Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado.
Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. Salmo 23:4 (NTV)
Al imaginar el futuro, vi escena tras escena donde, algún día, el pequeñito dentro de mí crecería, reiría y viviría. Sin embargo, los sueños que una vez bailaron en lo profundo de mi corazón ahora descansan en un resquicio del tiempo pasado.
En un momento llevaba una vida dentro de mí; al siguiente, un latido de corazón se perdió en la eternidad.
Ya sea un aborto espontáneo u otra pérdida dolorosa, tal vez tú también conoces ese eco vacío en tu espíritu mientras lloras por esos hermosos sueños interrumpidos. Lo siento mucho por tu pérdida, querida amiga. Puede ser muy difícil para nuestro corazón adolorido entender la pérdida de un futuro que esperábamos.
Uno de mis escritores bíblicos favoritos, el rey David, sabía mucho sobre la pérdida, desde el duelo por la muerte (2 Samuel 12:16-20; 2 Samuel 18:33) hasta el duelo por las dificultades de la vida (Salmo 22). Me encanta la escena reconfortante que David relata en el Salmo 23, en el que describe la presencia de Dios con él en los días más oscuros:
El SEÑOR es mi pastor … Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan (Salmo 23:1-4, NTV).
Antes de ser rey, David fue pastor, por eso sabía acerca de guiar a las ovejas por caminos difíciles mientras las protegía y proveía para ellas, permaneciendo siempre cerca en todo momento. A lo largo de los altibajos de los días de David, reconoció que su Dios, el Pastor de su vida, era su fuente constante de consuelo y apoyo.
David también escribió estas palabras reconfortantes sobre Dios en el Salmo 139:7-10: “¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia! Si subo al cielo, allí estás tú; si desciendo a la tumba, allí estás tú. Si cabalgo sobre las alas de la mañana, si habito junto a los océanos más lejanos, aun allí me guiará tu mano y me sostendrá tu fuerza” (NTV).
¡Oh, el alivio de reconocer, como lo hizo David, que incluso cuando la pérdida nos deja sintiéndonos vacías y solas, el Señor nunca se irá de nuestro lado! El gran Pastor de nuestras almas está tan cerca como nuestro propio aliento, caminando tiernamente con nosotras a través de cada valle oscuro de la vida.
Querida hermana, está bien sentir lo que sientes; Dios no te está juzgando por ser humana y tener el corazón roto. El Señor comprende tu desilusión y confusión, y no necesita que filtres tu dolor.
Tu Dios está ahí, ahora mismo, amándote en donde te encuentras.
En momentos como estos, cuando no hay respuestas a los “por qué” mientras tu corazón llora, que descanses en el tierno amor de Dios, que está contigo para siempre. Recuéstate en la palma de Su mano y déjate sostener en el consuelo de Su cuidado.
Querido Señor, gracias por caminar conmigo todos mis días. Por favor ayúdame a sentir Tu presencia amorosa mientras lamento la pérdida de un futuro que esperaba. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
En su devocional Lo vas a lograr, la autora Lysa TerKeurst te ayuda a permanecer conectada con Dios incluso en medio de circunstancias desalentadoras, decepcionantes o incluso devastadoras. Cuando la vida te parece demasiado difícil, incorpora un nuevo ritmo de recibir y soltar: recibir el aliento, la instrucción y la Verdad de Dios para empezar el día, y soltar a Dios todo lo que te agobia al final de cada jornada. Él te pondrá en el camino de la sanidad.
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PROFUNDICEMOS
Salmo 34:18, El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. (NVI)
Mateo 5:4, Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. (NBLA)
¿Qué pasaría si abrieras un cuaderno o una aplicación de un diario y simplemente derramaras tu corazón ante Dios? No es necesario que luzca bonito; simplemente ven como estás y descansa en el tierno cuidado del Pastor de tu alma.
Octubre es el mes de la Concientización sobre la Pérdida del Embarazo y el Lactante. Si conoces a alguien que ha sufrido un aborto espontáneo o ha perdido un bebé, considera enviarle una palabra de aliento o un versículo bíblico, hoy. Hazle saber que estás orando por ella.
Nos encantaría que compartieras tu corazón en los comentarios.
© 2024 por Brenda Bradford Ottinger. Todos los derechos reservados.
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