Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes… Efesios 6:13-14a (NVI)

Recientemente, mi familia y yo estuvimos en el parque acuático, celebrando el cumpleaños de mi esposo. Después de mucho lamentarme, me encontré deslizándome por un tobogán de agua a un ritmo alarmantemente rápido. Esta situación no sería tan mala excepto que … no sé nadar.

Cuando salí del tobogán, esperaba que mi cuerpo se deslizara con seguridad en un charco. En cambio, me encontré completamente sumergida bajo el agua. Entré en pánico. Agité mis brazos y piernas frenéticamente.

Pensé, esto es todo. ¡Así es como va a terminar!

A través del sonido del agua, escuché el silbido del salvavidas. Entonces vi un brazo que se extendía hacia abajo y heroicamente me llevaba a un lugar seguro. Respirando con dificultad, agradecí al salvavidas, que me miraba de forma muy extraña.

Cuando le pregunté sobre su mirada perpleja, respondió: «lo único que tenías que hacer era ponerte de pie».

Luego señaló la inscripción en el costado de la piscina que decía “90 centímetros”. ¡Me estaba ahogando en 90 centímetros de agua!

¿No es así como es la vida a veces? Nos sentimos abrumadas por las listas interminables de tareas pendientes, los hijos que se rebelan, el cónyuge que no nos comprende, las relaciones que de repente fracasan o la casa que nunca parece estar limpia. Sentimos que no lo podemos soportar. Es posible que ni siquiera seamos capaces de explicarlo. Simplemente nos sentimos abrumadas. Sentimos que nos estamos ahogando.

No estoy segura de lo que está sucediendo actualmente en tu vida, las situaciones abrumadoras que puedes estar enfrentando, pero lo que sí sé es que todas enfrentaremos desafíos y aflicciones que no esperábamos. En medio de todo, tenemos un Dios que, al igual que ese salvavidas, está listo para rescatarnos.

Puedo imaginarlo mirándome, diciendo: «te he dado todo lo que necesitas. Solo mantente firme». Efesios 6:13-14a declara: “Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes…” Mi corazón se anima al recordar estas verdades:

• No importa cuán incompetente me sienta para las tareas que se me presenten, con Dios estoy bien equipada.
  
  
• No importa cuán rápido parezca estar deslizándome por la pendiente resbaladiza de esta cosa llamada vida, con Dios no estoy desesperada.
  
  
• No importa cuán abrumadoras se sientan las situaciones de la vida, con Dios no me estoy ahogando.

Amiga, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para salir victoriosas contra los planes del enemigo. Lo único que tenemos que hacer es mantenernos firmes. Mantenernos firmes en Su Palabra. Mantenernos firmes en Su promesa que declara que somos “más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37, NVI). Mantenernos firmes en el mandato de Jesús de “¡anímense!” porque Él ha “vencido al mundo” (Juan 16:33, NVI). Mantenernos firmes en la verdad de que Él “peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos” (Deuteronomio 20:4, NVI).

Declarémoslo con la boca y creámoslo en nuestros corazones. Después de haber hecho todo lo que puedas, ¡simplemente mantente firme!

Señor, a pesar de que me siento fácilmente abrumada por las cosas de esta vida, te doy gracias porque siempre estás allí, que nunca me dejas ni me abandonas. Oro, pidiendo que yo continuamente pueda recordar que, a través del poder de Tu Palabra, estoy bien equipada para este recorrido que Tú has preparado para mí. No importa lo que venga en mi camino, permíteme mantenerme firme en Tus promesas. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

Cada día, vives en una guerra espiritual invisible y muchas veces desconocida. Un enemigo maligno y devoto lucha por atacar todo lo que te interesa: tu corazón, mente, matrimonio, hijos, relaciones, perseverancia, sueños y destino. La estrategia del enemigo es sorprenderte, desprevenida y desarmada. Si estás cansada de sentirte intimidada, y que los ataques te agarren desprevenida, este estudio bíblico es para ti. La armadura de Dios, más que una sencilla descripción bíblica del inventario de los creyentes, es un plan de acción para desarrollar una estrategia personalizada que asegurará la victoria. La autora Priscilla Shirer, comparte enseñanzas e ilustraciones valiosas y dinámicas a través de este estudio bíblico, que refuerzan la importancia de vestirte diariamente en la armadura de Dios. Obtén tu copia aquí, para mantenerte firme contra los dardos ardientes del enemigo.

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En Proverbs 31 Ministries, creemos que cuando las mujeres conocen la Verdad y viven la Verdad, todo cambia. Hemos escuchado las voces que piden contenido en español y creemos firmemente que el Señor traerá a las personas correctas a nuestro equipo mientras enseñamos a las mujeres a alinear sus vidas a la Verdad de la Palabra de Dios.

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PROFUNDICEMOS

Romanos 8:37, Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (NVI)

Juan 16:33, Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (NVI)

¿En qué área de tu vida pareces abrumarte fácilmente? ¿Cómo puedes utilizar la Palabra de Dios para mantenerte firme durante esos momentos abrumadores? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!

© 2022 por Avril Occilien-Similien. Todos los derechos reservados.

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