Siendo, pues, que ustedes han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Ocupen la mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra; porque han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. Colosenses 3:1-3 (RVA-2015)

¿Alguna vez has tenido uno de esos días tan ajetreados en los que no paras de trabajar desde el momento en que te levantas hasta que te acuestas a dormir?

Hace poco tuve un día así. Y esa noche cuando apagué la luz, me di cuenta de que apenas había pensado en Jesús desde mi tiempo devocional temprano esa mañana. Inmersa en mi lista de quehaceres, había pasado todo el día sin orar ni pensar en lo que Él podría desear.

Es fácil alejarnos de nuestro tiempo destinado a la oración y a la lectura de la Biblia sin mirar atrás. Pero he aprendido que hay una manera de sobrellevar mi lista de quehaceres y a la vez mantener mi corazón y mente cercanos a Jesús.

Meditar en las Escrituras es una disciplina espiritual que podemos practicar durante todo el día, incluso cuando nuestras manos están ocupadas con tareas urgentes. Al reflexionar sobre la Palabra de Dios se cierra la brecha entre nuestro tiempo de estudiar Sus palabras y vivirlas.

El Apóstol Pablo nos dice, “Siendo, pues, que ustedes han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba donde Cristo está sentado a la diestra de Dios” (Colosenses 3:1). Si has creído en Jesús para salvación de tus pecados, le perteneces. Estás segura en Su amor, y tu vida debe ser vivida a través de Él y para Él. Cada momento de tu día por más insignificante o pequeño que parezca le pertenece a Jesús. Permanecer conectada a Él a lo largo del día te ayudará a vivir tus días ordinarios con una perspectiva eterna.

¿Pero cómo podemos mantenernos conectadas a Cristo en medio de la ropa sucia, llamadas telefónicas y fechas límite? Pablo nos dice: “Ocupen la mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra; porque han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:2-3). Cuando llenamos nuestros corazones con las palabras de Dios, podemos vivir enfocadas en Cristo en el aquí y ahora. Nuestras listas de quehaceres pueden ser extensas y necesarias, pero Jesús es nuestra vida misma (Colosenses 3:4).

Para ocupar la mente en las cosas de arriba, debemos llenarla hasta el tope con las buenas y verdaderas palabras del Señor, recurriendo a las Escrituras una y otra vez. Al atar nuestras mentes a la Palabra de Dios, nos arraigamos en la eternidad, anclando nuestros corazones a nuestro hogar para siempre con el Señor, y dirigiéndonos a otros a la esperanza en Cristo. 

Una de las maneras más prácticas en que podemos hacer esto es memorizar las Escrituras. Puede parecer intimidante, ¡pero es factible y gratificante! Elige algún pasaje de las Escrituras que direccione tu corazón hacia el carácter y los propósitos de Dios. Escríbelo en una tarjeta, ponla donde la puedas ver a lo largo del día y comienza a guardar los versículos en tu corazón, frase por frase. Utiliza los momentos del día en los que tus manos están ocupadas pero tu mente no.

Tal vez tengas que abordar esa lista de quehaceres, pero puedes fijar tu mente en lo que está arriba acompañando tus tareas a la memorización de las Escrituras, susurrando la Palabra de Dios en voz alta para ti misma una y otra vez mientras lavas los platos, vas al trabajo, o doblas una pila de ropa limpia. Tus momentos ordinarios son oportunidades para deleitarte en la Palabra de Dios y permanecer conectada a Él todo el día.

Memorizar la Palabra de Dios es crucial para moldear la manera en que vivimos nuestras vidas terrenales aquí porque cambia nuestra manera de pensar y responder. A medida que guardas las Escrituras en tu corazón, podrás asemejarte cada vez más a Jesús, Aquel que es tu vida misma.

Padre, quiero agradecerte por hacernos Tuyas en Cristo. Mientras meditamos y memorizamos Tu Palabra, ayúdanos a crecer en fidelidad sin importar qué nos depara cada día. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Si deseas aprender cómo la Palabra de Dios puede moldear y formar la manera en la que vives cada día, echa un vistazo al nuevo libro de Glenna Marshall, Memorizing Scripture: The Basics, Blessings, and Benefits of Meditating on God’s Word.

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Salmo 1:2-3, Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera (NBLA).

¿A qué se asemeja hacer todo en el nombre de Jesús, sin importar cuán ordinario o cotidiano tu “todo” se pueda parecer?

¿De qué manera el deleitarnos en la Palabra de Dios noche y día mantiene nuestras mentes aferradas a Él? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!

© 2023 por Glenna Marshall. Todos los derechos reservados.

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