¡He aquí, Dios es mi salvación! Confiaré y no temeré, Isaías 12:2a (RVA-2015)
Me senté en el sofá una tarde con lágrimas corriendo por mi rostro cuando recibí una noticia que me dejó llena de preocupación. Luego, solo unos minutos después, recibí un segundo mensaje de texto sobre otra situación que también fue devastadora.
Era como si estos mensajes fueran puñetazos en mi alma. Sentí como si me hubieran golpeado con uno, y luego un segundo golpe rápido en el estómago.
Cuando llueve, llueve a cántaros; o eso dicen. ¿Y esto no se siente tan cierto a veces?
En temporadas en las que parece que una cosa tras otra sale mal, estamos desesperadas por un cambio o soluciones. No importa si sabemos que la lucha y los conflictos son parte del ser humano en un mundo roto, nunca estamos listas para las malas noticias cuando llegan.
Tal vez tú, como yo, te hayas encontrado en este lugar hoy, con un dolor inesperado, desafíos imprevistos y cargas desconocidas en tu camino. O tal vez estés cargando con un peso que ha estado contigo por mucho tiempo, un peso que estás cansada de tener que manejar y que se ha vuelto demasiado.
Tal vez el recordatorio que ambas necesitamos hoy es lo que leí esta mañana al abrir mi Biblia: “¡He aquí, Dios es mi salvación! Confiaré y no temeré…” (Isaías 12:2a).
Es posible que estos problemas con los que nos encontramos lidiando no desaparezcan en este momento, pero al igual que Isaías, podemos declarar que Dios ha sido y seguirá siendo nuestro Salvador. No tenemos que tener miedo.
No sé tú, pero para mí, ese recordatorio trae esperanza en medio de la tormenta. Yo estoy agitada, pero mi Dios no.
En nuestras temporadas difíciles, podemos reconocer el dolor, lamentar lo que estamos enfrentando y también saber que Jesús nunca nos dejará solas. Cuando la vida se siente incierta o injusta, podemos confiar en Dios con lo que nos rompe el corazón.
Oh, amiga, puede llover o incluso llover a cántaros, pero Dios nunca te dejará sola. Él está contigo, y es poderoso para salvar.
Amado Padre celestial, Tú ves estas cargas y el dolor que llevo. Ayúdame a recordar que nunca me dejarás sola, que puedo confiar en Ti y que no debo tener miedo. Pongo en Tus manos hábiles todo lo que llena mi mente de preocupación, y te pido que me des Tu fuerza al recordar Tus promesas día a día. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
En su nuevo devocional Lo vas a lograr, Lysa TerKeurst te ayuda a permanecer conectada con Dios y con los demás, aún en medio de circunstancias desalentadoras, decepcionantes o incluso devastadoras. Puedes incorporar un nuevo ritmo diario mediante la práctica de recibir y soltar: recibir el aliento, la instrucción y la verdad de Dios para empezar el día y soltar a Dios todo lo que te agobia al final de cada jornada. Él te pondrá en el camino de la sanidad.
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PROFUNDICEMOS
Isaías 41:10, No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia”. (NBLA)
¿Cómo has visto a Dios fortalecerte en el pasado a través de temporadas difíciles? ¡Compártelo en los comentarios!
© 2024 por Ashley Morgan Jackson. Todos los derechos reservados.
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