En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:12b-13 (NBLA)
Nota de la editora: en agosto de 2014, familias cristianas de la Llanura de Nínive en Irak se enteraron de que se acercaba un grupo terrorista y, temiendo por sus vidas, huyeron de sus hogares en medio de la noche. Durante tres años, vivieron desplazados. Después de que sus ciudades fueron liberadas, solo un pequeño remanente (alrededor del 40%) regresó. Los que regresaron encontraron edificios bombardeados y viviendas destruidas y dañadas, muchas sin posibilidad de reparación. Hoy, la situación en Irak sigue siendo tensa para cristianos como Dahlia, la lucha no ha terminado.
Todavía recuerdo despertar a mis hijos en medio de la noche y huir de nuestra casa. Salimos de nuestra casa que mi esposo, Ghader, y yo habíamos construido durante años, y huimos a lo desconocido con nuestros tres hijos pequeños, sin mucho más que la ropa que llevábamos puesta.
He aprendido de las Escrituras que aquellos que siguen a Jesús serán perseguidos. Jesús nos dijo, “En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense!” (Juan 16:33b-c, NVI). Pero eso no significa que lo que nos pasó no me afectó a mí. Estuve llorando todo el camino cuando huimos. Aún así, nunca afectó mi fe. La persecución que hemos sufrido por seguir a Jesús me ha hecho aferrarme aún más a Dios.
En el campo de refugiados donde vivimos durante tres años, la gente me preguntaba por qué siempre estaba sonriendo. Les dije que podríamos haber perdido todas nuestras posesiones terrenales, pero todavía teníamos a Jesús, y nadie nos lo podía arrebatar.
A finales de 2017, tomamos la decisión de regresar a nuestro hogar en la Llanura de Nínive. Este es nuestro país y herencia. Nuestro linaje se remonta a los días de los discípulos de Jesús; Pedro incluso envió sus saludos a la iglesia en esta región donde vivimos.
Pero cuando entramos en nuestra ciudad, apenas la reconocí. La destrucción, el incendio, era casi como un desierto. Nuestra casa estaba saqueada, los dormitorios demolidos. Me sentí como una extraña dentro de mi propia casa, como si no perteneciera allí.
Hoy, continuamos reconstruyendo nuestras vidas y comunidades. Faltan infraestructuras urbanas, la economía está luchando constantemente y los extremistas siguen siendo una amenaza. Nuestras maletas siempre están listas en caso de que debamos huir nuevamente. Soy muy estricta con mis hijos; les insisto a que tengan cuidado. Mi hija estudia en la cercana Mosul, donde a menudo ocurren secuestros y explosiones. Es aterrador.
Puedes preguntarte cómo puedo vivir con tanta incertidumbre y arriesgarme a perder tanto nuevamente. Mi respuesta es simple: ir a la iglesia y encontrarme con Dios me da esperanza. Oro mucho. Cuando mis oraciones son profundas y del corazón, escucho la voz de Dios dentro de mí y el Espíritu Santo me habla. Cada vez que me siento triste, oprimida o sola, clamo a Dios, especialmente cuando extraño a mi familia. Soy la única de mi familia extendida que todavía está aquí, los demás no regresaron.
Los cristianos aquí estamos construyendo la iglesia en medio de la restauración de nuestra ciudad. También dirijo un estudio bíblico para mujeres. Cuando regresé por primera vez, sentí que necesitaba algo para fortalecer mi fe y restaurar la confianza en mí misma. Vi que algunas de las mujeres a mi alrededor lo necesitaban también. Pensamos, ¿qué mejor lugar para reunirnos que la iglesia, y qué mejor lugar para encontrar esperanza que en la Biblia?
Recientemente, alrededor de 150 mujeres asistieron a nuestra reunión. Siento que el Espíritu Santo obra en nosotras durante las reuniones. Cada vez que nos reunimos, hablamos de mujeres en la Biblia que fueron perseguidas y personas que enfrentaron problemas con valentía. A través de esto, sentimos que existimos. Sentimos la presencia de Jesús. Y sentimos que pertenecemos aquí de nuevo.
La persecución y el sufrimiento me han enseñado que en cada situación, en cada crisis, sólo hay una cosa que puedo hacer: confiar en el Señor y enfocarme en Él. Siempre pregunto, «¿cómo quieres usarme, Señor?». Recuerdo las palabras del Apóstol Pablo y las repito en mi cabeza: “En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:12b-13).
Por favor oren con nosotros. Con las oraciones de la iglesia mundial, podemos continuar nuestro ministerio y difundir la Palabra del Señor que da vida... aquí mismo, en medio de la persecución.
Padre, gracias por Tu promesa y bendición del fuego purificador, y gracias porque puedo confiar en Ti para caminar conmigo a través de él. Estoy conmovida por Tu amor por mí: Tu fuerza, compasión profunda y gracia abundante. Ayúdame a preguntar, «¿cómo quieres usar esto, Señor?» Cuando esté pasando sufrimiento, rodéame con Tu presencia y Tu voz. Por favor, fortalece a Dahlia y su familia y trae Tu paz mientras te siguen y te sirven. Y sé siempre presente con mis hermanas y hermanos en todo el mundo, ya que se arriesgan tanto para dar testimonio de Tu bondad y poder. En el Nombre de Jesús, Amén.
Como devocional patrocinado, las dos secciones siguientes pueden contener enlaces de contenido solo en inglés.
Recomendamos
Los cristianos perseguidos como Dahlia te piden que ores con ellos para que se mantengan firmes en su sufrimiento. ¿Te comprometes a orar con ellos a través de Open Doors USA? Descarga la aplicación Pray for the Persecuted smartphone app para recibir notificaciones en tiempo real y peticiones de oración directamente de los creyentes perseguidos. También puedes descargar la guía de oración de 52 semanas de Open Doors y orar con creyentes como Dahlia en los 50 países más peligrosos para los cristianos.
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Dahlia vive con su esposo, Ghader, sus tres hijos adultos jóvenes y su chihuahua blanco en Bashiqa, una ciudad en el norte de Irak. Son muy activos en su iglesia pero extrañan a sus familiares. Open Doors USA está publicando este devocional en nombre de Dahlia para compartir su historia de cómo Dios ha obrado a través de ella y sus pruebas. Aprenda más de Dahlia y otros cristianos perseguidos en OpenDoorsUSA.org.
Profundicemos
Juan 16:33, Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (NVI)
¿Estás luchando por tener esperanza en este momento?
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