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El sentido de culpa que estoy sintiendo ¿es real o falso?

Dr. Alison Cook 12 de junio de 2024
en caso de que nuestro corazón nos reprenda, mayor es Dios que nuestro corazón, y él conoce todas las cosas. 1 Juan 3:20 (RVA-2015)

Como terapeuta, he notado que el obstáculo que la mayoría de mis clientes enfrenta cuando se requiere establecer un límite o hacer un cambio es la culpa.

Cuando tomas una decisión que es sabia para ti, a menudo significa decepcionar a otra persona. Aparece la culpa: ¿qué pasa si he hecho algo mal? ¿qué pasa si he lastimado a alguien? ¿qué pasa si he cometido un error?

Pero los sentimientos de culpa no siempre significan que hayas hecho algo mal. Podrían significar que hiciste algo valiente.

La culpa es una emoción, no necesariamente un mensaje directo de Dios. “en caso de que nuestro corazón nos reprenda, mayor es Dios que nuestro corazón, y él conoce todas las cosas” (1 Juan 3:20). Por lo tanto, enfrentar la culpa implica sentir curiosidad por ella. La culpa tiene información importante para ti, pero no siempre es la historia completa.

Es útil distinguir entre la culpa real y la culpa falsa.

Los mensajes de la culpa real aparecen después de hacer algo mal, cuando puedes nombrar lo que hiciste mal. Fui demasiado dura con mis hijos. Le mentí a una amiga. Traicioné la confianza de alguien. La culpa real implica un pinchazo claro a la conciencia, seguido de claridad, lo que te permite cambiar tu comportamiento, a disculparte o reparar la situación.

Los mensajes de la culpa falsa aparecen cuando no has hecho nada malo; cuando no puedes nombrar lo que has hecho mal. Sientes una sensación imprecisa de no estar a la altura de algún estándar imposible que tu o alguien más ha establecido. Me siento culpable de que se sientan decepcionados. Me siento culpable por no estar disponible para mis hijos las 24 horas al día, los 7 días de la semana. Me siento culpable de que otras personas estén sufriendo.

La solución para la culpa falsa es replantearla cuidadosamente, dándole un nombre nuevo, uno que describa con mayor precisión lo que sientes.

La culpa falsa a menudo te protege de enfrentar emociones más vulnerables y desafiantes: la tristeza, el miedo, la impotencia. Me entristece que esté decepcionando a mi amiga. Me preocupa que esté decepcionando a mis hijos. Me siento impotente porque no puedo mejorar su situación.

En este caso, la culpa es una etiqueta errónea. Por supuesto, no quieres que otras personas se sientan tristes, heridas o decepcionadas. Pero no sirve de nada decirte a tí misma que estas cosas son tu responsabilidad exclusiva.

Cuando experimentas la culpa falsa, esencialmente te sientes culpable por ser humana: por no ser omnipotente, omnisciente y omnipresente. En otras palabras, te sientes culpable por no ser Dios.

La buena noticia es que no lo eres. Eres finita y tienes limitaciones. Todas somos así.

La respuesta correcta a la culpa en este caso es la aceptación de tus limitaciones humanas: rendirte. Cuando te rindes, reformulas tus expectativas sobre ti misma.

La culpa dice: “estoy decepcionando a la gente”.
La rendición dice: “tengo limitaciones y soy una hija amada de Dios”.

La culpa dice: “debería ser perfecta”.
La rendición dice: “no soy perfecta y la gracia de Dios es suficiente”.

La culpa dice: “debería haber hecho más”.
La rendición dice: “Dí lo mejor de mí y tengo que confiarle el resto a Dios”.

El antídoto contra la culpa falsa es una aceptación radical de tu dependencia de Dios. Es elegir honrar con valentía la realidad de tus limitaciones humanas.

Dios, no quiero decepcionar a nadie ni cometer un error. No quiero que sufran otras personas. Pero Tú me pides que sea valiente. Ayúdame a confiar en Ti con lo que no puedo controlar. En el Nombre de Jesús, Amén.

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RECOMENDAMOS

Para una guía práctica para superar las emociones impulsadas por la culpa, obten una copia del libro de la Dra. Alison Cook  I Shouldn’t Feel This Way: Name What’s Hard, Tame Your Guilt, and Transform Self-Sabotage into Brave Action.

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Si estás buscando un recurso de terapia basada en la fe, consulta el podcast de la Dra. Alison, The Best of You.

PROFUNDICEMOS

1 Samuel 15:22b, El obedecer vale más que el sacrificio, y prestar atención, más que la grasa de carneros. (NVI)

¿Puedes identificar una culpa falsa en tu vida? ¿Cómo podrías entregarle esa culpa a Dios? Comparte con nosotras al dejar un comentario aquí.

© 2024 por Dr. Alison Cook. Todos los derechos reservados.

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