Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar. Isaías 48:17 (NBLA)

Cuando mi esposo y yo nos mudamos a nuestra primera casa, lo cual fue un proyecto de renovación masiva en una nueva ciudad, me encontré llena de emoción y temor.

No sabía a dónde me llevaría esta nueva temporada, y los cambios me resultan difíciles. No sabía qué desierto tenía ante mí. Además de eso, me estaba recuperando de un arduo tramo de tensión física y mental. Todo me dejó vulnerable y tuve que admitir que no lo tenía todo bajo control.

¿Me recordaría este período de los años áridos que dejaba atrás?

¿La angustia de no saber qué depara el futuro me impediría disfrutar de un presente potencialmente hermoso?

Así como en Éxodo 13:21, cuando Su pueblo caminaba por el desierto, Dios se convirtió en mi nube de día y columna de fuego de noche, guiándome donde no podía ver y protegiéndome cuando volvían a presentarse dudas y temores pasados. Paso a paso, tambaleante, fui sostenida, dirigida y consolada.

Deseamos avanzar rápido y recto, como un viaje veloz a través de las aguas de la vida. Pero casi nunca funciona tan bien, ¿verdad? Hay giros y vueltas inesperadas, momentos desconcertantes y desgarradores. El viaje rara vez avanza como pretendemos.

Entonces nos quejamos, apretamos los puños y exigimos respuestas, lamentándonos de no haber previsto que no deberíamos llegar aquí. Esta autosuficiencia, es una hierba amarga de masticar.

Suéltalo, dice Dios, llevándonos a depender de Él para darnos lo mejor.

Quizá es en este tramo de desierto estrecho y árido donde nuestros huesos se fortalecerán y nuestros corazones se ablandarán. Después de todo, es el Señor quien nos lleva a donde debemos ir.

Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar (Isaías 48:17).

Dios dirige nuestros pasos y los hace seguros. Está bien admitir que tenemos miedo o estamos fuera de nuestro elemento. Dios quiere escuchar el clamor de nuestros corazones; Él quiere consolarnos, animarnos y fortalecernos a través de nuestros tiempos de lucha. Cuanto más fuera de lugar nos sentimos, más podemos apoyarnos en Dios, quien nos ha dado todo lo que necesitamos en el camino.

En las mareas desordenadas de la vida, en la tristeza y la esperanza, en la escasez y la abundancia, es posible que no sepamos cómo navegar por las aguas desconocidas que nos rodean y se nos atraviesan. Sin embargo, Dios nos regala tesoros en el camino y nos enseña una confianza más profunda qué nos acerca a Su corazón, incluso mientras permanecemos en el desierto.

Padre, esta temporada de incógnitas es incómoda. Me siento un poco perdida y asustada. Aún así, Tú eres el que va conmigo y delante de mí, preservando mi vida y dándome exactamente lo que necesito hoy. Gracias por Tu cuidado y por cómo me apoyarás durante esta temporada. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

Encuentra una selección exclusiva de nuestros libros favoritos llenos de verdades de Dios y disponibles en español al visitar nuestra librería de Proverbios 31 o Christianbook.com.

CONÉCTATE

¿Buscas más aliento? Proverbios 31 Ministerios tiene recursos bíblicos gratuitos en español que traerán esperanza y te ayudarán a navegar el día a día.

PROFUNDICEMOS

Deuteronomio 8:3, Él te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que tú no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no solo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR. (NBLA)

¿Te ha dirigido Dios a una temporada de incertidumbre e incomodidad? ¿Dónde puedes ver a Dios todavía proveyendo para ti y guiándote hacia adelante?

Escribe tres formas en que Dios te ha cuidado esta semana y recuérdate a ti misma que Él nunca dejará de amarte.

¡Nos encantaría escuchar de ti! Comparte lo que piensas en los comentarios.

© 2024 por Sarah Freymuth. Todos los derechos reservados.

---

NUESTRAS CREENCIAS

Si la vida se siente increíblemente difícil, haz clic aquí para acceder a nuestros recursos de consejería y asesoramiento.

---