Cuando se terminó de asignarle a cada tribu el territorio que le correspondía, el pueblo de Israel entregó a Josué, hijo de Nun, el territorio que le pertenecía a él como herencia. Josué 19:49 (NVI)

Al salir de la autopista, noté un letrero en un lote de césped vacío frente a mi vecindario. Decía “supermercado próximamente.” Mi corazón dejó de latir.

Tal vez estés pensando, vaya, esta chica se emociona extrañamente con la construcción de una nueva tienda de comestibles.

Permíteme explicarlo.

Soy farmacéutica y había estado orando por un trabajo más cerca de casa. Aunque exploré opciones cercanas, nada parecía ser una buena opción. Cuando vi el letrero, mi mente comenzó a acelerarse. ¿Podría ser? ¿Habrá una farmacia en el supermercado? ¿Me contratarán? En ese momento, sentí como si escuchara a Dios decir: es tuyo.

Me acordé de Josué 19-20, donde Dios asignó porciones de la tierra prometida a las tribus de Israel. Llevaban mucho tiempo deseando, esperando y luchando por esta tierra. Tribu por tribu, clan por clan, Dios le dijo a cada persona (en pocas palabras): es tuyo.

Los hijos de Simeón recibieron territorio dentro de Judá. La tribu de Zabulón obtuvo una área verde pequeña pero exuberante con su límite hasta Sarid. La parcela de Isacar estaba cerca del mar de Galilea. Cada territorio fue asignado estratégicamente por Dios. El último territorio fue dado a Josué, el líder siervo de Israel.

Cuando se terminó de asignarle a cada tribu el territorio que le correspondía, el pueblo de Israel entregó a Josué, hijo de Nun, el territorio que le pertenecía a él como herencia. Así cumplieron con lo que el SEÑOR había ordenado. Josué recibió la ciudad de Timnat Sera, que estaba enclavada en la región montañosa de Efraín. Él la había solicitado (Josué 19:49-50a, NVI).

Los eruditos dicen que esta tierra no era nada lujosa, pero para Josué, era su herencia. Josué había estado esperando esta tierra durante 45 años. El nombre Timnat Sera significaba “la provisión abundante de Dios”.

Josué 19:50b luego dice: “así que la reconstruyó y se estableció en ella” (NVI).

Creo que Dios nos ha dado a cada una de nosotras una asignación: las escuelas e iglesias a las que asistimos, nuestros trabajos, los gimnasios o cafeterías que frecuentamos, nuestros hogares, nuestros vecindarios y nuestras ciudades. Puede que al principio no parezca mucho, pero debemos recordar que Dios nos ha colocado allí estratégicamente. Y al hacerlo, Él está diciendo: esa es tu asginación, tu esfera de influencia, tu Timnat Sera.

De hecho, aproximadamente un año después de ver ese letrero, el lote de césped vacío se transformó en una tienda hermosa de comestibles con una farmacia donde ahora trabajo. Durante los últimos 15 años, ha sido mi Timnat Sera. Puede que no parezca gran cosa para otros, pero para mí, es un lugar de la provisión abundante de Dios.

Dondequiera que Dios nos coloque, Él nos confía un propósito. No importa cuán larga o corta sea la temporada, seamos fieles.

Querido Jesús, por favor equípame para ser Tus manos, pies y voz donde me has colocado: en mi hogar, vecindario, ciudad, iglesia, trabajo, escuela o supermercado. Y que mi vida siempre traiga gloria a Tu nombre. En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

Hechos 17:26, »De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus tiempos y las fronteras de los lugares donde viven… (NBLA)

Efesios 2:10, Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (NVI)

¿Qué te ha confiado Dios? ¿Cuál es y dónde está tu esfera de influencia, y cómo crees que Dios desea usarte en esa área? Por favor, comenta a continuación, ¡nos encantaría saber de ti!

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