»Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. Juan 14:27 (NTV)
Cuando mi padre fue diagnosticado con cáncer de páncreas, “paz” no era una palabra con la que hubiese descrito mis pensamientos o emociones. Mis sentimientos estaban por todos lados mientras me preguntaba qué de bueno podría salir de esta situación tan terrible.
Quizá tú también te has encontrado en temporadas donde se siente como si Dios no se deja ver o permitió que ocurriera algo devastador.
En el Evangelio de Juan, Jesús compartió estas palabras con Sus discípulos en un discurso de despedida a lo largo del camino que finalmente conduciría a la cruz: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo” (Juan 14:27).
A veces pienso que la paz aparecerá cuando los problemas desaparezcan: cuando la casa esté limpia, el coche esté arreglado, la cirugía haya terminado, etc. Sin embargo, la palabra griega para “paz” utilizada en Juan 14:27, eirene, significa un estado tranquilo del alma: una postura interna independiente de las circunstancias externas. Esto significa que podemos experimentar tranquilidad en nuestro interior aun cuando en el exterior ocurren situaciones terribles en nuestras vidas.
¿Cómo recibimos esta paz que Jesús prometió? La respuesta no es un programa ni mucho menos un proceso paso a paso. En el Evangelio de Juan encontramos que la paz no es un procedimiento; la paz es una Persona. Acoger la paz significa desacelerarse y disfrutar de Jesús. Él sigue siendo el Príncipe de Paz de quien escribió Isaías alrededor de 700 años antes de Su nacimiento (Isaías 9:6).
Jesús comprende nuestra batalla con la paz porque Él se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14). Cuando Jesús caminó en la tierra, Él no estaba inmune a los problemas. Cuando Su amigo Lázaro se enfermó y murió, Jesús “se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció” (Juan 11:33, NBLA). Él expresó emociones humanas y lloró (Juan 11:35).
Cuando la hermana de Lázaro, Marta, hizo preguntas, su hermana María lloró y los dolientes lloraron, Jesús entró en su dolor. Él conoce las pérdidas por las que has pasado y desea entrar en tu dolor también. Su paz es un regalo: uno que el mundo no puede darnos. Saber que Jesús comprende los problemas terrenales de primera mano nos puede traer paz cuando estamos pasando por dificultades.
Mi papá vivió sólo 29 días después de su diagnóstico de cáncer. Él era un seguidor de Cristo, así que sé que hoy está más vivo que nunca. Aún así esta etapa ha estado llena de todo tipo de emociones, incluyendo enojo y tristeza.
Quizá tus problemas actuales están más relacionados con finanzas, amistades, familia o algo más. Mientras luchas con tus circunstancias hoy, recuerda que el camino a la paz es el camino a una Persona. Los problemas vendrán, pero los problemas no tienen la última palabra porque Jesús nos promete Su paz.
Jesús, gracias por ofrecerme Tu paz. Enséñame a disfrutar de esa paz en mi mente y en mi corazón hoy. Ayúdame a expresar mis sentimientos mientras me aferro a mi fe al mismo tiempo. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
En el caos de nuestro día a día, puede ser difícil vivir y aplicar las verdades de las Escrituras. Buscamos paz en nuestras vidas y logros, pero terminamos agotadas, desanimadas y anhelando más. Gretchen Saffles sabe lo que es sentirse abrumada e incapaz de florecer. En La mujer cultivada en Su Palabra, ella nos lleva al Pozo de la plenitud, a la Palabra de la libertad y al Camino de la fructificación. Ella enseña que la Palabra de Dios nos satisfará por toda la eternidad.
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PROFUNDICEMOS
Juan 14:1, “No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí.” (NTV)
Juan 16:33, Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo. (NTV)
¿Qué sentimientos o frustraciones actuales puedes traerle a Jesús hoy? ¿Cómo se vería para ti el disfrutar de la paz de Jesús a pesar de los problemas que estés enfrentando actualmente? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!
© 2024 por Melissa Spoelstra. Todos los derechos reservados.
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