…«Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él». Marcos 10:14-15 (NVI)

«Estoy abrazando a Dios», dijo mi hija con una sonrisa. «Creo que Él también me está abrazando».

Envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo pequeño y se acurrucó en su cama. Su cara era la imagen perfecta de satisfacción.

Me arrodillé a su lado e hice una oración para dormir, impresionada con su fe tan inocente. «Él te está abrazando», le dije mientras me retiraba de su cuarto. Y así lo creía. Pero aun mientras lo expresaba, anhelaba sentir Su presencia tal como lo hacía mi pequeña de cinco años.

Llevaba meses sinitiéndo como si caminara a través de una neblina espiritual sin fin. Las formas de conectar con Dios que solían resultar en éxito, ya no estaban funcionando, y mi fe se sentía fatigada y rutinaria. Cuando abría mi Biblia no sentía el mismo fervor que una vez tuve.

Esta no era la primera vez que pasaba por una temporada semejante, pero me afectó con una nueva intensidad. Dudaba de mi habilidad para escuchar a Dios la cual se transformó en desánimo, y me preguntaba qué estaba haciendo mal.

Al reflexionar sobre la afirmación de mi hija, me di cuenta de algo. Ella sabía que no tenía que hacer nada extraordinario para sentir el abrazo de Dios. En cambio, se acurrucó y lo disfrutó.

A veces caigo en el patrón de pensamiento de que necesito tener todo completado en una lista invisible para lograr la conexión con Dios. Pero Dios quiere que lo disfrute como una niña perdida en los brazos de su papi. De la misma manera que disfruto del sol en mi rostro en un día de invierno, Él quiere que yo sepa que Su calidez no depende de nada de lo que yo haga o deje de hacer.

En Marcos 10, vemos que las personas llevaban a sus niños a Jesús para que Él pusiera Sus manos sobre ellos y los bendijera. Cuando Sus discípulos reprendieron a los padres, Jesús les amonestó, “«Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él»” (Marcos 10:14-15).

Mientras estudiaba estos versículos, una palabra me llamó la atención: “reciba”. Jesús nos recuerda que el Reino de Dios es un regalo que recibimos, no algo que nos esforzamos por lograr completando cosas en una lista. Cuando confesamos nuestra fe con nuestra boca y aceptamos a Jesús como Señor, se nos da un lugar en Su Reino para siempre.

Las semanas siguientes a la oración antes de dormir con mi hija, añadí lo siguiente a mi oración matutina: Señor, ayúdame a vivir en el gozo de Tu presencia. Continué orando durante el día y en mis caminatas al atardecer, y añadí esta sencilla petición.

Aunque no hubo un cambio dramático o una experiencia reveladora, con el tiempo, noté la presencia de Dios en momentos cotidianos que a menudo había pasado desapercibida. Los pájaros que hacían un nido justo fuera de la ventana de mi cocina. La forma en que el sol mañanero brilla sobre el rocío en nuestra grama, como si fuera brillantina. En lugar de acercarme a mi tiempo con Dios como una tarea, me permití estar quieta en Su presencia.

Si bien las temporadas de desierto siguen llegando, Dios utilizó este tiempo en mi vida para despertar esa curiosidad infantil en mi. Me ha enseñado cómo una oración simple y sincera puede cambiar mi perspectiva, y es una oración que sigo orando hoy.

Dios, gracias por el regalo de una fe sin complicaciones. Gracias por la capacidad de acudir a Ti sin una lista de cosas por hacer y solo estar quieta en Tu presencia. Cuando tropezamos en la neblina espiritual o perdemos nuestra maravilla, renueva nuestro asombro inocente en Ti. En el Nombre de Jesús, Amén.

Las secciones siguientes pueden contener enlaces de contenido solo en inglés.

RECOMENDAMOS

Las oportunidades para ver la bondad de Dios nos rodean por todas partes.

Solo tenemos que fijarnos en ellas. En Proverbs 31 Ministries, queremos ayudarte a ver las maneras en que Dios está obrando en tu vida hoy. Con tu donación, nos ayudas a continuar a ofrecer los recursos bíblicos que necesitas, y gratis. Recursos como devocionales alentadores que llegan directamente a tu correo electrónico. ¿Nos ayudarías a continuar proveyendo esos recursos gratuitos tanto a ti como a otras mujeres como tú al donar hoy? ¡Dona ahora!

 

El libro de Abby McDonald, Shift: Changing Our Focus to See the Presence of God, ofrece más conocimiento sobre cómo un simple cambio de perspectiva puede permitir que el poder de Dios reine en nuestras vidas. ¡Adquiere tu copia aquí!

CONÉCTATE

¿Hay algunas áreas en tu vida donde no logras avanzar? Visita el sitio web de Abby para realizar el desafío “5 Days to Life Unstuck”. También puedes conectarte con Abby en Instagram.

¿Buscas más aliento? Proverbs 31 Ministries tiene recursos bíblicos gratuitos en español que traerán esperanza y te ayudarán a navegar el día a día.

PROFUNDICEMOS

Efesios 2:17-18, Y VINO Y ANUNCIÓ PAZ A USTEDES QUE ESTABAN LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA. Porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. (NBLA)

¿Cuándo fue la última vez que solo te sentaste y disfrutaste de la presencia de Dios? ¿Cómo cambió tu perspectiva esta práctica sencilla? ¡Nos encantaría que compartieras con nosotras en los comentarios!

© 2023 por Abby McDonald. Todos los derechos reservados.

---

NUESTRAS CREENCIAS

Si la vida se siente increíblemente difícil, haz clic aquí para acceder a nuestros recursos de consejería y asesoramiento.

---