Devocionales

Tus noches son normales

Dr. Alicia Britt Chole 20 de diciembre de 2023
Dios llamó a la luz «día» y a la oscuridad «noche». Génesis 1:5a (NTV)

Me senté sola en el parque olvidado y abandonado. Con la cabeza entre las manos, acunándome sin darme cuenta, traté desesperadamente que mi fe siguiera firme, entera, simplemente… que siguiera.

El banco de picnic en donde me quedé se parecía a mi fe: desgastada, poco firme y sin arreglo.

El ardiente sol de Texas pretendió abrigarme al salir, pero parecía incapaz de iluminar la noche que había en mí. El sol no pudo ser disuadido e intentó abrigarme cuando se puso, pero yo carecía de la energía para darle importancia. El sufrimiento espiritual había agotado mis reservas.

¿Cómo es que llegué aquí? Hice una mueca, mirando hacia la oscuridad creciente.

Jesús había interrumpido mi cosmovisión atea unos años antes, poco antes de que yo fuera a la universidad. Mis primeros pasos con Él habían estado colmados del brillo de la fe diurna. Desde luego, luchaba en muchas áreas mientras seguía a Jesús, pero, incluso en esos momentos, sentía su guía a pleno sol.

Sin embargo, ese día en el parque, lo único que sentía era dolor. Durante meses, había pensado tanto, tratando de entender misterios que me superaban, hasta que terminé exhausta mentalmente. Ya nada tenía sentido. Parecía que, de alguna manera, yo le había fallado a mi fe y, ahora, mi fe estaba a punto de fallarme.

En retrospectiva, veo que Dios me estaba invitando a tener una fe nocturna. Y, aunque nunca lo hubiera anticipado, la fe nocturna pronto me llevaría a algo mucho más satisfactorio que la comprensión: un amor más profundo por Dios.

A fin de cuentas, la noche fue una de las primeras creaciones de Dios:

Entonces Dios dijo: «Que aparezcan luces en el cielo para separar el día de la noche» (Génesis 1:14a, NTV).

Dios hizo dos grandes luces: la más grande para que gobernara el día, y la más pequeña para que gobernara la noche… Y Dios vio que esto era bueno (Génesis 1:16-18).

Desde el comienzo de la creación, antes del pecado y antes de la maldición, caminar con Dios requería tanto fe diurna como fe nocturna. Lo que significa que la noche es normal.

Físicamente, sin embargo, nosotros los humanos tenemos una larga historia de esfuerzos para acortar la noche. Con velas o electricidad, cada época ha intentado hacer que la noche se doblegue ante su necesidad percibida de más luz y menos oscuridad.

Afortunadamente, estamos recuperando el respeto por los poderes curativos de la noche a medida que los investigadores afirman la conexión evidente entre la oscuridad, la salud del sistema inmunológico y el bienestar mental y emocional. Aun así, todavía somos reticentes a respetar espiritualmente la noche.

Preferimos crecer de día, gracias. Preferimos la fe a plena luz del sol. Preferimos ver con claridad, saber mucho y caminar con confianza hacia un futuro bien iluminado.

¿Pero qué tal si las noches espirituales también son esenciales? ¿Qué tal si evadir la noche nos está saboteando la salud de nuestra alma? ¿Qué tal si hay algo que necesitamos en la noche que no podemos encontrar en el día?

Sí, la fe brilla bajo el sol. Pero se profundiza en la oscuridad.

¿Por qué? Porque a la luz del día, cuando es fácil ver, también es fácil autoguiarse. En la noche, cuando no podemos ver, la necedad del autoliderazgo queda expuesta. La noche nos impulsa a decidir: ¿en quién y en qué confiamos más, en nosotras o en Dios? ¿en nuestros sentidos o en la Palabra de Dios?

Las noches son invitaciones a desarrollar nuestros músculos de confianza, y la confianza, no las respuestas, es lo que nos lleva más hacia el amor.

En la noche, descubrimos la verdad de Hebreos 12:2: Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe (NTV). Y Su aliento puede sostener esa fe incluso cuando nuestras mentes no pueden y nuestras emociones no lo harán.

Lo que significa que nosotros nunca jamás debemos tener miedo cuando se apagan las luces.

Señor, escojo confiar en Ti durante esta noche. Aunque no puedo ver mi camino a través de ello, todavía puedo seguirte en ello. Guíame más profundamente hacia Tu amor. En el Nombre de Jesús, Amén.

Las secciones siguientes pueden contener enlaces de contenido solo en inglés.

RECOMENDAMOS

La noche no es tu enemiga. Aunque la fe brilla bajo el sol, se profundiza en la oscuridad. Lee el libro más reciente de la Dra. Alicia Britt Chole, La noche es normal, para obtener una guía práctica a través del dolor espiritual. Para más inspiración, también descarga su canción “Even in the dark of days” a través de Spotify o Apple Music.

CONÉCTATE

 

Aprende más acerca de Alicia en Instagram y en su sitio web.

Para mantenerte informada sobre más materiales en español como estos, puedes seguir la cuenta de Tyndale Español en Facebook o Instagram.

PROFUNDICEMOS

Isaías 50:10b, Si caminan en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíen en el SEÑOR y dependan de su Dios. (NTV)

¿Qué noche estás enfrentando actualmente? ¿Qué preguntas te gustaría hacerle a Dios? ¡Compártenos en los comentarios!

© 2023 por Dra. Alicia Britt Chole. Todos los derechos reservados.

Proverbs 31 Ministries agradece a Tyndale House Publishers por patrocinar el devocional de hoy.

Haz click aquí para ver nuestra política sobre los enlaces de terceros.


NUESTRAS CREENCIAS

Si la vida se siente increíblemente difícil, haz clic aquí para acceder a nuestros recursos de consejería y asesoramiento.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

Únete a la conversación

¡Nuestra campaña financiera de fin de año está activa ahora!