Devocionales

¿Por qué estás aquí? Cómo superar los pensamientos negativos

Denise Pass 27 de abril de 2022
Cuando Elías lo oyó, se cubrió la cara con su manto, salió y se paró a la entrada de la cueva. Entonces una voz le dijo: —¿Qué haces aquí, Elías? 1 Reyes 19:13 (NTV)

Deslizándome con cuidado fuera de la cama del hospital, me estabilicé lentamente. El simple hecho de respirar me supuso un esfuerzo mientras intentaba asimilar mi nueva realidad. Me pellizque. No, esto era real.

Mi cuerpo había sucumbido a una neumonía tras una temporada estresante en mi vida. La neumonía y yo nos habíamos conocido antes, muchas veces. Pero mi lucha mayor no era física. Era mental.

Lo que ocupaba mi mente era la preocupación por el bienestar de mis cinco hijos, mientras estaba en un hospital lejos de ellos. Miedo por lo que me pasaría ya que los médicos no tenían respuestas. Y la duda mientras me preguntaba por qué Dios permitió que pasara por una neumonía una vez más.

«¿Por qué estoy aquí, Dios?»

«¿Dejarás que te use aquí?» fue Su respuesta.

A veces deseo que Dios simplemente me dé respuestas o elimine el problema, pero Él me está ayudando a pensar más allá. Muchas veces no veo lo que Él ve ni pienso lo que Él piensa.

Los pensamientos de Dios son mayores que los nuestros (Isaías 55:8). Creer que nuestros pensamientos están por encima de los de Dios rinde nuestra mentalidad a nuestras emociones y a la carne en lugar de rendirla al Espíritu (Romanos 8:5-6). Fijar nuestros ojos en Jesús nos libera. (Colosenses 3:2). Pero esto es muy difícil cuando nuestros propios pensamientos nos engañan (Jeremías 17:9).

Cuando la vida es demasiado dura, nuestros propios pensamientos pueden vencernos, tentándonos a abandonar la fe mientras vagamos por el desierto de los patrones de pensamientos negativos en lugar de descansar en la Palabra y las promesas de Dios.

Elías, un hombre que Dios utilizó para cambiar la mente de multitudes, tuvo su mentalidad vulnerada por el enemigo cuando fue amenazado por Jezabel, una reina pagana. Cuando estas amenazas se intensificaron y se volvieron personales, el terror se apoderó de la mente de Elías y huyó para salvar su vida.

Esto lo llevó al desierto, literalmente y mentalmente. Elías permitió que su mentalidad cambiara de una fe audaz a un miedo absoluto, haciéndole dudar del mismo Dios que acababa de bajar fuego del cielo contra los profetas de Baal y sus “dioses” falsos (1 Reyes 18:19-40).

La historia de Elías me recuerda que las tácticas del enemigo en la guerra mental no son nada nuevas. Miedo. Desesperanza. Duda. Confusión. Pero en ese lugar de confusión emocional, Dios desafió a Elías, ofreciéndole tanto Su presencia como una pregunta, para restablecer su mente. Dios le recordó a Elías que estaba con él. Le hizo esta pregunta dos veces, en 1 Reyes 19:9 y 19:13: “ — ¿Qué haces aquí, Elías?” (NTV).

La respuesta de Elías parecía razonable en cuanto a por qué había huido al desierto. Circunstancias. Miedo. Amenazas de muerte. (1 Reyes 19:10)

Pero Dios sabía dónde estaba Elías. Él sabe dónde estamos nosotras. Su pregunta a Elías es la misma que nos hace a nosotras. Sus preguntas no se refieren al cómo nos hemos metido en nuestro lío, sino, Sus preguntas buscan ayudarnos a pensar en Sus propósitos mientras estamos en ese lugar. Cuando la vida es abrumadora, nuestro Dios nos invita a pensar más allá de nuestros propios pensamientos. Incluso cuando nos encogemos por miedo, Dios sigue teniendo un plan.

Dios no había terminado aún con Elías. Aunque Elías se había retirado esta vez, Dios usó a Elías poderosamente para ser el mentor de Eliseo, quien eventualmente tomaría su lugar como profeta (1 Reyes 19:16). Las directrices de Dios para nuestras vidas y Su gracia para hacernos llegar a ellas son mayores que los límites que tenemos en nuestra mente.

Ese día, cuando Dios me preguntó «¿me dejarás usarte aquí?», mi pensamiento fue: Oh, en cualquier lugar menos aquí. «Pero sí, Señor, aquí estoy; envíame».

Dios quiere rescatarnos justo en medio de los lugares de los que desearíamos escapar y nos invita a ir de misión con Él. Allí, en aquella habitación del hospital, respondí a la llamada de estar en misión. Recorrí los pasillos con mi tubo de oxígeno y mi bata de hospital, escribiendo Escrituras en la pizarra y entregando regalos a otros pacientes. Y de repente sentí una alegría incontenible. Mi sufrimiento no se trataba de mí, y no fue en vano. Dios me tenía allí de misión, e incluso movió el corazón de una enfermera para que aceptara a Jesús como su Salvador.

Al igual que yo, es posible que hayas luchado con la misma pregunta: “¿por qué estoy aquí?”. Pero el por qué algo sucedió no es tan importante como los propósitos de Dios en ese lugar. No tenemos que quedarnos atrapadas en pensamientos negativos. Podemos decidirnos a ver más allá de nuestras circunstancias, adoptando los pensamientos de Dios como propios, siendo transformadas por la mente de Cristo incluso en los momentos difíciles de esta vida (1 Corintios 2:16).

Jesús, ayúdame a elegir Tus pensamientos por encima de los míos, incluso cuando las aguas suben más de lo que creo que puedo soportar. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Es nuestra propia mente, pero podemos luchar para dominarla. Las mentalidades negativas limitan nuestra existencia al mantenernos atadas a hábitos y actitudes, a menos que sepamos cómo liberarnos. Nuestros pensamientos negativos también pueden tener una manera de distanciarnos de Dios, si no controlamos esos pensamientos.

La Biblia nos dice en Romanos 12:2 “… sean transformados mediante la renovación de su mente …” (NVI). Así que para desafiar y llevar cautivos esos pensamientos negativos, tenemos que renovar nuestra mente cada día. En nuestro nuevo recurso GRATUITO en español, “Cinco barreras que impiden conectarte con Dios”, descubre algunas cosas prácticas que podemos hacer para experimentar un cambio. Haz clic aquí para ver este recurso descargable GRATIS en español, ¡y domina tus pensamientos negativos hoy mismo!

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PROFUNDICEMOS

Isaías 26:3, Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. (RVA-2015)

¿Cómo examinas tus pensamientos? Busca una porción de la Escritura que pueda dirigirse a esos pensamientos negativos que tienes y pídele a Dios que te ayude. Él siempre lo hará. ¡Comparte tus pensamientos en los comentarios!

© 2022 por Denise Pass. Todos los derechos reservados.


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