El SEÑOR gobierna las aguas de la inundación; el SEÑOR gobierna como rey para siempre. Salmo 29:10 (NTV)

Problemas. Confusión. Acusaciones falsas. Alertas de inundaciones. Vivimos en un mundo que se agita salvajemente. En los últimos dos años, mi esposo amado ha pasado por dos cánceres no relacionados. Nuestro mundo se ha estado sacudiendo. Quizás el tuyo también.

Cuando las aguas suben y amenazan con ahogar tu vida, puede que sientas que tu única opción es entrar en pánico. Pero, ¿y si no fuera necesario?

Durante los altibajos inolvidables (más bajos que altos, al parecer) de los últimos años, me he encontrado inmersa en el Salmo 29. Una y otra vez, a través de días difíciles y algunas noches de vigilia, he meditado en estos 11 versículos frase por frase, repitiéndolos y orándolos una y otra vez, hasta que se han convertido en parte del tejido de mi ser.

La primera parte de este salmo describe algo drástico que sucede en la naturaleza, posiblemente una fuerte tormenta eléctrica, que simboliza circunstancias abrumadoras que amenazan con hundirnos. Y el salmo concluye con nuestro versículo clave, Salmo 29:10, el cual emite una declaración rotunda de fe que afirma el gobierno de Dios sobre toda la vida y la creación:

El Señor gobierna las aguas de la inundación; el Señor gobierna como rey para siempre.

Este versículo, si lo incrustas en tu corazón, te dará suficiente valor y consuelo que durará toda la vida, independientemente de las inundaciones y tormentas que puedan amenazar con abrumarte.

¿Qué está haciendo Dios durante estas tormentas? Él está sentado. Él gobierna la inundación; Él gobierna como Rey para siempre. No está caminando de un lado al otro, nerviosamente, por los pasillos celestiales. No está corriendo en un frenesí de pánico. Él no está convocando una junta para que le ayude a resolver qué hacer.

Dios está en control. Dios tiene el control, por encima de todas las cosas. Nada está sucediendo en tu vida ni en la mía, en nuestra nación ni en cualquier otro lugar del planeta, que Él no esté presidiendo soberana y providencialmente.

Tal vez estés pensando: “¿cómo puede esto ser cierto? ¿Cómo puede Dios ser soberano sobre las situaciones dolorosas que he soportado, el dolor que he experimentado a manos de otros? ¿Cómo pudo Dios haber permitido que eso sucediera?”

Amiga, lo entiendo. He llorado con los padres junto a la tumba de un hijo pródigo, con amigas preciosas cuyas vidas han sido alteradas por un abuso indescriptible, con mujeres que han soportado la peor parte de la infidelidad de sus maridos, todas tratando de reconciliar circunstancias abrumadoras con lo que se les ha dicho que es verdad acerca de Dios.

Ojalá hubiese una respuesta fácil. Pero hasta que estemos en Su presencia y todo lo que ahora es misterioso se vuelva claro, Dios simplemente nos pide que confiemos en que Él sigue siendo soberano y bueno y que, a través del poder del Evangelio, Él está redimiendo este mundo roto y haciendo nuevas todas las cosas.

Como dice el Salmo 29:10, las tormentas y las inundaciones de la vida suceden bajo Su gobierno, no por encima. Aunque sus aguas crezcan, Él está en control de cuán lejos pueden llegar. Y tan ciertamente como Él ha agitado esas olas, Él también puede hacer que se calmen (Salmo 107:25; Salmo 107:29).

Esto no significa que las inundaciones no sean peligrosas.
Pero sí significa que las inundaciones no son definitivas.

El SEÑOR le da fuerza a su pueblo; el SEÑOR lo bendice con paz. Salmo 29:11 (NTV)

Dios, nuestro único Rey, ha puesto Su fuerza y Su paz a nuestra disposición incluso en situaciones que se sienten muy inestables e inciertas; el pánico no es nuestra única opción. El pánico, de hecho, no tiene sentido en estas condiciones.

Nuestro Dios gobierna. Nuestro Dios es “rey para siempre”. Y Él es capaz de darnos no sólo fuerza sino también paz. Así que podemos tener miedos, y podemos tener lágrimas, pero no tenemos que quedar deshechas. Porque el cielo gobierna.

Señor, Tú eres el Dios de la paz y el consuelo. Cuando me sienta abrumada por este mundo, asegúrame de Tu presencia. Calma mi corazón, y bendíceme con Tu paz. En el Nombre de Jesús, Amén.

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El cielo gobierna es la respuesta de tres palabras para cada preocupación. La promesa que necesitamos para cada ola de problemas, cada asalto a nuestra paz mental. El cielo gobierna significa que Dios gobierna: Su gobierno sobre las naciones y la naturaleza. Su gobierno sobre los virus renegados, el cáncer y las preocupaciones sobre tu matrimonio, tus hijos, tu trabajo y todo lo demás. La Biblia dice que Dios está involucrado personalmente y a propósito en todo lo que ocurre aquí en la tierra.

Utilizando el libro y el ejemplo de Daniel como guía, la autora Nancy DeMoss Wolgemuth revela cómo ver nuestras vidas y el mundo a través de la lente del gobierno del cielo puede protegernos del pánico y darnos esperanza y perspectiva renovadas.

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Profundicemos

Salmo 29:1-2, Honren al SEÑOR, oh seres celestiales; honren al SEÑOR por su gloria y fortaleza. Honren al SEÑOR por la gloria de su nombre; adoren al SEÑOR en la magnificencia de su santidad. (NTV)

A medida que enfrentas circunstancias difíciles y comienzas a sentirte abrumada, ¿cuáles son algunas de las formas en las que puedes asegurar tu corazón, ya sea en pensamiento o en acción ... de la verdad sólida de que el cielo gobierna? ¡Nos encantaría conocer tus ideas en los comentarios!

© 2022 por Nancy DeMoss Wolgemuth. Todos los derechos reservados.

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