Entonces él se apresuró a descender y lo recibió con gozo. Lucas 19:6 (NBLA)

¿Te encantan los perros? Para mí, no hay nada mejor que llegar a casa después de un día largo y ser recibida por mi perro que da saltos y lametones, como si yo fuera la persona más importante del mundo. Estas dosis diarias de gozo relacional me recuerdan que soy vista y celebrada, especialmente en los días duros.

Es la misma sensación que experimento al entrar en una habitación llena de desconocidos y me encuentro con una cara conocida. Mi cuerpo entero se relaja cuando sus ojos se iluminan y me invita, con un gesto, a acercarme a ella. Se siente bien ser vista y parte de algo.

Me pregunto si quizás esa era la sensación de las personas que se encontraron con Jesús en persona.

En Lucas 19:1-10, un hombre rico llamado Zaqueo buscaba ver a Jesús. Él salió rápidamente delante de la multitud y trepó un árbol, esperando poder verlo aunque fuera por un segundo. No solo logró verlo desde lejos, sino que Jesús vio a Zaqueo y le llamó a bajarse delante de todo el mundo y él mismo se invitó a cenar en la casa.

Zaqueo pudo haber sentido miedo o vergüenza cuando Jesús le llamó la atención en público; pues él era un recaudador de impuestos deshonesto y odiado. Él sabía que era un pecador, indigno de la atención de Jesús. Sin embargo, “él se apresuró a descender y lo recibió con gozo” (Lucas 19:6).

Al igual que yo en una habitación llena de desconocidos cuando mi amiga me invita a acompañarla, o cuando mi perro sale corriendo a saludarme, Zaqueo se dio prisa y respondió inmediatamente a la invitación de Jesús a una relación y pertenecimiento. El ser invitado a la presencia de Jesús cambió a Zaqueo. Como resultado, voluntariamente devolvió cuatro veces la cantidad a todos que había robado y dio la mitad de sus posesiones a los pobres (Lucas 19:8).

Sin embargo, en el capítulo anterior, encontramos una situación similar, pero con una respuesta a Jesús muy distinta.

En Lucas 18:18-23, un líder joven y rico, se acercó a Jesús con una pregunta. Buscaba la afirmación de que había hecho todo correctamente para heredar la vida eterna. Pero cuando Jesús le dijo que vendiera todo y se lo diera a los pobres, se fue triste.

Esperaba impresionar a Jesús con su riqueza y sus obras; en cambio, Jesús expuso su corazón desacertado. La vida eterna estaba de pies delante de este hombre, pero no lo vio, siendo distraído por sus propios méritos y posesiones, creyendo que éstos le podrían salvar. Él perdió la oportunidad de tener una relación con Jesús. Pero Jesús no lo avergonzó ni lo regañó. El evangelio de Marcos incluye este detalle: “Jesús, mirándolo, lo amó …” (Marcos 10:21a, NBLA).

Cuando entramos en la presencia de Jesús, ¿cómo respondemos?

Me gustaría decir que soy como Zaqueo. Que entro rápidamente en Su presencia con gozo, sabiendo que Jesús se deleita completamente en mí. Pero algunos días, llego avergonzada a Jesús, temiendo que me va a condenar por las maneras en que me he equivocado. Otras veces, me acerco a Él con demasiada seguridad, presumiendo sobre cómo he servido a otros y cómo merezco elogios y un premio. A veces, respondo como el líder joven y rico, reticente o con miedo de soltar a lo que estoy tan aferrada.

Quizás haces lo mismo. Pero Jesús nos mira y nos ama como Él amó a los dos hombres. Podemos correr con ganas hacía Él, rindiendo todo, mientras nos invita a estar con Él.

Hoy, elijamos buscar en serio a Jesús, quien espera abrazarnos con gozo.

Señor, Tú te deleitas en nosotras y ¡estás contento de estar con nosotras! Gracias por Tu don de Emmanuel, Dios con nosotras, esta temporada de Navidad. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Sofonías 3:17, Pues el SEÑOR tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría». (NTV)

En los comentarios a continuación, comparte cómo eres igual a Zaqueo o cómo eres igual al líder joven y rico. ¿Qué necesitas rendir a Dios en esta temporada navideña? ¡Comparte en los comentarios!

© 2023 por Jodi Harris. Todos los derechos reservados.

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