A la luz la llamó «día» y a las tinieblas, «noche». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el primer día. Génesis 1:5 (NVI)

Esto es para todas las mujeres que sienten que deben hacerlo todo antes de descansar.

Muchas de nosotras estamos esperando hasta que hayamos “hecho” o “terminado” con nuestro trabajo antes de descansar. Pero ese momento no llegará hasta el final de nuestras vidas.

Estamos convencidas de que hay que lavar toda la ropa, responder a cada mensaje de texto, responder a cada correo electrónico importante y asegurarnos de que hemos cuidado bien de cada niño. Antes de descansar, debemos tener la próxima semana bajo control, planificar lo siguiente y terminar los platos.

Justo por esto estoy increíblemente agradecida por la primera visión de descanso que Dios proyectó en Génesis.

Después de que Dios creara el día y la noche, la luz y la oscuridad literal, Él hizo algo interesante. Aquí mismo, en el fundamento de todo, Él cambió el orden: pasó del patrón día-noche a la noche y luego al día.

Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. A la luz la llamó «día» y a las tinieblas, «noche». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el primer día (Génesis 1:3-5, NVI).

Esto cambia la vida de aquellas de nosotras que sentimos que necesitamos ganarnos el descanso.

Cuando nuestro Dios intencional y creativo habló para crear el día y la noche, la secuencia original fue el día y luego la noche. Pero en Génesis 1:5, es como si Él hubiera sacado la tarjeta inversa de Uno y de repente se refiriera a los dos como “noche y … mañana”.

Una posible inferencia aquí es que para los humanos que habitan la creación de Dios, la noche y el descanso anteceden. Y luego el trabajo. Esto no quiere decir que hayamos malinterpretado por completo la intención de Dios para el sábado al final de la semana (Génesis 2:2). Pero sí señala la verdad de que no podemos trabajar con el tanque vacío.

Desde el principio, vemos que Dios alivia nuestros miedos y preocupaciones sobre si algún día podremos ganarnos el descanso. No hay una lista que terminar antes de recibir el regalo del descanso que nos ofrece un Padre bueno y amoroso. Hay noche y mañana; hay descanso y luego trabajo. En la estructuración que Dios hace del orden creado de todo, podríamos decir que Él intencionalmente ordenó que el descanso precediera a cualquier tipo de actividad de vigilia.

Entonces rompemos los lazos con la mentira de que no podemos descansar hasta que nuestro trabajo esté terminado, y recibimos la verdad de que no podremos trabajar bien hasta que descansemos.

Cuando descansamos, tomamos la palabra de Dios, confiando en que el esfuerzo puede cesar.
Cuando descansamos, derribamos los ídolos falsos de agradar a las personas, el miedo y el perfeccionismo.
Cuando descansamos antes de terminar el trabajo, declaramos la fidelidad de Dios más fuerte que nuestra propia productividad.

Su Reino viene cuando se hace Su voluntad, y Su Reino viene cuando Sus hijas descansan.

Dios, Te damos gracias por modelar el descanso para nosotras en la creación y en la vida de Jesús. Nosotras, Tus hijas, te damos gracias por darnos descanso como un regalo de gracia y alivio. Ayúdanos a aceptar el regalo y dejar de intentar ganárnoslo. ¡Ayúdanos a romper los vínculos con el esfuerzo! En el Nombre de Jesús, Amén.

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RECOMENDAMOS

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PROFUNDICEMOS

Salmo 127:2, Es inútil que te esfuerces tanto, desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados. (NTV)

Mateo 11:28-30, Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana». (NTV)

 

¿Qué tareas en tu vida piensas que no te dejan descansar? ¿Cómo sería descansar antes de lanzarte a la productividad? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!

 

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