… sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Filipenses 3:14 (NVI)
Al parecer, a la comparación le encanta arruinarme el contentamiento.
Para mí, usualmente comienza cuando termino mi tiempo con Jesús en la mañana. No solamente he logrado levantarme temprano para leer mi Biblia, sino que también me siento genuinamente conectada con Dios. Después de elevar oraciones de agradecimiento y establecer una perspectiva positiva para el día, tomo mi teléfono. Casi inmediatamente, mi ánimo cambia…
Un grupo de amigas se reunieron anoche para disfrutar de una cena hermosa. Todas se muestran gozosas y risueñas. Y no me invitaron.
Otra amiga anuncia que ella, su esposo y sus hijos (con atuendos perfectamente coordinados) están esperando otro bebé.
No toma más de tres minutos para que mi mañana sea secuestrada por los celos.
La comparación es una de las estrategias que el enemigo usa en nuestra contra cuando intentamos vivir de acuerdo a quien Cristo nos ha llamado a ser en Él. Si Satanás puede mantenernos enfocadas en todo lo que no somos o no tenemos, nos estancaremos ahí. En lugar de ir tras lo que Dios nos ha llamado a hacer, estaremos persiguiendo otras cosas.
Pero cuando dejamos de participar en el juego de la comparación y optamos por considerar que Jesús es nuestro premio, ganamos.
Uno de mis versículos favoritos de la Biblia es Filipenses 3:14: “sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.” Pablo escribió estas palabras desde la prisión, pero él estaba enfocado en el premio: Para él, nada era más valioso que la eternidad con Jesús.
El contentamiento y la comparación no pueden coexistir. Y si el contentamiento se encuentra en nuestro interior, no lo podemos ir a buscar externamente.
Este proceso comienza al decidir que las vidas de los otros no son marcadores de dónde deberíamos estar. Estamos tan ocupadas mirando lo que Dios está haciendo en ellos, que perdemos de lo que Él está haciendo en nosotras. Dejamos pasar lo que Él ya ha hecho.
Si estás luchando con esto hoy, estas son tres invitaciones para ti:
- Pasa tiempo a solas con Dios en Su Palabra. Recuerda Su amor por ti mientras lees las historias de lo que Él ha hecho y lo que Él hará.
- Pídele al Espíritu Santo que examine tu corazón y revele en qué área de tu vida has querido encontrar satisfacción con cosas externas.
- Permite que Dios intercambie tu perspectiva limitada y terrenal por esperanza en Sus promesas eternas.
Amiga, el plan de Dios para tu vida no se puede comparar con Su plan para nadie más. La persona que Dios te ha llamado a ser es única. La manera en que Él te está moldeando para que seas esa persona también es intencional (Salmo 139:13-14).
Dios nos ayude a estar dispuestas a cambiar nuestra mirada de lo que todos a nuestro alrededor están haciendo para ver lo que Dios está haciendo en nosotras.
Dios, confieso que he mirado con envidia lo que estás haciendo en las vidas de las personas a mi alrededor. Pero sé que todas las cosas que tienen, las cosas que deseo, nunca serán más satisfactorias que Jesús. Muéstrame cómo puedo dejar de compararme para poder encontrar un contentamiento real solamente en Ti. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
Todas estamos tentadas a comparar y competir… porque todas tenemos un enemigo atacando nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras emociones, con la esperanza de que nos tornemos una contra otra, y contra nosotras mismas. En Sin rival, Lisa Bevere comparte como una revelación del amor de Dios rompe estas comparaciones. Puedes dejar de ver a otras como rivales, y puedes hacer una conexión profunda con tu Creador quien te promete identidad e intimidad verdadera.
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PROFUNDICEMOS
Filipenses 4:11, No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. (NVI)
2 Corintios 4:18, Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. (NVI)
¿En qué área de tu vida te sientes más tentada a compararte con otros? En lugar de mirar la vida de los demás, ¿cómo puedes enfocarte en lo que Dios está haciendo en tu vida?
Nos encantaría saber de ti, comparte tus pensamientos en la sección de comentarios.
© 2024 por Meghan Ryan Asbury. Todos los derechos reservados.
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