espíritu del Señor, hay libertad” (2 Corintios 3:17b). Entonces, si el Espíritu Santo está en nosotras, somos libres para expresarnos honestamente sin temor al rechazo, la condena o la vergüenza. No hacerlo es como esposarnos a nosotras mismas cuando nos han dejado salir de una celda de prisión. O como decidir no salir cuando la puerta de la celda se nos abre de par en par.

Rechazar la libertad parece inimaginable cuando se expresa con esas palabras. Y, sin embargo, esto es lo que hacemos. Elegimos permanecer encarceladas por miedo a ser expuestas. Creemos la mentira de que si mantenemos todo reprimido y escondido, nadie jamás sabrá las cosas que estamos pensando y sintiendo y así no podrán juzgarnos, o peor aún, identificarnos por eso. E incluso creemos esto acerca de Dios.

Pero detengámonos un momento y consideremos la alternativa: una relación tan segura que podemos decir lo que sea. Podemos expresar exactamente lo que sentimos en el momento. Podemos dar rienda suelta a cada pensamiento que nos atormenta y asfixia y exponerlos sobre la mesa.

Podemos hablar claramente de las cosas impronunciables que la oscuridad nos ha estado diciendo y admitir que incluso estamos creyéndolas.

Y luego, habiendo revelado todo esto, podemos mirar hacia arriba en lugar de mirar hacia abajo y así encontrar Sus ojos decididos a amarnos de todos modos.

¿Qué pasaría si pudiéramos ser tan reales y auténticas, incluso cuando nos aterroriza hacerlo? ¿Y si pudiéramos ser así porque supiéramos que, independientemente de lo que sintamos, digamos o creamos, o incluso de cómo nos comportemos, seríamos vistas, amadas y cuidadas de la misma manera?

¿Y si esto fuera cierto? No sólo para otra persona. Sino para ti.

Amada, mira hacia arriba. Porque esto es cierto.

Es cierto para mí. Y también es cierto para ti. Es verdad para todos los que le pertenecen.

Querido Señor, mis intentos de hacerme vulnerable a Ti están a menudo contaminados por la duda, el miedo y el cuestionamiento. Quiero rendirme y confiar plenamente en Ti. Quiero experimentar la libertad de ser conocida por Ti íntimamente. Gracias porque eres paciente y digno de confianza. Ayúdame a conocerte más para poder confiar más en ti. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

Amiga, Jesús vino para que puedas experimentar la verdadera libertad en Él y a través de Su gran amor por ti. Él anhela que seas libre, que conozcas el amor y la presencia que son mejores que la vida, y el poder de Su Palabra que desafía toda oscuridad. En Liberada, Beth Moore comparte su propio viaje de salida del pozo y la forma en que las expresiones poéticas del Salmo 40 le regalaron una nueva canción para su alma, dada por su Salvador y ofrecida aquí en este libro conmovedor. Tú también puedes liberarte de lo peor que la vida tiene para ofrecer y aprender a tomar el brazo poderoso de Cristo cuando Él te lo extiende a las profundidades, y te dice lo que finalmente puedes escuchar, «¿necesitas ayuda?». ¡Haz clic aquí para comprar tu copia del libro hoy y experimentar verdadera libertad!

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¿Estás creyendo que puedes ser libre de algo en particular? Nos encantaría acompañarte en oración. Nuestro Muro de Oración es un lugar donde tus peticiones pueden ser publicadas para que otras hermanas puedan orar por ti. Comparte tus propias peticiones y ora por otras en el Muro de oración aquí.

PROFUNDICEMOS

Salmo 139:1-3, SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. (NVI)

Salmo 139:7-10, ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha! (NVI)

La vergüenza y el miedo a menudo pueden mantener nuestros corazones atrapados y alejados de la intimidad con Dios. ¿Te has sentido así en alguna ocasión?

¿Cuáles son algunas de las formas en las que puedes buscar activamente conocer mejor a Dios y así comenzar a construir una base más sólida de confianza en tu corazón hacia Él? ¡Comparte con nosotras en la sección de comentarios!

© 2022 por Kelly Anne Burns. Todos los derechos reservados.


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