Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo». Isaías 30:21 (NVI)
No llevábamos mucho tiempo en la senda cuando tuvimos que tomar una decisión. Una bifurcación en el camino nos presentaba dos opciones distintas: si nos dirigíamos a la derecha, nos esperaba una cuesta empinada de peldaños y rocas irregulares. Pero si continuábamos por la izquierda, la inclinación era más gradual y suave.
Como mi esposo y yo teníamos los perros con nosotros y esta era nuestra primera vez subiendo ese sendero juntos, escogimos sin dudar el camino más fácil. Más tarde, descubrimos que los dos caminos convergían en la cima de la montaña y que ambos conducían a la misma vista. No importa qué dirección hubiésemos elegido al principio, habríamos llegado a la misma vista.
Aunque tomé la decisión de senderismo con confianza, mi vida espiritual a veces es todo lo contrario. En la vida, me enfrento a miles de decisiones, y estoy segura que tú también. Algunas de ellas son de menor importancia y otras pueden alterar la vida, pero cada una de ellas requiere orientación e intención.
De vez en cuando, me encuentro con una decisión importante en la vida en la que hay dos opciones, como la bifurcación del sendero, y debo decidir qué camino tomar. El problema es cuando ambas parecen ser dirigidas por Dios. Esto me sucedió hace algunos meses cuando tuve oportunidades de trabajo en dos empresas, ambas con valores que respetaba.
En situaciones como ésta, muchas veces me acerco a la voluntad de Dios como si estuviera tomando un examen de opción múltiple. Pienso que hay una opción correcta, y que si no la elijo, mi vida se volverá en un caos completo.
Pero si analizamos las Escrituras, rara vez vemos a Dios obrar de esta manera. Sí, algunas decisiones deshonran a Dios, y el pecado siempre es la respuesta equivocada. Pero cuando nos acercamos a Su voluntad como una prueba, nos olvidamos de uno de los dones más edificantes para la fe que Él nos ofrece: la capacidad de tomar buenas decisiones.
En nuestro versículo clave, vemos a Dios hablar a través del profeta Isaías a los israelitas, quienes se habían alejado de Él en numerosas ocasiones:
Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo» (Isaías 30:21).
¿Pero te das cuenta de algo? La promesa no dice que el pueblo de Dios escucharía de Él solo si giraban a la derecha o si solo si giraban a la izquierda. Dice que en cualquier dirección, escucharían la voz de guía de Dios.
A veces enfrentamos decisiones donde múltiples caminos honran a Dios. Cada camino hará crecer nuestra fe en nuevas formas y nos hará usar nuestros dones dados por Dios. Dios quiere que lo busquemos en oración y que tomemos una decisión. De cualquier manera, Él nos mostrará el siguiente paso que quiere que demos.
Quizás estés pensando, he dado un paso de fe antes, y no resultó bien…
Amiga, te entiendo. El temor a exponernos de nuevo es real. Aunque el resultado no está garantizado, Dios garantiza Su presencia continua.
Después de muchas dudas y oraciones, finalmente tomé la decisión laboral. Analicé las necesidades de mi familia, el tiempo requerido y otros factores. Después, sentí paz. Incluso después de una primera semana desafiante en el trabajo, sabía que estaba en mi punto óptimo, y la confianza que solamente podía provenir de Dios me cubrió. Expectante del futuro, no he vuelto a mirar atrás.
Dios, gracias por el don que nos das a cada una de nosotras en la capacidad de tomar decisiones. Queremos honrarte en nuestras elecciones, y no queremos permanecer estancadas. Cuando encontremos una bifurcación en el camino, muéstranos el camino a seguir. Y si ambos caminos te honran, danos valor para seguir adelante con confianza, sea cual sea el camino que elijamos. En el Nombre de Jesús, Amén.
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Salmos 25:4-5, SEÑOR, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! (NVI).
¿Sientes que estás estancada en un ciclo de dudas acerca de una decisión que tienes que tomar? ¿Podría ser que Dios esté esperando a que des un paso de fe? Comparte lo que piensas en los comentarios.
© 2023 por Abby McDonald. Todos los derechos reservados.
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