Más que sabiduría: descubriendo el corazón de Dios

Últimamente, he estado profundizando sobre el crecimiento personal y el desarrollo espiritual, lo que me ha llevado al libro de Proverbios. Ya he leído Proverbios anteriormente. Pero esta vez, me ha sorprendido lo mucho que el Señor me ha revelado acerca de la relación que Él desea tener con nosotras.

El libro de Proverbios nos habla como un padre habla a su hijo, ofreciéndonos sabiduría para la vida: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre; Porque son guirnalda de gracia para tu cabeza, Y collares para tu cuello” (Proverbios 1:8-9, NBLA).

Como padres, mi esposo y yo observamos a nuestros hijos, conociendo sus fortalezas y sus desafíos. Nuestra hija mayor cumplirá los 12 años pronto, y eso nos recuerda lo rápido que pasa el tiempo. Esto nos ha llevado a preguntarnos, «¿qué es lo que queremos asegurarnos de que ella sepa?».

Proverbios contiene la misma sabiduría que un padre transmitiría a su hijo, enseñándonos a vivir plenamente con amor, sabiduría y discernimiento. Este texto nos invita a tener una relación con Dios, una relación que no termina cuando crecemos. Así como yo deseo que mi relación con mis hijos perdure más allá de su infancia y a lo largo de su vida adulta, nuestro Padre celestial nos invita a tener una relación que se vuelve más profunda con el tiempo.

Proverbios 8:34-36 revela tres acciones sencillas que podemos llevar a cabo para descubrir el corazón de Dios: escuchar, observar y esperar. La sabiduría dice: “¡Alegres son los que me escuchan, y están atentos a mis puertas día tras día, y me esperan afuera de mi casa! Pues todo el que me encuentra, halla la vida y recibe el favor del SEÑOR. Pero el que no me encuentra se perjudica a sí mismo. Todos los que me odian aman la muerte»” (NTV, énfasis añadido).

Obtenemos sabiduría no simplemente obedeciendo las reglas, sino al encontrar a Dios. Él es la fuente de toda sabiduría y conocimiento: “El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción” (Proverbios 1:7, NBLA). Pero Él nos ofrece algo más que dirección. Desea tener con nosotras una relación profunda y personal que nos brinde vida, gozo y plenitud.

Si buscamos a Dios solo por sabiduría, perderemos la plenitud y el gozo que ofrece una relación con Él. En Su gracia abundante, Dios nos ofrece sabiduría para vivir bien y una relación que nos hace sentir vistas, amadas y valoradas. ¡Oro para que Dios te bendiga en abundancia mientras continúas la búsqueda por conocerlo mejor!

Padre, gracias por darnos el regalo de la sabiduría a través de Tu Palabra. Gracias por recordarme que deseas tener una relación conmigo. Quiero conocerte más profundamente, y estoy agradecida por este tiempo Contigo. Por favor revélame de qué manera puedo acercarme más a Ti cada día. Ayúdame a correr hacia Ti, y a no alejarme de Ti. Anhelo estar cerca de Ti; por favor enséñame a cultivar una relación más profunda Contigo. En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

Juan 15:15, Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado amigos… (NBLA)

Jeremías 29:13, Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. (NBLA)

¿En cuál de las tres acciones de Proverbios 8:34-36 necesitas enfocarte más con mayor profundidad esta semana: en escuchar, observar o esperar?

¿Qué puedes hacer hoy para acercarte más a Dios? ¡Compártelo con nosotras en los comentarios!

© 2025 por Lacey Rozell. Todos los derechos reservados.

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