¿Aún me amas, Señor?

En la hora más oscura de la noche, mientras las sombras de la ventana salpicaban ominosamente las paredes de mi dormitorio, me acosté en la cama, mirando al techo.

Tantas preocupaciones pesaban en mi corazón. Muchos seres queridos estaban luchando con problemas desgarradores, ninguno de los cuales podía solucionar yo. Los errores, las carencias y los pecados propios también amenazaban con robar mi paz.

Comencé a orar, derramando mis preocupaciones, desesperada por escuchar de Dios las respuestas que anhelaba mi alma. Pero ahí hice una pausa. ¿Soy digna de elevar todas estas peticiones de oración?

Hice una lista de mis errores, uno por uno, a medida que me venían a la mente… todas esas razones por las que me sentía indigna… me parecía la preparación correcta que necesitaba mi corazón para acercarme a Dios. Estaba buscando Su perdón… ¿cierto?

Mientras lo hacía, tuve otro pensamiento sorprendente:

¿Aún me amas, Dios?

Al instante comencé a reprenderme a mí misma por pensar así. Yo sé que no es así. Sé que la promesa de Dios de amor incondicional es verdadera. Y sé lo que dice la Biblia sobre Su perdón.

Pero aún así... ¿te ha sucedido alguna vez? ¿Te preguntas si Dios te sigue amando, a pesar de todo?

Isaías 54:10a nos recuerda Su amor incondicional: “Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá”.

Cuando se escribió este versículo, Dios estaba enojado con los israelitas por su pecado. Le dijo a Isaías que profetizara acerca de la guerra y el exilio que les sobrevendría como disciplina por su rebelión contra Dios. Sin embargo, Dios los seguía amando, a pesar de sus acciones y decisiones. Aunque las partes aparentemente más estables y sólidas de la tierra pueden fallar, el amor de Dios por Su pueblo sería inamovible debido a Su compasión inquebrantable.

Después de una noche de preguntas, finalmente me quedé dormida. Cuando me desperté por la mañana, me levanté de la cama y me dirigí a la cafetera. Mientras esperaba el café, abrí el calendario que estaba sobre el mesón y pasé la página a la fecha correcta del día.

Mi corazón dio un salto.

El calendario incluye aliento basado en la fe, y la cita para ese día específico decía:

Recuerda hoy: El Señor te ama. Él te celebra y está muy contento de que seas Suyo.

Una lágrima pequeña se formó en mi ojo. «Gracias, mi Jesús, por decirme que me amas de una manera tan tangible», susurré en voz baja.

No importa tus dificultades, tus defectos, tus pecados, errores o arrepentimientos … Dios aún te ama. Él te celebra, y está muy contento de que también seas Suyo.

Pídele a Dios que te revele más de Su amor, y Él lo hará. Es una oración que Él se deleita en contestar.

Querido Jesús, ayúdame a verte obrar en mi vida y a ser consciente de los momentos en que me estás impartiendo amor a lo largo de mis días. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

El enemigo quiere que nos sintamos rechazadas … excluidas, solitarias e inferiores. Pero fuimos destinadas para el amor de Dios que nunca disminuye, ni se quebranta, ni se conmueve, ni es arrebatado; un amor que no rechaza ni te deja sin invitación. En Sin Invitación, Lysa TerKeurst comparte sus experiencias personales y examina con honestidad las raíces del rechazo, para que el mismo ya no envenene nuestras relaciones desde adentro hacia afuera, incluso nuestra relación con Dios.

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PROFUNDICEMOS

Salmo 136:2, Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. (NTV)

Juan 3:16, »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (NTV)

¿Estás cuestionando hoy el amor de Dios por ti? No te preocupes, amiga. Ten una conversación honesta con Dios. Confiesa tu amor por Él y tu gratitud por Su amor incondicional por ti.

¡Nos encantaría saber de ti! Comparte tus pensamiento en los comentarios.

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