Moisés le presentó al SEÑOR el caso de ellas, y el SEÑOR les respondió: «Lo que piden las hijas de Zelofejad es algo justo, así que debes darles una propiedad entre los parientes de su padre. Traspásales a ellas la heredad de su padre. Números 27:5-7 (NVI)
Hace poco tiempo, me reuní con un grupo de mujeres líderes en mi ciudad. Estas mujeres encabezan organizaciones sin fines de lucro, trabajan como profesoras y administradoras en escuelas locales, dirigen empresas, y lideran iglesias. Muchas de ellas se han estado sintiendo agotadas y abrumadas por las necesidades dentro de sus círculos de influencia.
Tal vez esto te describa a ti: agotada, abrumada y lista para tirar la toalla. Sin importar el sitio donde lideras, ya sea en tu ciudad, iglesia, lugar de trabajo o en tu hogar, todas hemos llegado a un punto donde no nos sentimos seguras de cómo seguir adelante. Las pérdidas, los obstáculos y la oposición nos desgastan y deterioran.
Las mujeres líderes de mi ciudad tenían hambre de un poco de ánimo para sus distintas funciones directivas. De modo que abrí mi Biblia en el libro de Números y leí la historia sobre las cinco hermanas que formaron parte de la nación de Israel: las hijas de Zelofejad.
Estas mujeres en Números 27, quienes son llamadas por su nombre, Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá (Números 27:1), recorrieron un camino de pesares. Su padre falleció y se quedaron sin provisiones. Juntas se presentaron ante Moisés y acudieron por su compasión, y posteriormente, por la compasión de Dios.
Ellas le plantearon una pregunta respetuosa pero mordaz: “¿Será borrado de su clan el nombre de nuestro padre por el solo hecho de no haber dejado hijos varones?” (Números 27:4a, NVI).
Básicamente, ellas le pidieron los derechos sobre la propiedad de su padre, algo que por lo general no se concedía a las mujeres dentro de este contexto antiguo. Los padres daban a sus hijas una dote o un obsequio cuando contraían matrimonio, pero las hijas no heredaban propiedades. Aun así, Moisés consideró su caso y llevó su pedido ante Dios. Me encanta la respuesta de Dios:
Moisés le presentó al SEÑOR el caso de ellas, y el SEÑOR le respondió: «Lo que piden las hijas de Zelofejad es algo justo, así que debes darles su propiedad entre los parientes de su padre. Traspásales a ellas la heredad de su padre (Números 27:5-7).
Esta historia nos brinda una gran enseñanza acerca del corazón de Dios hacia las mujeres. La palabra traducida aquí como “caso” es mishpat en hebreo, la cual también puede significar “justicia” y es utilizada en toda la Biblia. Las mujeres argumentaron un caso personal pidiendo justicia, lo cual afectó a la comunidad entera. La ley fue modificada, y todas las mujeres que se habían quedado sin padre o hermanos se beneficiarían (Números 27:8-11).
Estas mujeres dieron un paso adelante en comunidad con valentía. Hoy en día, ellas sirven de ejemplo para todas nosotras. Dios nos da inteligencia, voluntad y creatividad para avanzar en fe en nuestros círculos de influencia. Él nos acompaña y nos provee personas que respaldan nuestro valor, para que no tengamos que hacerlo solas.
¿Con quiénes puedes unirte para apoyarlos con valentía hacia el cambio?
Tal vez Dios te esté llamando para que acompañes a tu hija para ofrecerle sabiduría y ánimo.
Tal vez Él te esté llamando para liderar tu organización y avanzar con tu equipo hacia una nueva dirección.
Tal vez tu esposo necesite que tú lo acompañes, cubriéndolo con tus oraciones.
Tal vez puedes acompañar a tu hermana en Cristo quien está aprendiendo a levantarse y expresar su historia.
Oremos por las maneras en que podemos avanzar en fe y en comunidad como las hijas de Zelofejad que cambiaron la historia.
Querido Dios, te doy las gracias por ser un Dios que se encarga personalmente de cada una de nuestras necesidades. Tu Palabra ilumina cómo Tu corazón se inclina en misericordia y justicia. Demuéstranos cómo tratar a las personas con el mismo corazón. En el Nombre de Jesús, Amén.
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Josué 17:3-4, Sucedió que Zelofejad hijo de Héfer, nieto de Galaad y bisnieto de Manasés, solo tuvo hijas, cuyos nombres eran Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá. Ellas se presentaron ante Eleazar el sacerdote, ante Josué hijo de Nun y ante los jefes de Israel, y les dijeron: «El SEÑOR le ordenó a Moisés que nos diera tierras en los territorios asignados como herencia a nuestro clan». Entonces Josué hizo tal como el SEÑOR le había ordenado. (NIV)
Las hijas de Zelofejad vuelven a aparecer en el libro de Josué. Él les concedió las tierras de su padre de acuerdo a la ley modificada en Números.
¿Puedes recordar algún momento en el cual el Espíritu Santo te impulsó a actuar con valentía? ¿Hay algún área donde Él pueda estar moviéndote a reunir valor en comunidad?
Nos encantaría oír sobre ti! Comparte tus pensamientos en los comentarios.
© 2023 por Dorina Lazo Gilmore-Young. Todos los derechos reservados.
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