Y oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?». «Aquí estoy; envíame a mí», le respondí. Isaías 6:8 (NBLA)
La vida. Es. Difícil. (¿Alguien afirma, «amén»?) Y pareciera que se pone más difícil cada día. Solo basta con mirar alrededor y entender que este mundo está hecho un desastre.
Ya sea una atrocidad a nivel global o una injusticia que sufrimos individualmente, la carga puede ser pesada, especialmente cuando parece que el mal está triunfando.
Jesús sabía que experimentaríamos esa carga, así que nos invitó a acercarnos y aprender de Él, para encontrar descanso para nuestras almas (Mateo 11:28-29).
Tomémosle la Palabra y hagámos justo lo que nos dice.
Cuando llega el agotamiento, ¡miremos adentro, miremos alrededor y miremos arriba!
1. Miremos hacia adentro y preguntémonos: ¿qué siento?
“Jesús lloró” (Juan 11:35, NBLA). Estas dos palabras de las Escrituras conllevan un significado profundo. Al llegar a la escena donde Su amigo Lázaro había fallecido hacía días, Jesús se sintió conmovido profundamente. Él sabía cómo terminaría la historia (Advertencia destripe: Él levantaría a Lázaro de la muerte), y sin embargo Él aún sentía. Si para Jesús fue importante el reconocer Sus sentimientos, ciertamente es importante para nosotras también.
2. Mira alrededor y pregúntate: ¿en qué me estoy enfocando?
Puede ser difícil entender por qué, en Su soberanía, Dios permite que las personas actúen en formas que son contrarias a Su corazón. Aunque no pretendo saber la respuesta, yo sí conozco la promesa de Romanos 8:28 que “Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos” (NTV). Todo. Aun esto, sea lo que sea. Entonces en vez de enfocarnos en el problema, podemos escoger enfocarnos en el potencial de lo que Dios hará a través de ello.
3. Mira hacia arriba y pregunta: ¿qué debo hacer al respecto?
En Isaías 6:8, leemos, “Y oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?». «Aquí estoy; envíame a mí», le respondí”. ¿Es esta nuestra actitud? Verás, podemos mortificarnos por todo lo que está mal… o permitir que nuestros sentimientos y una nueva perspectiva nos dirijan directamente hacia Dios, preguntando qué podemos hacer para facilitar la solución. Esto no resolverá todos los problemas del mundo, pero alinearnos con Dios permite que esa pesadumbre en nuestras almas se transforme en un sentimiento de empoderamiento.
Podemos reflejar el Reino de Dios aquí en la tierra y hacer de nuestro espacio en este mundo un mejor lugar, un paso de fe a la vez. Y cuando cada una de nosotras hace su parte, colectivamente, podemos cambiar el mundo.
Padre, gracias porque no me desamparas cuando la vida se siente abrumadora. Dame la valentía para unirme a Ti y hacer de este mundo un mejor lugar. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
Cuando nuestra fe está a la deriva, puede sentir como si una corriente submarina nos hubiera arrastrado y alejado de la costa, hacia lo profundo, hacia la oscuridad. Pero quizás no estemos tan lejos de la seguridad como sentimos. Aunque la fe brilla bajo el sol, se profundiza por la noche oscura del alma. En La noche es normal, la Dra. Alicia Britt Chole nos ofrece una perspectiva innovadora que revela que la desilusión espiritual es una amiga inesperada. Provee herramientas prácticas para ayudarnos a navegar por la noche y abrirnos camino hacia una esperanza colmada del amor de Dios.
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PROFUNDICEMOS
Hebreos 4:13, “No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.” (NTV)
Isaías 55:8, “Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el SEÑOR—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.” (NTV)
A pesar de cómo parezcan las cosas a veces, Dios nunca está ausente, y nada se le escapa. Él ve todo y le importa todo y está activamente obrando a tu favor en este mismo momento. ¿Cómo cambia eso tu perspectiva en cuanto a los problemas que enfrentas hoy? Te invitamos a compartir lo que piensas en la sección de comentarios.
© 2024 por Stacy Lowe. Todos los derechos reservados.
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